Francis Scott Fitzgerald.
Este es uno de los mejores establecimientos de París, su whisky sabour es dinamita.
¡Bonsoir tout le monde!.
Zelda Fitzgerald.
Goutte de Bourbon si vous plait.
Francis.
Saludos y homenajes. Perdóname he estado mezclando mucha Malta y demasiada Absenta.
Aquí hay un escritor, Gil, ¿no?
Gil Pender.
Gil Pender.
Ernest Hemingway.
Hemingway.
Gil.
¿Hemingway?.
Hemingway.
Le ha gustado mi libro.
Gil.
¿Gustarme?, ¡me ha encantado!.
Toda su obra.
Hemingway.
Si, era un buen libro porque era un libro veraz.
Eso hace la guerra con los hombres, no hay nada de bueno y noble en morirse en el lodo sino mueres con dignidad y entonces no solo es noble sino valiente
Zelda.
¿Has leído mi relato, qué te parece?.
Hemingway.
Habían algunos buenos fragmentos pero no llegó a germinar.
Zelda.
Sabía que te horrorizaría.
Francis.
Cielo, eres demasiado sensible.
Zelda.
A tí te gusto pero él me odia.
Francis.
Por favor, Ernest, complicas demasiado las cosas.
Zelda.
Que mal cuerpo, de repente no me gusta el ambiente que hay aquí.
¡Ah!, ¿A dónde vas?.
Juan Belmonte.
Voy a reunirme con Amigo en el Saint Germain.
Zelda.
Ah, se va a Saint Germain, me voy con él.
Si tú te quedas a beber con él (Hemingway) yo me largo con el torero.
Francis.
Querrás traerla de vuelta a una hora discreta.
Hemingway.
Te volverá loco esa mujer.
Francis.
Es fascinante, y tiene talento.
Hemingway.
Este mes escribe, el mes pasado era otra cosa.
Tú eres escritor, necesitas tiempo para escribir y no tanto salir por ahí.
Ella te malgasta porque es una competidora.
¿No le parece?.
Gil.
¿Yo?.
Hemingway.
Hable, joder. No cree que mi amigo comete un trágico error.
Gil.
La verdad es que no conozco tanto a los Fitzgerald así que...
Hemingway.
Es escritor, observa todo. Lleva con ellos toda la noche.
Francis.
¿Y si no discutimos mi vida privada en público?.
Hemingway.
Está celosa del talento de él.
Y es un gran talento, raro.
¿Le gusta su obra? (preguntando a Gil). Sin tapujos.
Francis. ¡Quieres parar!.
Hemingway.
¿Le gusta Mark Twain?.
Francis.
Voy a buscar a Zelda. No me gusta que esté con ese matador.
Gil.
¿Permite?. (Y se sienta)
Soy un enorme admirador de Mark Twain, creo que hasta puede decirse que toda la literatura americana moderna proviene de Huckleberry Finn.
Hemingway.
¿Boxea?.
Gil.
No, no. Bueno,... la verdad es que no.
Hemingway.
¿Qué escribe?.
Gil.
Una novela.
Hemingway.
¿Sobre qué?.
Gil.
Sobre un hombre que trabaja en una tienda de nostalgia, ¿sabe?.
Hemingway.
¿Que coño es una tienda de nostalgia?.
Gil.
Un sitio donde venden cosas viejas. Memorabilia.
Y resulta que... ¿Suena muy horrible?
Hemingway.
Ningún tema es horrible si la historia es veraz y si la prosa es limpia y honesta y si manifiesta valor y elegancia bajo presión.
Gil.
Oiga, quisiera pedirle el mayor favor del mundo.
Hemingway.
¿Qué es?.
Gil.
¿Podría leerla?.
Hemingway.
¿Su novela?.
Gil.
Sí, tiene 400 páginas y estoy buscando, en fin, busco una opinión.
Hemingway.
Mi opinión es que la odio.
Gil.
Pero si ni siquiera la ha leído.
Hemingway.
Si es mala, la odio. Odio la mala literatura.
Si es buena, la envidiaré y la odiaré más.
No pida la opinión de otro escritor.
Gil.
Si, lo que ocurre... ¿sabe lo que pasa?. Es que me cuesta fiarme muchísimo de que alguien me la evalúe.
Hemingway.
Los escritores son competitivos.
Gil.
Yo no seré competitivo con usted.
Hemingway.
Se está anulando. ¡Eso no es de hombres!.
Si es escritor, ¡diga que es usted el mejor escritor!. No lo será conmigo aquí o prefiere discutirlo en el ring.
Gil.
No, yo no.
Hemingway.
No voy a leer su novela, ¿pero sabe que haré?.
Gil.
No.
Hemingway.
Se la pasaré a Gertrude Stein. Sólo me fió de ella con mis novelas.
Gil.
¿Le enseñará mi novela a Gertrude Stein?.
Hemingway.
Démela.
Gil.
Si claro se la traeré.
Hemingway.
Mañana cuando vuelva de España.
Midnight in Paris.