Hacía mucho tiempo que no comía por aquí… y me hicieron una oferta que no pude rechazar.
Los compis del plafón se propusieron que subiera a escalar con ellos a Sant Llorenç del Munt, comprometiéndose a llevar el material más pesado, cuerda y cintas, con tal de que yo pudiera caminar con la menor carga posible.
Yo tenía la impresión de que, independientemente de la carga, la magnitud y morfología del paseo ya eran suficientes para dejarme un mal recuerdo, pero estaban tan ilusionados por que subiera que no les podía hacer ese feo. Y si no lo probaba no sabría con certeza que es lo podría pasar en realidad.
En en mundo real esta zona está actualmente muy bien señalizada. Tanto que acabé en el parking que era pero sin ser el que tocaba, aunque ambos que son están muy cerca el uno del otro. Si subes siguiendo las señalizaciones acabas en un parking muy bien habilitado, con su explanada, su vallado, sus cartelitos,...
Yo estaba maravillado de lo mucho que habían cambiado las cosas en unos 3 años. Unas edificaciones no eran, habían otras nuevas, y juraría que la Roca de Les Onze Hores se debía ver como algo más cerca.
Yo buscaba los vehículos de los colegas pero no los veía.
Me sentía algo extraño en ese lugar.
El parking de la Diputació |
Si sensación de desubicación continuó hasta que sonó el móvil y la peña me preguntó “que si me faltaba mucho para llegar”. Yo les comenté que había subido siguiendo los indicadores, como un correcto usuario, y estaba en un parking muy bien diseñado.
Ellos me dijeron que el parking de los depósitos no se había movido de sitio y que tenía que corregir mi posición. Así que en pocos minutos, tras acertar con el acceso primigenio, nos pudimos reunir todos (Conchita, Joaquim, Jaume y María) y, tras quitarme más peso aún de mi mochila (la cartera y las llaves del coche las subí yo por lo que pudiera pasar), emprendimos el ascenso a La Soleia. En pie de vía coincidimos con Vane y Diego por un lado y con Joan Palou por otro.
Hace muchos años el acceso era puro hábito y memoria. Te lo conocías como la palma de la mano. Ahora hay multitud de indicadores repartidos por todo el camino, hasta hay uno que indica el sendero que conduce a la Font de La Soleia en el punto en que trifurca el camino. De manera que ahora la gente que quiere ir a La Soleia va a La Soleia no a Roc Colom / La Mola o al sendero que te lleva por debajo de La Soleia.
Todo bien señalizado |
Subí y llegué a la Paret Gran caminando a mi ritmo, apoyándome en mi caminata con bastones de trekking. La verdad es que llegue al pie de vía con una molestia bastante tolerable.
El regreso ya no fue tan bueno. Al ser en bajada, y caminar frenando la gravedad, se requiere más esfuerzo y hay un mayor desgaste. No me tuve que parar en ningún momento y llegué al coche tocado pero no incapacitado.
En cuanto a la escalada para mi fue un día de trámite; a tenor de los resultados creo que lo fue para todos. Ese dia Sant Llorenç tenía una buena entrada, no tan masificada como otros días que recuerdo pero buena; y mucha peña nueva, nuevas generaciones. El hueco que hemos ido dejando ha sido ocupado por otros. Eso está bien pues indica que la zona sigue viva, que es lo importante.
Escalador en El Telar de La Locura. 7c+ en reseñas, 8a en los mentideros |
Mientras unos montaban Quand Es Menja Aquí? y Saree, en la Paret Gran, yo opté por ir a la zona de Els Diedres.
Tenía ganas de escalar Grendel, un 6c que creo que solo he escalado en una ocasión. No pude con la entrada, muy a bloque y difícil en frío. Así que me busqué algo más asequible: la Orgasmatrón, sita a su izquierda y graduada de 6b+.
Tampoco tuve fortuna pues leí mal uno de los pasos, y me llevo un rato redescubrir como se hacía.
Esta vía una entrada un poco peculiar (diedro árbol-descompuesto) y un desmontaje laborioso. Igual hubiera sido mejor poner un cinta guía de desmontaje; pero seguro que alguno de los guardianes de las esencias de Sant Llorenç la hubiera quitado alegando que esa es la personalidad de la línea y bla, bla, bla.
Mientras en la Paret Gran las líneas están rebozadas de magnesio, en este sector el magnesio brilla por su ausencia, ni rastro.
María en Quand es menja aquí? |
Tras esta experiencia y con Saree (6c) montada me encamino a ese trazado, pues todos habíamos pasado por él, bien para calentar bien como proyecto.
Sorprendido de que aún se pueda escalar, sin que sea una pista de patinaje, por las presas que permiten sortear el tramo descompuesto, la encadeno bien y sin problemas. El único trazado en limpio de la tarde.
Joaquín en Saree |
La duda era si atacar Quand es Menja Aquí?, el 7a+ problema de Conchita, o a La Reina Abeja, el 7b que acababa de montar Jaume. Ambas me traen muy buenos recuerdos, por motivos diferentes.
Recordando cómo era el problema de La Reina Abeja mi intención era probarlo en top, pero por exigencias del guión, María necesitaba la cuerda para su pegue a La Emperatriz Esmeralda, me mentalizo y digo que sí, que de primero puede estar bien.
De primero pringue en todos los pasos duros, en los tres puntos clave. En el último me tuve que ir todo a la izquierda para sortear el repecho por una zona más amigable, pues la elasticidad no me daba para subir el pie. No es que los años pasen, que también pero no tanto, es que uno está mal hecho y el desgaste pasa factura.
Jaume en La Reina Abeja |
Ya para acabar el dia doy un pegue a Bauhaus, 7a, y, justito de fuerzas, se queda con una parada.
Conchita en Quand Es Menja Aquí? |
Recogemos todos y regresamos.
Y... ya está; se hizo. Desconozco si repetiré la experiencia. En cuestiones del físico lo que funciona una vez no tiene porque hacerlo otra.
Hay queda.
Escaladora en Treballem Amb Coses Estranyes i Belles, 7a+/b |