De varias opciones de encontré en el wiki la que más me gusto por cercanía fue la de jespe52@gmail.com (Pantà de Riudecanyes, Església Sant Joan Baptista y Església de Sant Miquel desde La Pineda).
Tiene en positivo que es una ruta muy variada: carretera, camino rural (asfaltado y sin asfaltar, carril-bici y un pequeño tramo de BTT).
Como punto negro tiene que el tramo de carretera sobre la TV-3141 y la TV-3142 no aporta nada y que, sobre el mapa, se podía haber cambiado por recorridos sobre caminos rurales cercanos.
Salí de Salou, me acerqué a La Pineda y de La Pineda hasta Vila-Seca.
Emplee carril-bici, un tramo de callejeo y una pista forestal paralela a la TV-3146 hasta enfilar el puente de La Raval de La Mar que pasa por encima del A-7 y me hace llegar al núcleo urbano de Vila-Seca.
Vistas a Port Aventura y a otras estructuras paisajísticas.
Torre dels Carboners.
Frente de la Ermita de la Pineda.
También es conocida como Torre de Pantaleoni. Datada en el siglo XIII.
Por sus medidas (43m² de base), por su ubicación estratégica y por las muchas aspilleras que encontramos en todos los pisos, además de sus funciones de vigía, alarma y defensa, debía de servir de refugio para un buen número de personas que conformaban el campesinado de la comarca.
En el Parc de La Torre d’en Dolça encontramos diversas estructur a, entre ellas el Monolito del Rescate de las 100 Doncellas o Piló del Rescat de Sant Esteve.
Es un monumento en memoria de la popular leyenda del rescate de las cien doncellas. Desde el año 2017 se encuentra a la entrada del Parc de la Torre d’en Dolça, para que sea más accesible y visitable.
Se trata de un monolito de piedra de soldó de cuatro caras de sección cuadrada, de cuatro metros de altura, ochenta centímetros de grosor y once toneladas de peso. Durante la Guerra Civil (1936-1939), el monolito quedó dañado y en el año 1965 fue restaurado por el consistorio. Ahora, el simbólico monumento se encuentra en un espacio ajardinado, con mobiliario urbano, alumbrado y red de riego.
El relieve es obra de Joan Salvadó Voltas (2018).
La leyenda de las cien doncellas.
Establece la leyenda que sólo un guerrero sobrevivió a la conquista musulmana de los Pirineos. Fue Otger Cataló, quien después de recuperarse convocó a nueve caballeros que juraron luchar hasta la muerte por recuperar la tierra que les había sido arrebatada. Galcerán de Pinós, almirante de la armada en la campaña de Almería, proviene de una de estas sagas familiares.
De poco sirvió esta prestigiosa ascendencia, pues tanto él como el caballero Santcerní fueron hechos prisioneros en la batalla y llevados a la cárcel andalusí de Granada. Los sarracenos comunicaron a los emisarios reales que ambos seguían con vida y serían puestos en libertad si se entregaba lo siguiente en concepto de rescate: cien caballos blancos, cien vacas, cien doblones de oro, cien trapos brocados de oro y cien doncellas.
Los barones de Pinós reunieron los requisitos valiéndose de su patrimonio.
Sin embargo, fueron incapaces de convocar a cien doncellas. Así las cosas, convocaron a sus vasallos en asamblea y concluyeron que entregarían a sus hijas dependiendo de cuántas tuviera cada uno. Quin tuviera tres, entregaría dos; quien tuviera dos, una; y, quien tuviera una, entraría en un sorteo. Todo estaba ya dispuesto, luego la comitiva viajaría a al puerto de Salou para tomar el barco.
Galcerán de Pinós y Santcerní llevaban cinco años presos. El doble milagro que los puso en libertad se produjo sólo un día antes de que la comitiva partiera del puerto de Salou. Mientras que el primero rogó su liberación a Sant Esteve, el patrón de Bagà, el segundo hizo lo propio con Sant Genís. Ambos consiguieron la anhelada puesta en libertad gracias a la intercesión de los santos, reencontrándose en el Camí del Racó de Vila-seca. En dicho lugar se instaló un monolito conmemorativo, el mismo que vimos al principio de la ruta.
Galcerán se ocupó de que las doncellas y sus familias fueran recompensadas y, diez años más tarde, se retiró como monje en el templo circense de Santes Creus. El pergamino más antiguo que narra los hechos fue escrito por el Bernat Mallol, fraile de este monasterio.
Llego a Vila-Seca por el Paso elevado ciclo-peatonal sobre la A-7.
Ruteando por Vila-Seca llegamos a la rotonda donde confluyen la Avd de la Generalitat, la Vía Máxima y la avd de Ramón d’Olzina.
En uno de sus extremo nace la N-340a y hay que circular por su arcén un tramo hasta llegar al Camí del Mas del Gual.
El Mas del Gual queda a la izquierda del citado Camí.
Circulamos por este Camino rural hasta que se convierte en el Camí del Mas de Vinyau y contacta con la Ctra de la Misericordia o TV-3141.
Circulamos por ella hasta encontrar la ctra de la Sènia o la TV-3142 y giramos a la derecha para circular por ella.
El Mas Blanc O Mas Blanch o de la Sénia, Es una masia protegida como Bé Cultural d'Interès Local.
La fachada está completamente enlucida y encalada, y destaca el alero, resaliendo por todo el perímetro construido y formato por una hilera de tejas y cornisa moldurada. Sobre la cumbrera, coronando la fachada, una espadaña de un ojo.
Y llegamos a Riudoms. Circulo por sus calles, sin entretenerme mucho. Al llegar a la plaza Portal de Ponent bajo hasta la TV-3103.
En la rotonda de la Tv-3103 hay tomar el Camí dels Sardans, que es comùn con al Ruta de l’Olí.
Pista que circula entre campos, torres y masías de la zona.
Como el Mas del Quet.
Masía de Montbrió del Camp (Baix Camp) incluida en el Inventari del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya.
Antiguo cortijo del siglo XVII situado al este del término municipal de Montbrió del Camp, junto a la riera de Alforja.
Y tras circular por al Camí -Vell de Montbrió del Camp, se cruza la T-310 por el Camí de Vinyols y me adentro en el núcleo urbano de Montbrió del Camp.
Circulo por el interior de esa población por sus calles, bastante agradable circular por ellas, cerca de varios monumentos de interés.
La Església de la Mare de Déu del Carme.
Iglesia-capilla del antiguo convento de las Hermanas Carmelitas con elementos neoclásicos y románticos construido a finales del siglo XIX, construida cabe el 1875.
Se encuentra emplazada borde el Colegio que fue palacio de los marqueses del Olivar.
Consta de una nave con capillas laterales poco hondas. Consta de un campanario bastante alto, de base cuadrada y cuerpo hexagonal, con algunas ventanas de arco de medio punto y óculos circulares encima. La cubierta es piramidal.
Fue restaurada entre los años 1989-1990.
La iglesia parroquial de Sant Pere Apostol de Montbrió del Camp.
Iglesia renacentista tardía levantada entre el 1608 y el 1692 ya con detalles barrocos; fue retocada con mejoras cabe el 1901, al 1940-60 y al 2000.
Difícil de retratar, por la estrechez de la calle y la altura del campanario.
La torre medieval, del siglo XIV, sería adaptada y ampliada en altura como campanario, con ventanas de un solo ojo en lo alto de cada fachada.
Campanario inacabado, meramente funcional.
Salgo por el otro extremo de Montbrió del Camp por al Camí de Vilanova y circulo por ese camino rural rodeado de campos de cultivos, árboles, masía y torres de diversa índole.
Más adelante llego a un cruce de caminos y tengo que girar a la derecha por el Camí de Riudecanyes.
Pasó por delante de varias estructuras, algunas de intensa actividad y otras del pasado.
Moli del Rafel.
Originariamente fue un molino harineo pdero más tarde, al implantarse el cultivo de la viña, se convirtió en un molino de azufre. Adosada al molino, hay la antigua balsa, construida con tabicado y ladrillos. Es uno de los dos molinos del término de Montbrió del Camp, junto con el Molino del Flarès, que se encuentran catalogados al Patrimonio de molinos de la demarcación de Tarragona.
Tras pasar el Molí de Rafel hay que girar a la derecha por el Camí dels Molins, con la riera de Riudecanyes a la izquierda, cementado en su gran parte, que me llevará de Riudecanyes.
Riudecanyes es una villa situada en el centro de la comarca de El Baix Camp, a los pies de la sierra de l'Argentera. Fue el centro de la baronía de Escornalbou. Existen tres elementos que dan singularidad a la villa: las calles, el castillo y el embalse. Las calles tienen los nombres de los días de la semana y no ha sido hasta hace poco que la lista ha tenido que ampliarse con nuevas referencias. El castillo-monasterio de Sant Miquel d'Escornalbou, documentado desde el siglo XII y situado en uno de los puntos más altos del término, se ha convertido en un lugar de obligada visita turística. Por otra parte, el embalse ofrece lugares de paseo y de descanso agradables y da una personalidad especial al municipio.
Llegar al Embalse de Riudecanyes es fácil gracias a los indicadores y el acceso desde esa población es bastante asequible físicamente. Me esperaba algo más intenso.
La construcción de la presa fue impulsada por el ayuntamiento de Reus que, en 1897, debido a las dificultades para conseguir agua potable para la ciudad, encargó a los ingenieros Francesc Macià, Josep Mora y Alfons Benavent un estudio para llevar agua a distintas partes de la ciudad y regar los campos. El año 1903 se proyectó la construcción del de Riudecanyes, con tal de proveer básicamente las necesidades de agua de Reus. En 1904 se puso la primera piedra y en 1918 entró en funcionamiento. En 1991 se inauguró la obra de recrecimiento, que alcanzó los 5,3 hm³ de agua embalsada. En la actualidad, el agua se destina al regadío de la comarca y al abastecimiento de diversos municipios.
Riudecanyes, lleno al 100% en 2014, fue vaciándose de forma intermitente hasta alcanzar el 29,90% en el año 2018. Sin embargo, se recuperó rápidamente y, en 2019, ya estaba en un 85,60%.
Volvió a alcanzar el lleno total en 2020, pero su caída fue de golpe, ya que pasó del 100% al 20,90% en tan solo doce meses. Un dato que ha decrecido hasta el actual 2,60%.
Al salir de Riudecanyes aunque queda un subida final, esa más intensa, puede que por el cansancio, de las realizadas hasta ahora.
Subimos por el Cami Baix de Riudecanyes y cuando parece que afloja giramos a la derecha y subimos otro rato por el Cami de Dalt de Riudecanyes.
Luego ya suaviza y con vista a la Mare de déu de la Roca llegamos a Vilanova d’Escornalbou
Vilanova d'Escornalbou es un pueblo de larga tradición agrícola ubicado a medio camino entre las sierras de Pradell-L'Argentera y de Llaberia.
Parte del término municipal está catalogado como Red Natura 2000.
El municipio está formado por dos núcleos de población: Vilanova d'Escornalbou y L'Arbocet, que se integró al término en el siglo XIX. Tanto uno como el otro tienen algunos edificios y lugares de gran valor patrimonial, como la zona del Castellet en Vilanova; o las torres de defensa de L'Arbocet.
De Vilanova d’Escornalbou a Mont-Roig del Camp hay varias opciones y todas salen circulando por el Camí de les Roques a Mont-roig del Camp o Camí de la Mare de Déu de la Roca más adelante.
Esa pista se bifurca en dos, que se comunican entre ellas, y llegan por diversos puntos a Mont-roig del Camp, el Camí de la Mare de Déu de la Roca y el Camí de Mont-roig del Camp; el cual se vuelve a bifurcan más adelante.
Bajé por el Camí de Mont-roig del Camp y luego tomé la bifurcación de la derecha.
Recorrido aliñado con un pequeño tramo de BTT, accidentado por algún que otro árbol caído, como ya me había encontrado antes.
Y en esto llego a Mont-Roig del Camp por la zona norte, diferente de cuando hice la ruta de l’Olí.
Mont-roig del Camp, se sitúa en el sector central de la comarca del Baix Camp, entre la sierra de Colldejou y el Mediterráneo.
La actual iglesia parroquial está dedicada a san Miguel, cuya construcción finalizó en 1939 ya que durante diversos periodos la obra se mantuvo paralizada. La iglesia aparece representada en uno de los cuadros de Joan Miró, el titulado Mont-roig 1919.
Dentro el término municipal y sobre la cima de un monte se encuentra el santuario de la Mare de Déu de la Roca. Desde 1439 hasta 1835 estuvo bajo la protección de los monjes del monasterio de San Miguel de Escornalbou. Un poco más arriba se sitúa una capilla dedicada a San Ramón. Está pintada de color blanco para que sirviera de guía a los barcos. Construida en 1826, fue restaurada en 1902. Aparece también en uno de los cuadros de Miró.
Atravieso Mont-roig y para salir utilizo un Carril-Bici, todo roja él. Tiene unos 5 kilómetros de longitud y 2,5 de ancho, transcurriré paralelo a la carretera T-323 y conecta el núcleo de Mont-roig hasta la rotonda de conexión con el la N-340.
Y de ahí a la playa parece que hay varias propuestas; pero el recorrido que seguía tomaba un desvío antes.
Antes de llegar a la AP-7 me desvío por una pista forestal a mano izquierda y recorro una pista primero forestal paralela a la AP-7 y luego a la vía del tren hasta la altura de Cambrils donde voy a buscar el carril-bici paralelo a la T-325 o Avd del Castell de Vilafortuny.
Y desde ahí, tras unas 4 horas de rodaje, ya enfile al punto de partida,
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