Ha ido a la cárcel con una notoria reducción de condena por haber impartido un cursillo acelerado a la policía de Los Ángeles sobre como robaba las viviendas sin que nadie consiguiera cogerle.
Ignacio Peña del Río |
Todo lo hacía con asombrosa eficacia y sigilo, en alguna ocasión hasta cuatro veces en el día.
Su técnica parece que era sencilla pero efectiva. Llegaba a la puerta de la casa, la golpeaba con fuerza para ver si había alguien. Una vez dentro desvalijaba cuarto por cuarto sin dejar pistas.
Un día que tuvo mala suerte, la asistente que no había oído la puerta, llamo a la policía desde dentro de un armario.
Los 16 años de cárcel han quedado reducidos a 7 años y medio por haber ayudado a la policía a entender su técnica de robo.
“Nos contó que lo había hecho por la adrenalina, por el desafío”.
Del Río ha confesado que se siente mal por todo lo ocurrido y que espera que la devolución del dinero a sus víctimas -el tesoro estaba escondido cerca de una autopista- ayude a reparar en algo su actuación. “Confieso que he tomado malas decisiones en mi vida y que éstas han herido a mi familia y a mis víctimas”.
Su abogado asegura que cuando salga de la cárcel volverá a España.
Es difícil de creer que por el novedoso método de “llamar a la puerta para ver si hay alguien”, Xolo-Man haya podido hacer la carrera que ha hecho y sin dejar “huella”. Evidentemente no es para tomarse las explicaciones de que se disponen en serio y ha de ser algo más elaborado, que no quiere decir que no sea algo sencillo, a pesar de las cámaras de seguridad o las alarmas caseras que deben existir en dicha parte del mundo. A este paso si sigue dando charlas a los cuerpos de policía, y si a eso añadimos conferencias en las Universidades tales como Sing-Sing, Alcatraz, La Modelo o Quatre Camins, por citar algunas, pues le quedan dos días de cárcel.
Toamado de P. Scarpellini para El Mundo del 11/02/09. Sección El ZOO del Siglo XXI
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