Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

martes, 17 de marzo de 2009

CATHERINE DESTIVELLE - I - Ascensiones



Catherine Destivelle esta considerada como una de las mejores escaladoras, un personaje de leyenda. Este escrito esta basado en el libro “Ascensiones” (2.004), que es como una autobiografía de su faceta como escaladora. En el principio hago una descripción general con alguna idea mía, pero de la mitad hasta el final es ella misma quien habla. En dicho libro se sincera con todos y con ella misma. Habla de sus comienzos, de su evolución, sus inquietudes y sus neuras. Pasando de forma superficial pero con los detalles suficientes sobre su etapa de competidora deportiva, nos cuenta que es lo que la motiva y cuáles han sido sus necesidades, sus referencias y sus emociones más intensas.

Ascensiones

"La propuesta de escribir este libro coincidió con un periodo de convalecencia después de una operación. como no me gusta perder el tiempo, decidí que era el momento oportuno de escribirlo"
No deja de ser irónico que siendo uno de los platos fuertes de este libro el relato de sus aventuras alpinas en forma de ascensiones y aperturas en solo, éste venga precedido por una cita del Eclesiastés, IV, 10:
“Porque si uno cae el otro lo levanta.
¡Hay del solo!. Cuando cae,
no tiene quien le levante”
Que da inicio al relato del accidente que sufrió en la Antártida en 1.996, tras coronar el Pico Sin Nombre (4.160 m), en compañía de su marido Erik Decamp, y la odisea subsiguiente del descenso seguida del posterior rescate (She comes back from hell...) para enlazar ya en el capítulo posterior con sus recuerdos de la infancia y el nacimiento de una pasión.

La niña Destivelle se nos revela infectada por este peligroso virus ya desde sus inicios, a los 12 años. No fue una niña a la que hubiera que arrastrar, fue una niña escaladora de las que hay que ir frenando, pues pueden con todo y todo es poco.
“Esta iniciación tenía todo lo propio de una revelación. Estaba totalmente enganchada a la escalada. Pensaba en la escalada durante el día, soñaba con ella durante la noche...
Escalando descubría el bienestar... Cuanto más escalaba más ganas tenía. Poco a poco la escalada me fue poseyendo, como una droga.”
El fuego la consumía, se le abrían los horizontes, del boulder en Fointanebleau, en aquella época sin crashpad, paso a experimentar y conocer la vida alpina. Estaba por encima de todos sus compañeros, e iba más rápido que ellos; tan deprisa que no solo era una aprendiza indisciplinada sino que acabo convirtiéndose en una consumada mentirosa para poderse dedicar a la escalada que prefería, en contra de las directrices paternas, con bastante buena suerte según se desprende de sus relato. Ya que cuando le salía muy bien, pues estupendo y cuando le salía mal pues no acababa tan mal como podía haber sido.
“Prepare una jugada complicada: oficialmente los fines de semana me iba al bosque de Fontainebleau con los cadetes del Club Alpino; en realidad me reunía con mi profesor-guía-amigo en los alrededores de Gap. El punto de salida era el mismo, la estación de Lyon...”

Todos los comienzos son difíciles:
“Alcance el primer clavo sin problemas: buen comienzo. El segundo estaba bastante alejado; mi pequeña estatura no era de gran ayuda. Aún así tras varios intentos conseguí pisar el clavo y elevarme hasta que pude coger el segundo pitón. En el tercero igual técnica...”

Y sabiéndose poderosa no podía dejar de sentirse malvada, ella dice que discreta.
“Podía hacer vías cada vez más difíciles, por lo que mi motivación iba aumentado gradualmente. De vez en cuando algunos de los que me habían visto escalar a toda prisa intentaban imitarme pensando que la vía sería fácil. Ver como aquellos imbéciles se precipitaban sobre la vía seguros de su éxito después de presenciar como lo hacía una chica, me llenaba de un indescriptible orgullo interior... Echaban pestes y blasfemaban como carreteros.”

Una de las características de la escalada de Destivelle, que sale reflejada en el libro, es su rapidez. Bien por ella, bien porque aprendió con gente afín, escalaba rápido y miraba de hacer el mayor número de largos en el día. Y escalaba duro, todo el día y aproximaciones de kilómetros, como los puristas de verdad.

“Picada por el juego, quería ir cada vez más rápido, tanto que cuando subía de primera me saltaba las reuniones. Cuando llegaba al final de la cuerda gritaba reunión y seguía escalando a la vez que Pierre...”

Ella marca el fina de esta etapa de los 12 a los 17 años con la ascensión al Dru por la Directa Americana y el fin de su etapa escolar.

Por un lado acabo saturada “Estaba harta de los escaladores de sus historias de escalada, de aquel mundo cerrado en el que abundaban los cotilleos... Era mezquino, limitado, monótono...” y que a los 20 años se vio sin obligaciones escolares y la posibilidad de ganar dinero; se le abría otro mundo. En la vida de Destivelle, cada cambio de registro a venido precedido de una crisis de su actividad anterior. Y en cada momento de ellas, dejando apares sus innatas cualidades, ha tenido un mentor-amigo-compañero con el cual no sólo aprendía, pues o han sido escaladores de un nivel alto o muy alto o han dominado el medio en el que se desenvolvía, sino también porque entre ellos se establecía un buen feeling, según se desprende de sus relatos. Pierre en sus inicios, Lothar en la etapa deportiva, Lowe en la alpina. Como dijo Newton: “Yo he llegado tan alto porque me he subido en hombros de gigantes”
Es curioso pero mientras estaba inmersa en una crisis-reajuste personal: juego, tabaco, comida y trabajo fue la posibilidad de obtener dinero a través de la escalada la que le ayudo a encontrar otro centro de gravedad vital, superarse y equilibrarse. En sus inicios básicamente a través de programas de TV y películas. La oportunidad de viajar y conocer gente se combinaba con la exigencia de un determinado nivel para acometer los proyectos que le proponían, tuvo que aprender a escalar de otra manera, “en libre”, Y como, en aquella época y siendo francesa y con el camino abierto por P. Edlinger, pues al Verdon.
“Ahora, si quería que me tomaran en serio y evitar las rechiflas de los demás debía adoptar un “buen estilo”..., entrenar y volver a nacer.”

Gerard Kosicki: Catherine Destivelle - Paredes Bandiara (Mali)

Hay que decir en honor a la verdad que todos los principios no son sólo son duros, que no es llegar, grabar y para casa, un rodaje puede prolongarse meses si la climatología es adversa, sino que además en todas partes cuecen habas. Para grabar la ascensión de Destivelle de la Pichenibule, 7b/c se reunió el siguiente equipo:
“Durante los primeros días de rodaje aprendí a conocer a los demás. Phillipe, el técnico de sonido, no había ejercido nunca esta profesión, era enfermero (y escalador). Patrick no había estado nunca en pared y nunca había tomado fotografías de escalada. Monique, mi compañera de cordada, llevaba seis meses sin escalar y Robert, el cámara-realizador, no había tenido finalmente más que dos experiencias como ayudante de cámara en rodajes de tres días de duración cada uno. Todo esto me resultaba sorprendente....”

Catherine Destivelle - Pichenibulle, 7b/c - Verdon por René Nicod


Entrar en competición le causo problemas morales pues había firmado un famoso manifiesto en su contra, el Manifiesto de los 19.


Del que podemos destacar:
“...
En cuanto a las competiciones basadas en la dificultad pura, ¿qué nos aportarán de más? ¿mostrarán quiénes son los mejores? Ni mucho menos, porque la escalada moderna es demasiado compleja (libre, a vista, rotpunkt, solo) como para emitir juicios definitivos.
...
Escalar a tiempo completo implica un sacrificio y quizás una cierta marginalidad. Pero implica también una aventura, un descubrimiento, un juego en el que cada uno fija sus reglas.

Mañana quizás, habrá competiciones en las que los participantes lleven dorsales, retransmitidas por televisión. Pero también habrá escaladores que seguirán practicando el verdadero juego de la escalada: los guardianes de una cierta esencia y de una cierta ética de la escalada.”

Pero cambio de opinión. Utilizando un argumento curioso o pedante (en mi opinión) para iniciarse en este mundo. Que alguien no rectifique su opinión no significa que sea idiota. Que es verdad que en ocasiones si no experimentas en tus carnes una situación no la puedes valorar.
“Nuestra primera reacción fue proteccionista: no queríamos competiciones para preservar nuestro juego y nuestros privilegios... me dí cuenta de que mi argumento era mucho más íntimo. Temía enfrentarme a los demás...”
Pero es que a mi entender, en lo hasta ese momento relatado, independientemente de su motivación y experiencia, subyace la necesidad de reafirmarse ante los demás, no sólo de que se reconociera su valía sino de ir hasta el límite, y eso no deja de ser el reflejo de una espíritu competitivo; competía continuamente y lo seguirá haciendo.
Y tras su paso por la deportiva sus pasos, bajo una capa comercial, estuvieron marcados por el espíritu de dicho Manifiesto.

El mundo comercial de la competición fue áspero al principio y muy molesto al final. Cuando escalaba lo hacía totalmente concentrada; cuando no, se sentía insegura, manipulada, criticada,...

“... los periodistas, haciendo caso omiso del accidente (tras ganar la competición de Bardoneccia 1.985, se cayó por una rimaya: fractura de cadera y lumbares), se empeñaban en proclamarme la mejor escaladora del mundo... Y era aún peor respecto al mundillo del alpinismo: ¡me veían en acción!. Mi único recurso era huir... para entrenar sola en un lugar tranquilo y poco a poco tratar de recuperar mi nivel, mi confianza, mi flexibilidad... Necesitaba cumplir con la imagen que los periodistas habían dado de mí. También me sentía incómoda por todas aquellas fotos que se habían publicado. ¿Por que tantas? ¿Era por mi físico o por mi valía?.”

“un día Lothar (temible hombre de negocios...) vino conmigo para hablar con uno de esos fabricantes. Cuando éste intento ofrecerme un par de pies de gato, Lothar le preguntó: ¿Cuanto le das para que se los ponga?.
¡Qué horror, no sabía donde ponerme!. ¡Ya no quería conocerle, habría deseado desaparecer!...
No podía creer lo que estaba viendo y oyendo....
Cada uno por su lado tanteaba el terreno, estudiaba a su adversario, hasta que al cabo de un rato Lothar dijo: Estimo que vale tanto.”
“Aún no era consciente de que cada vez que se publicaba un artículo les servía de soporte publicitario, y que al gozar de gran atención por parte de los medios de comunicación, representaba un producto interesante.”

Catherine Destivelle y Boreal

“De nuevo la musculación, la escalada, el footing, los ejercicios de estiramiento. Mucho trabajo pero pocas alegrías y escasa perspectiva. Ya no había nada: ni emociones, ni música, ni lectura, me estaba convirtiendo en una máquina.”

“Después de Grenoble para mí la escalada ya no era más que un trabajo e implicaba que me mostrara honesta con mis patrocinadores. Posteriormente, gané, perdí, Poco me importaba. La escalada se había convertido en una obligación y ya no sentía placer...”

tras la competición de Snowbird de 1.989.
“Este nuevo y desafortunado episodio me convenció para dejarlo. Todo aquello no significaba nada. Tenía ganas de hacer otras cosas; ganas de novedad, de emociones, de aventuras, de grandes espacios. De expresarme libremente, de ser autónoma, de tener mis propios proyectos...”
Y entró en escena Jeff Lowe y el regreso a los orígenes.

Devil's Tower en Wyoming, en compañía de Lothar

2 comentarios:

  1. la photo de Catherine Destivelle dans le bombé de Pichenibule, au Verdon, a été faite par René Nicod, et publiée sur mon site internet
    http://fcorpet.free.fr/Denis/Montagnes.html
    Ce serait normal de mettre un lien vers ce site
    Salute! Denis
    The great photo of Catherine Destivelle in 7b in Verdon has been shot by Robert Nicod, and published on website above. It would be normal to add a link towards this website
    Sincerely, Denis

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  2. OK, arreglado.
    ¡No me acuerdo de donde saque la foto!
    Thanks

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