Pasarse las horas en quietud, moviéndose lo justo para llevar a cabo las labores imprescindibles de la vida, comprar, comer, asearse o aquellas actividades que el espíritu necesita, cargando con un soporte estructural maltrecho, como ir al plafón o escalar en lugares seleccionados; pueden volverse en desconsuelo y desesperación cuando abres el último Grimper y te encuentras unos pedazo fotos sobre líneas de ensueño que te dejan sin respiración y unas ganas locas de: ¡Yo quiero estar ahí!.
Chloe Minoret - Infinty line, 8a+ (90 mt) - MIllau 09. El asegurador es el puntito amarillo a pie de vía |
Si vale, una imagen miente más que mil palabras; un buen encuadre y el ángulo adecuado, con una pose interesante junto con una combinación de colores a juego y el lugar más triste se convierte en uno de los más increíbles. La imaginación le da el resto.
Jean Francois Schreiber - Petit Pou Dingue, 7a+ - Le Cap Canaille, Sector Sémaphore - Provence |
Claro, vivo de la ilusión. Ni son asequibles por dificultad ni por mis posibilidades actuales, sin mencionar las futuras.
Pero es que se ven tan apasionantemente bellas que de lo espectaculares que parecen ya se convierten en un sueño.
Jacques Perrier - Sun Ami, 7c+ - Le Cap Canaille - Provence |
Deseas que se hagan realidad en tu vida, estar allí presente, tocarlas con los dedos, deslizar el cuerpo en ellas y que el espíritu fluya y te haga uno con la roca. Y lanzas maldiciones desde la impotencia, juramentos desde la rabia y el espíritu interior alrededor del fuego baila, mientras lanza mágicos conjuros para reconvertir a una causa favorable toda esta adversa situación. Mientras el ángel y el demonio de la guardia se miran entre ellos y observan con asombrado temor tamaña locura, y se pasan entre ellos la pelota, intercambiando adulaciones, pues ninguno quiere hacerse responsable de esas desproporcionadas peticiones.
Mathieu Lupo - Damoclès, 6a (L4) - Le Cap Canaille, Sector Cirque du 14 juillet - Provence |
cuanta razon tienes... hay veces que no molaria enchegarlo todo a rodar y rodar y trepar hasta la sangria final de tendones y piel por esos sitios que siempre has querido visitar
ResponderEliminarjd
La Primitiva no toca a quien más la necesita.
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