BOULDER DEL GÜELL

El Boulder del Güell como su nombre indica está ubicado al lado mismo del Park Güell de Barcelona. El Park Güell se halla en uno de los contrafuertes de la montaña del Carmelo que, con la de la Creueta y la Montaña Pelada, separan los barrios de Gracia y Horta en la ciudad de Barcelona. Actualmente el parque es uno de los parajes más visitados de la ciudad pero en el momento de su construcción fue considerado un fracaso. Antoni Gaudí en colaboración con Berenguer y Josep Maria Jujol, proyectó y dirigió entre 1900 y 1914 por encargo del emperador financiero y amante de las Bellas Artes Eusebi Güell, la creación de una ciudad-jardín residencial de tipo inglés. La ciudad, que quería construir el Sr. Güell, partía del modelo de las garden city utópicas inglesas nacidas como reacción a las aglomeraciones urbanas, superpobladas e insalubres surgidas a raíz de la Revolución Industrial. Ocupa dos fincas, Can Muntaner de Dalt y Can Coll i Pujol, en la Muntanya Pelada, en el barrio de Gràcia. Realmente la montaña se merecía ese nombre pues en ella la vegetación era escasa, simples hierbas, arbustos y unos pocos algarrobos eran su única representación. Gaudí quiso colaborar con la naturaleza por lo que mandó crear un entorno natural autóctono basado en especies mediterráneas que requieren menos agua, menos mantenimiento y tienen mejor resistencia. Se dividió el terreno en 60 parcelas de vivienda unifamiliar de entre 1000 y 2000 m2 y de forma triangular para adaptarse a la topografía del terreno. Cuando alguien compraba una parcela tenía que signar un contrato aceptando condiciones como la prohibición total de la tala de árboles, una limitación de la planta del chalet a 1/6 de la superficie total y una altura máxima de 80 centímetros para la cerca. Toda esta parte urbanística fue realizada entre los años 1900 y 1914, pero sólo fueron edificadas dos casas dentro del recinto, que ocupaban tres de las sesenta parcelas: la casa de Gaudí y la Casa Trías. El proyecto, aunque atractivo, no cuajó entre esta burguesía inversora por lo que fue un estrepitoso fracaso financiero. En 1918 muere Eusebi Güell, y Gaudí vende su casa para refugiarse en el Templo de la Sagrada Familia, en construcción. En 1922 lo compra el ayuntamiento para convertirlo en parque público. En 1984 será declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se emprenderá la restauración a cargo de los arquitectos Elies Torres, J. A. Martínez Lapeña, Joan Bassegoda y Francesc Maña.

La Sierra de Collserolla desde el Boulder del Güell

Güell y Gaudí idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, serán perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político –sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes–, y de la religión católica –en el Monumento al Calvario, ideado en principio como capilla–. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el Templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque. La muralla, que está decorada con franjas rojas y blancas como las que utilizaba la antigua marina fenicia, querría significar que el Park es una nave, o una isla a la manera de la famosa isla Utopía de Tomás Moro, accesible sólo por mar. La "k" de Park de los 14 medallones del muro sugiere que se trata de un parque a la inglesa. La estrella de cinco puntas en la "P" de Park, invertida, como un diablo con cuernos, indica que se trata de un lugar esotérico, y el hacha vecina es el símbolo del trabajo. El Park Güell está pues lleno de simbolismos. De sus siete puertas proyectadas sólo se construyeron tres, con unas rejas consistentes, dos en los extremos del muro ornado y otra en la parte más alta.

Acceso al Boulder del Güell

Es en la proximidad de una de esas cuatro puertas, la señalada como E en el mapa adjunto, aún por construir pero con verja, donde se encuentra el Boulder del Güell. Esta entrada estaba abierta hace años. Desde hace poco el Ayuntamiento la ha cerrado y todos los paseantes que se acercan a ella han de caminar en busca de la entrada de la calle Olot. Hace años, anters de la la aparición de locales especializados tipo rocódromo en Barcelona, los lugares donde podías acudir a entrenar eran tres: >A) El Estadio Olímpico y el Museo Miró. >B) La Fuixarda -la zona cementada con sus picados y presas artificiales- y el Castell de Montjuic. >C) El Park Güell, con su Travesía y la zona conocida como La Cúpula. La Olimpiada de Barcelona 92 acabó con el boulder del Estadio y dejo huérfano al Boulder del Miró, que hacía de complemento. Hasta alguien metió una línea de paraboles en ese muro. La Fuixarda, tras la aparición de los rocódromos, ha evolucionado a lo que ahora conocemos. El Castell era un lugar bonito para ir a practicar la escalada urbana, aunque tenía vías fuertes -6b, 6c- era ideal para principiantes. La última vez que intente hacer algo me lo prohibieron; una muerte misteriosa y prohibido para todos. El Boulder del Güell, no diría que quedo obsoleto, digamos que paso a ser de segunda división por dos motivos: el ya mencionado augue de los rocódromos y sus prestaciones junto con La Fuixarda y la presión del ayuntamiento sobre el parque automivilístico, que ha hecho que muchos conductores aparquen su vehículo en una zona en la que antes como parking era testimonial y afean la práctica deportiva. A pesar de todo opino que el Boulder del Güell es un lugar a tener en cuenta y de cara a la escalada urbana ofrece muy buenas prestaciones. El acceso ya esta marcado en el mapa de arriba. Yo que me acerco en moto sigo la ruta marcada en rojo. Se aparca delante del muro principal. Es un conjunto de tres muros (uno doble, de dos caras), verticales. La práctica más habitual consiste en hacer travesias; al tener muchos años de recorrido, las presas más evidentes están muy magnesiadas y los apoyos algo pulidos. Eso no quita que puedas hacer subi-bajas o ejercicios de bloque. Estos juegos de bloque eran habituales hace años, ahora con los vehículos aparcados a tus espaldas como craspad para las caídas tontas o las provocadas por la inercia de los pasos fallidos no son los más aconsejable. A pesar de ser travesias y de predominar los agarres y apoyos de regleta, hay suficiente repertorio gestual como para darte la impresión de que estás escalando en roca de verdad. No sólo trabajas dedos, sino también los antebrazos y la espalada. Lo único triste es que cuando las travesías ya estaban institucionalidas alguien no debió quedar muy conforme con sus propios resultados y se dedicó a picar/retocar unos cuantos agarres y su exigencia bajo. La roca tiene buen tacto a pesar de los años siempre que haga sombra, a partir de las 13:00 horas ya empieza a dar el sol en los muros 1 y 2 y agarres y apoyos se empiezan a complicar. En el muro 3 empiezas a tener una sombra aceptable a las 14:30 h. (no tienes el sol en los ojos). Para acceder al Muro 1 puedes continuar y bajar hasta ella por un sendero que a la izquierda al final del muro 2, cuando te metes bajo los árboles (tanto a pie como en moto). Es un muro discretamente inclinado. Es ideal para principiantes y novatos aprendan a moverse. Los agarres y apoyos son buenos, por lo tanto no da muchas dificultades.

Boulder del Güell: Muro !

El Muro 2 es el más conocido. Es ese largo muro coronado por la torreta casi al final. Yo lo tengo dividido en cinco partes. La idea, mi idea, es hacer la travesía de cada zona, ya sea de izquierda a derecha o derecha izquierda, poco importa. El juego consiste en empalmarla todas e ir de una punta a la otra; yo lo he visto hacer ida y vuelta de una vez, sin caída. Eso es mucho, es brutal, aún cuando te conozcas los pasos, cómo hacerlos, donde descansar, etc. La Travesía A es la más sencilla. Desde el extremo izquierdo del muro a la puerta metálica. Hay mayoría de agarres y apoyos buenos o muy buenos, con algún movimiento en que aprieta más; ya hay alguna presa pequeña y algún pie discretamente insinuado o que queda algo lejos. Es la zona de calentamiento y la más idónea para gente con poco nivel.

Boulder del Güell. Muro 2 y Travesías A y B

La Travesía B. Desde la verja metálica hasta llegar al primer desnivel del muro después de la torreta; hay una presa lateral muy buena, que te la pones en la cintura y haces un paso largo hasta casí llegar arriba. Es una travesía que alberga movimientos sobre agarres y apoyos en general buenos, pero pocos cazos, algunos agarres miserables. Es más difícil que la anterior y con algún momento muy tenso. Sería la siguiente travesía a trabajar, irse sacando los pasos y a medida que se gana nivel irlos encadenando todos.

Boulder del Güell. Muro 2. Travesías B y C

La Travesía C. Desde la presa lateral de la frontera con la travesía B hasta una buena y profunda presa alargada. La Travesía D. Desde esa presa alargada hasta un buen agujero redondo. Ambas son muy similares. Son las que tiene el repertorio gestual más difícil, presas pequeñas y cañeras, apoyos difíciles... La Travesía E. Desde el agujero grande y enorme hasta el extremo derecho del muro. Continua y bien equilibrada. La considero la más bonita, tanto hacia allí como hacia allá.

Boulder del Güell. Muro 2. Travesías C, D y E

El Muro 3. Hasta hace poco estaba olvidado. El hecho que lo hayan limpiado de árboles y arbustos ha posibilitado que se empiece a trabajar sobre el, marcando, limpiando y retocándolo para la práctica de la escalada urbana. Esta en sus inicios, es prometedor. El entorno es más jardinesco, menos agobiante y augura metros y metros de travesia,... Sólo dos peros, Uno que aún esta sucia y los agarres o los apoyos te crujen o se requebrajan; ahi que ir con un trapito o un cepillo para limpiarlo en estos casos. El otro pero es que al estarse acondicionando hay algún picado no digo innecesario pero si que excesivamente bueno. Pero en todo caso agradecido a los que se dedican a ello.

Boulder del Güell. Muro 3

Yo básicamente trabajo el Muro 2. Al ser vertical ,teóricamente me va bien para rehabilitar el perone fracturado, pues hago mucho ejercicio de puntillas por un lado y al cargar favorezco la teórica calcificación del callo. Caliento en la Trave A, ida o ida y vuelta según como se me carguen los antebrazos ese día. Cada Trave consume unos 10-15 minutos, los mismos que me tomo de descanso entre pegue y pegue, mientras tomo el sol. Después doy un pegue a dos Travesias chungas, B, C o D; las acabo aunque me vaya caiga varias veces. Me noto más fino que al principio si bien aún no he encadenado ninguna. Alterno el sentido Izquierda-Derecha para no cargar más un sentido que otro. El cuarto pegue es a la Trave E. Desde que trabajo las anteriores Traves no la he vuelto a encadenar. Ya llegará. El Muro 3, sólo lo he podido tocar dos días que he ido tarde y ahí hace sombra. Tiene posibilidades y no lo veo fácil, pero siempre lo he tocado al final, cuando ya voy muy cansado. A día de hoy acabo bastante tocado tras estas sesiones, me recupero en 24-48 horas.

El Tibidabo desde el Boulder del Güell

Este muro principal tiene un muro accesorio en la calle que se ubica debajo del mismo. Se accede a través de una senderito que nace en el punto más distal de la barandilla.
En teoría debería ser un muro fácil pues sus agarres son grandes o muy grandes. Pero tiene el pequeño problema de que esos agarres están muy marmolizados; enfermedad que aún no afecta de forma tan severa al principal.
Como detalle añadido decir que hay rutas/itinerarios marcados con números que pueden llegar a unos 100 movimientos. Cuando los agarres tenían tacto debían estar muy bien, ahora depende de que la temperatura del día haga más o menos patinoso el mármol.







La 4º zona conocida como La Cúpula en el argot, Refugio de Los Carruajes de nombre real, la nombro sólo de pasada. Dada la posibilidad y oportunidades que ofrece Barcelona de entrenar bajo un entorno desplomado ya sea en La Fuixarda ya sea en rocódromos, privados o conocidos -GymRock, Deu Dits, El Forat, Climbat, Freebloc- considero que a día de hoy es un entorno obsoleto para ir a entrenarse y una falta de respeto para el parque, la ciudad y los visitantes el dejar marcado de magnesio lo que se considera Patrimonio de la Humanidad desde 1.984.

Park Güell. El Refugio de los Carruajes

Que lo disfruteis.

ACTUALIZACION 2020.-

Con motivo del confinamiento y las restricciones deportivas en la epidemia por el COVID-19 una de las opciones para lo barceloneses era volver a lo básico: regletas y pila en el Bouklder del Güell, asi lo hice.
Y me encontré con que habían cambiado algunas cosas.
El Boulder principal apenas había cambiado, mismo tacto, mismas posibildades de que el gato te patine y que habían instalado unos postes para evitar que los coches aparcaran encima de la acera. De ese modo podías hacer travesias con toda la comodidad que te da el que los antebrazos se te hinchen y los dedos te duelan.





Que la cara posterior del Boulder, la que debería quedar a la sombra gran parte del día se ha transformado en un lugar para perros.



Supongo que cuando acabe esto y las cosas vuelvan a la normañlidad el uso del Boulder también disminuira; pero seguirá estando ahí para todo aquellos que deseen probarse y entrenar en él.



Y el fósil del Boulder del Güell.