Indignado Con Los Indignados

La vida es una aventura que merece ser vivida pero a veces es compleja y en ocasiones complicada y puede que hasta difícil; por eso para hacerla manejable estas circunstancias se reducen a expresiones genéricas y muy simples, a veces demasiado.
Y esta idea tan simple, desligada del entramado que la hace nacer, puede ser infantil e inmadura.
Y yo pienso que básicamente el 15-M es un conjunto de ideas infantiles e inmaduras pues están huérfanas y se basan en tópicos.

Se tiene conciencia de que ahora vivimos en un mundo globalizado. Los ajustes y desperfectos que ocasiona la globalización y la interconexión económico-cultural crean y dan problemas y sus consecuencias dan motivos para estar indignado, enfadado y otras muchas cosas más. pues muchas decisiones importantes (económicas o políticas) se toman en determinados centros de poder supranacionales. La soberania de los estados es una soberania obediente. Con frecuencia los gobiernos de las naciones se ven obligados a tomar un camino de reformas en contra de su voluntad, pero consensuado con el resto de sus socios. Sin embargo, y a pesar de esta nueva situación, la gente sigue preguntando a los políticos domésticos si van a hacer esto o aquello. Son preguntas desenfocadas. Ya querrían los interrogados decidir. Pero no pueden. Tal es el caso de los gobernantes de las naciones subordinadas, económica y políticamente, a organizaciones grandes. Tal se encuentra España en la Unión Europea.

Y los derechos,...
Los derechos cuestan dinero, no caen del cielo. Como algunos piensan y otros hacen creer.
Cuando no hay dinero no hay derechos. No hay según que derechos.
Si alguien tiene 50 para gastarse, y tira de VISA para vivir como si tuviera 80...
Cuando se le acaba el crédito de la VISA y no hay recursos para generar más dinero y por tanto riqueza y por tanto mantener ese ritmo de vida... ¿Que le queda?.

Pues eso...

Me llamo Paco

Pero no es una una excusa para perder el norte y la confianza en la misma sociedad.
A mi no me representan los que dicen que este sistema no les representa. Y de paso se sienten moralmente superiores a la mayoría social que si cree en él impidiendo y obstaculizando su normal funcionamiento

Según se argumenta: Lo que estamos viviendo en Europa es una oleada espontánea de indignación, una movilización contra una clase política que ni da ejemplo ni resuelve nada.
Una cosa son los efectos y otra las causas. Los efectos son las protestas, pero las causas vienen de raíces muy profundas. El descontento no va a desaparecer si no se abordan los problemas de fondo.
No hay que mirar el dedo sino al lugar que apunta. Y apunta a la falta de ejemplaridad de los políticos, a los excesos de los banqueros, a la corrupción rampante, a la incapacidad del sistema para exigir responsabilidades y para ofrecer una respuesta a la crisis.

Es que ese tampoco es el problema de fondo, es una consecuencia de ese problema, visible y molesta. Pero imposible de erradicar, se puede moderar, vigilar,... lo que se quiera, pero erradicar no. Va en la naturaleza humana. Para que las cosas de los hombres funcionen es necesario un cierto grado de corrupción. Te lo enseña el día a día.

El problema es la sociedad. Los individuos que conforman la sociedad. Se plantean las cosas como si los políticos y la banca fueran de otro país, extranjeros o de otro planeta. Estos estamentos están formados y conducidos por personas. Y no son diferentes de los que hay en el resto del país. Como sean los ciudadanos del país así se comportaran sus órganos de función y gobierno. Porque si nosotros en nuestra vida y trabajo diario creemos que lo hacemos lo mejor posible para nosotros y el resto de la sociedad ¿creeis que el resto de las personas no?. Entonces ¿Con quien hay que estar indignado de verdad?

Porque a ver, esto en principio sólo fue bonito e interesante los dos primeros días en los que hablo de renovar la vida democrática del país, luego cuando se empezó a mezclar churros con merinas (educación, vivienda, fiscalidad,...) era que este movimiento se había contaminado.

Y es que esto de las asambleas esta muy bien, tanto que las aborrecí en la universidad porque era la manera con que una minoría obtenía una representatividad que le permitía sortear a la mayoría. Una minoría gritona se impone al sentir y deseos de la mayoría.

Un policia intenta convercer a unos manifestantes que desalojen la calle a través de un megafono prestado por ellos mismos. Miles de manifestantes del movimiento 15-M han intentado que los parlamentarios catalanes no accedieran al Parlament de Catalunya rodeando todo el Parque de la Ciutadella. Foto -por si no queda claro- de David Airob, de La Vanguardia

En palabras de un innombrable a otro (pues este último usa pseudónimo): “Tú que tienes experiencia sindical y de la izquierda, y sabes bien que asambleas de este tipo se controlan fácilmente con veinte oradores bien coordinados”

Y como gran, sino la mayoría, de las ideas de los indignados parecen sacadas de manuales y partidos de izquierda o anarquista -no hace falta que vayan con una chapita en la solapa luciendo símbolos para identificarse, bastan con que sepan hablar, con que sepan de lo que están hablando y de tener mano en estas situaciones-.
Y los estamentos gobernados por partidos afines, según otra fuente, pues...
Y es como la razón es suya, según su forma de ver las cosas; como suyas son la verdad, le decencia y la democracia cualquier manifestación que niegue legitimidad a instituciones gobernadas por sus adversarios goza ya, desde su respaldo activo o tácito...
Los que mandan todavía ahora esgrimirán como bandera para ganar en la calle lo que les nieguen las urnas. Para eso están ensayando desde el pasado 15-M.

Que un día les zarandean un poco o les tiran un poco de pintura,... bueno no se hace una tortilla sin romper el huevo y hay que guardar las formas y las apariencias.

La democracia de quienes agreden a una democracia no es la democracia. Es la acracia de unos cuantos.
Es entendible que no se crea o no se tenga confianza en el maquinista -el partido político gobernante por caso- pero no es entendible que no se crea en el tren -la democracia, el sistema de gobierno, la voluntad de convivencia-.
Los demócratas quieren la supremacía de la Ley como garantía de unos derechos, definición de los deberes y protección de las libertades de todos; los ácratas pretenden la destrucción de toda autoridad y la soberania del caos instintivo. Su disfraz de democracia conlleva la aniquilación, no sólo del sistema actual, sino de la entraña misma de la democracia.

El 15-M ha sido desbordado por los antisistema violentos y se arriesga a reducirse a una corriente fanática. Los que iniciaron esta aventura corren el riesgo de verse engullidos y perderán el indicio de criterio que apuntaban. Los indignados no se representan más que asi mismos y pierden la razón cuando insultan, hostigan, coaccionan, vejan y embisten.

Si esta gente quiere cambiar algo que se constituya como partido y que se presente a unas elecciones. La propia democracia permite ser cambiada desde dentro, siempre que se obtenga la mayoría necesaria para ello y se respeten las reglas de juego.
El no a ello ya sabemos como acaba. La sopa de ajo está inventada hace muchísimo tiempo y otro camino, basado en el buenismo bien intencionado y que en base a asambleas se arregla el mundo, sólo conduce a un sistema totalitario o dictatorial sea teocrático o laico. La historia de la humanidad está repleta de ejemplos
El principal problema del 15-M es su indefiniciión, desarticulación y falta de liderazgo. Lo preocupante no es que sus propuestas sean muy utópicas, oscuras e inconcretas, sino la carencia de un diseño para exponerlas y alcanzarlas. Un grupo no puede crecer y mejorar sin conduccción.

De acuerdo con Ortega (para un sabio que tenemos pues utilicémoslo): “Abandonada a su propia inclinación, la masa tiende siempre a destruir las causas de su vida”. En nombre de una democracia imprecisa, la masa impugna la democracia realmente existente, que es la que permite manifestarse y protestar exigiendo el máximo disfrute de todos los derechos, por supuesto, sin reconocer una obligación, sin conciencia de servicio, que es otro de los rasgos de la masa informe.
Pues lo dicho, estos que se dicen no representados, que aspiran a vivir “sin supeditarse a moral ni responsabilidad alguna” a mi no me representan.
Es siempre muy fácil y exento de responsabilidad el criticar los toros desde detrás de la barrera que bajar al ruedo y decirles a los demás que resuelñvan los problemas que bajar a la arena, cojer el capote y torear el toro. Son los que se atreven a asumir dicha responsabilidad los que merecen no sólo atención sino un voto de confianza; son estos emprendedores, esos que se implican quienes merecen tener en su manos la oportunidad del cambio. No la minoría que solo se representa a si misma.

Mezclar Churros con Merinas

De un articulo -principal- de Justino Sinova, de su columna El Revés de la Trama en El Mundo 17 de Junio de 2011 y otras columnas de opinión de la prensa.