Guiados por el espíritu constructivo de conocer sitios nuevos, y de paso meternos en líos donde no nos llaman, hemos echado mano de la nueva guía de Escalada Esportiva a La Vall de Ribes y hemos ido a intimar con uno de los sectores reseñados en la misma; el sector La Tomba de la zona de El Pont de La Cabreta, que sobre el papel podía ofrecer bastantes horas a la sombra en esta época ya estival.
Las zonas de las que nos informa la guía están ubicadas en o por encima de la población de Campdevànol (Ripollès) y situadas en un margen o en otro de la N-240. La zona de El Pont de La Cabreta es la primera de la que nos informa tras dejar atrás la archiconocida Roca Roja de Corones (ubicada encima de la población de Campdevànol).
El Pont de La Cabreta es un puente del siglo X, de estilo románico, restaurado y de acceso libre.
El valle del Freser separa las sierras de Covallera al E y la de Montgrony al W.
El puente de la Cabreta cruza el río Freser y marca el término, precisamente, entre los pueblos de Ribes y Campdevànol.
Del puente en cuestión hay muy poca información y parte de ella ya se ofrece en el panel informativo junto a la cabecera izquierda. Es una obra antiquísima que formaba parte del camino que unía el Ripollés con la Cerdeña.
Antes de construirse la carretera de Barcelona a Puigcerdà, el Pont de La Cabreta era de paso obligado para todos los viajeros que se dirigían a la Cerdanya.
Su nombre quizás guarda relación con la de uno de los nobles de la zona, Oliba Cabreta, a cuyas expensas pudiera haberse construido( aunque de ser así se conocería como Pont de Cabreta, supongo). Ciertamente, existe un Oliba I de Cerdeña-Besalú llamado Cabreta que vivió en el siglo X. Fue conde de la Cerdeña con dominios en los pagos de Berga y del Confient entre los años 968-988 y también conde de Besalú con dominios sobre los pagos de Vallespir entre los años 984-988 además de conde de Ripoll. Falleció en su retiro como monje en el famoso monasterio de Montecassino en el año 990. Era el cuarto hijo del conde Miró II y por lo tanto, nieto del mítico Wifredo el Velloso. También se cita este puente como paso obligado en las correrías del no menos legendario Conde Arnau hacia Sant Joan de les Abadesses.
El trabajo de (JBM) en la “Catalunya Romànica” llega a la conclusión, después de medir y verificar la actual construcción del puente, que esta fue rehecha en época moderna, seguramente al haberse hundido la parte románica, a raíz de alguna importante riada, y añade que, al ser construida la carretera, se debió de transformar el extremo oriental del puente, para dejar pasar esta vía, motivo por el cual, en este extremo el puente hace un ángulo.
Las obras de rehabilitación parece que se realizaron en 1.996 bajo dirección del Servei de Monument de la Diputació de Girona.
Con la última reforma de la calzada se han abandonado segmentos de curvas muy cerradas, facilitando el trazado. En esta ocasión, el tramo viejo se ha reconvertido en zona de aparcamiento -un tanto cutre- pero que permite al viajero hacer una parada para visitar o contemplar el monumento.
ACCESO.-
Según la guía Escalada Esportiva a la Vall de Ribes hay tres posibilidades de acceso.
Una de las opciones era atravesar el río, luego llegarse a la vía del tren, de la línea de Ferrocarril de Barcelona a Puigcerdà, y seguir un camino de marcas amarillas. Se aparca en una explanada que hay a mano izda (subiendo desde Campevànol) entre los km 123,5 y 124, antes de llegar al 124. Por la cantidad de agua que llevaba el río la descartamos. Es una opción para épocas secas, con el río con muy poco caudal.
Las otras dos opciones de acceso utilizan el parking de El Pont de La Cabreta, sito en la explanada que hay en dicho puente, en el km 123,5.
Una opción consiste en acceder a través del Sector La Tomba Esquerra y la otra desde La Tomba Dreta, vía camino marcas amarillas y caminando por la vía del tren. En principio escogimos esa segunda opción hasta que nos paramos al llegar a la vía del Ferrocarril de Barcelona a Puigcerdà para consultar el mapa. Mientras estábamos entretenidos en esta tarea de consulta le dió por pasar a un tren. Como dedujimos que sino nos hubiéramos parado a consultar el mapa posiblemente nos lo habríamos encontrado de cara (¡lagarto, lagarto!), nos dimos la vuelta y accedimos por el sendero que conduce a La Tomba Esquerra.
En realidad, al final del día, usamos los dos accesos; uno para acceder y otro para regresar.
Las indicaciones que da la guía, una vez estás en el terreno y las vas siguiendo, son bastante correctas; sólo hay un par de detalles que no están en las indicaciones pero con un poco de vista se solventan.
Acceso por La Tomba Esquerra.
Caminamos por el Pont de la Cabreta. Al llegar a las edificaciones giramos a la izquierda y andamos dirección a la central eléctrica. Giramos a la derecha y vamos caminando hasta encontrar el puente que pasa por debajo de las canalizaciones. Pasamos por él y subimos hasta estar a la altura de la canalización. Desde aquí hay que subir en perpendicular por un sendero insinuado, bien a través de la arboleda, bien a través de unos repechos rocosos, en busca de una torre eléctrica. Dicha torre no es muy visible desde esta situación. Si nos ponemos mirando al norte quedaría a nuestras 10.
Es un sendero con señales de tránsito pero muy poco usado.
Hay algún hito pero muy testimonial.
Al llegar a la torre eléctrica seguimos subiendo hacia arriba. En un punto intuiremos que hay que girar a la derecha. En pocos metros el sendero se hace más claro. Caminamos en paralelo a la pared, que apenas se vé a través de los árboles y a nuestra derecha una malla de árboles nos separa del vacío. Es un sendero muy aéreo pero no da problemas en su recorrido.
Caminamos hasta llegar a una pared de calcáreo marrón.
Si giramos a nuestra izquierda y subimos un pequeño repecho rocoso ya estaríamos en el sector La Tomba Esquerra. La cuerda fija que hay al principio es para acceder a un grupo de vías antes de llegar a la repisa que hace de pie de pared.
Si giramos a nuestra derecha el camino resigue la base de la pared, en bajada. Al final de ella hay que subir por un pequeño repecho rocoso, a nuestra izquierda, que nos deja en el pie de pared de La Tomba Dreta.
Acceso por La Tomba Dreta.-
Tras dejar atrás El Pont de La Cabreta nos fijamos en las flechas amarillas de las edificaciones y les hacemos caso.
Nos adentramos caminando por el sendero en el bosque. Hay marcas amarillas, rojas y azules por el camino.
Llegamos a la vía de ferrocarril. Hay un túnel a nuestra izquierda y hay que caminar hasta las proximidades del que queda a nuestra derecha. Como dice la guía, Bajo Nuestra Responsabilidad, vamos caminando por los laterales de la vía del tren, primero es mejor el margen izquierdo y a medio camino el derecho también parece ser lo bastante seguro.
Antes de llegar al túnel hay una gran fita a nuestra derecha y con las marcas de colores ya mencionadas.
El sendero nos hace pasar por encima un puente encima de la vía.
Pasamos por la puerta de un cercado metálico.
A nuestra izquierda encontraremos un abrevadero metálico color óxido con los nombres del sector El Canal, en azul , y del sector Estegalella, en rojo, escritos en él.
Nosotros seguimos el sendero que empieza a subir con las marcas en amarillo, bastante numerosas, ignorando las otras.
Al sendero va caracoleando y subiendo con tendencia a la izquierda.
Poco antes de llegar a La Tomba Dreta hay un cercado de cable metálico, posiblemente activado. Hay un punto de montaje y desmontaje a nuestra derecha.
Tras dejarlo atrás y en poco metros ya estamos en el pie de pared, encontrándonos primero con la líneas que quedan más a la derecha del todo.
Recorriendo todo el sector al llegar a su izquierda es factible acceder a La Tomba Esquerra; se baja el repecho rocoso, a la altura de la Diedrenstein, y se resigue la pared subiendo hacia la derecha.
Las diferencias entre el estado de los senderos de ambos accesos nos hace suponer que este es el más usado. En teoría es el más largo pero igual es el más cómodo.
Ya que es un sector cercano, y visible, desde la carretera el tiempo acceso, una vez conocido el camino y sin contratiempos, debe rondar los 15 minutos o menos.
ESCALADA.-
La Tomba Dreta es vecina de la Tomba Esquerra y, en ambas, sus líneas vienen a tener la misma altura, en general entre 15-22 metros.
La Tomba Esquerra es una pared de calcáreo marrón y con trazados de dificultad media baja y media alta, mayoritariamente.
Tiene sombra un poco antes de las 12.
La Tomba Dreta es una pared mayoritariamente de calcáreo gris y con trayectos mayoritariamente de una dificultad entre baja y media baja (hasta 7c?).
La adherencia de los pies de gato es bastante buena pero el tacto digital da la impresión de ser por momentos algo lavado-jabonoso, sobre todo a la hora de trabajar los romos.
Tiene 3 secciones. Una a la izquierda del todo, sobre una tarima rocosa, donde hay pocas líneas. Las otras dos, la central y la de la derecha están separadas por un grupo de árboles; la central es la que agrupa más vías y la de la izquierda tiene un pie de vía con aspecto de más abandonado.
Equipada con paraboles en prácticamente su totalidad (una con algún químico, un 6b que queda a la derecha del todo). De las líneas que probamos, salvo en una en la que molestaban más que ayudaban están bastante bien dispuestos. Reuniones de mosquetón o de anilla.
Yo encontré el croquis de la guía algo confuso en su zona central, básicamente porque hay vías que no están equipadas. Son futuribles, a equipar vete a saber cuando, pero como te las indican en los croquis tiendes a pensar que son reales. Eso dió algún problema de ubicación.
Algunos agarres están reforzados con resina.
Las vías de continuidad son escasas, en general predominan las que tienen problemas de bloque en su recorrido.
El pie de pared es bastante cómodo.
Bastante nombres en el pie de vía.
Cuando el día es largo la sombra llega a la pared sobre las 13 h y al pie de vía sobre las 14 h.
EL DÍA.-
Aprovechando la novedad de la guía, les propongo a Gemma y Pol conocer alguno de los sectores publicados. Por eso del sol y la sombra y por la dificultad reseñadas según las indicaciones de la guía el de la Tomba Dreta era bueno como toma de contacto y para sacar provecho del día.
Dedicamos su tiempo ha encontrar el acceso a este sector, pues los probamos todos.
Exploramos el terreno y aún bajo el sol empezamos a escalar. Por la posición del sol no quedaba mucho y pronto tendríamos sombra. El día acompañó bastante y la temperatura fue bastante buena.
> Undertaker, V+.
No es que sea una belleza o que tenga su atractivo, pero es la línea más fácil, sin contar el IV.
El inicio lleno de plantas no inspira mucha confianza.
Todo consiste en resolver un pequeño paso ya en la, digamos, zona noble de la vía.
> El Bosch Encantat, 6a/a+.
En la piedrecita al pie la orientan de 6a y en la guía de 6b. Yo me quedo con un 6a/a+.
El itinerario y los problemas que has de ir resolviendo mientras escalas me gustaron bastante pero la ubicación de unas cuantas chapas en las que te ves obligado a asegurarte en situaciones comprometidas, que se podían haber obviado, hace que no tenga un opinión muy favorable de la misma.
> El Diedre Infernal, la línea problema/propuesta, 6c (mínimo) o más.
> El Diedre Encantat, la línea lógica, 6b.
Es el itinerario que nace a la izquierda de El Bosch. Tiene dos opciones de trabajo, y queda claro que la lógica es la que se pone como combo en la guía y la otra no lo es tanto pues rompe la lógica de siempre por la opción más fácil y es más un problema de escalada, una proposición de juego.
Los pasos de entrada son tensos, sobre agarres un poco raros y no son fáciles.
Luego viene un tramo muy agradecido hasta que contactas con El Bosch Encantat, los mismos agarres. Si continuas por El Bosch es la variante lógica conocida como Diedre Encantat.
Si lo que deseamos es complicarnos la vida desde esa situación hay que pillar un bi-tridedo con la izquierda e ir al lío.
Es una sección técnicamente muy compleja entre la penúltima y la última chapa. Gemma, en top, fue capaz de sacar una secuencia que le dejó mentalmente agotada y yo no fuí capaz de hacer nada útil. De la última chapa a la R se vuelve a dejar hacer.
> Diedrenstein, 6a+/b.
Este magnífico problema de inicio algo desplomado que escalas en modo fisura alternado con modo diedro según la situación nos salvó el día.
Añadir que si se viene a escalar a este lugar hay que marcharse con este problema en el bolsillo; es pecado no hacerlo.
> La Xorrera Posseïda, 6c+ mínimo.
Un línea guapa y que sería francamente adictiva y recomendable sino fuera por un pedazo de paso a bloque, entre la 2ª y la 3ª plaqueta, que no hubo manera ni de marcar. Nos faltaba un agarre como mínimo; o lo no supimos encontrar o ya no se encontraba pues había pasado a mejor vida.
La chorrera guapa y con bastantes posibilidades de trabajarsela de varias maneras, y la sección tras “el paso” humana y que se deja hacer. Es mejor apurarla en su vertical, a partir de la bola sikada, todo lo posible antes de que se junte con la vecina de la derecha, Paraboltergeist.
Y tras un par de pegues a esta última vía, en el último ya con las fuerzas justitas, decidimos acabar el día.
El lugar no está mal. A falta de otras referencias lo que quedó claro tras la visita es que para disfrutar de este sector hay que venir con un grado competente de 7a+/b mínimo. Los bloques que nos encontramos era duros.
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