Óskar, Lauri y yo hace poco hicimos una visita a Can Figuera, ya en uno de esos días en los que por momentos la patita del verano asoma por debajo de la puerta con todas las de la ley, en ocasiones son momentos muy largos.
Y aunque por la previsión el día se debía ir llenando de nubes conforme pasaban las horas, sufrimos el impacto solar casi todo el día, y sólo a última hora hicieron éllas acto de presencia y de paso se acompañaron de alguna gota suelta. En este aspecto creo que tuvimos suerte pues de regreso a Barcelona pudimos comprobar que en otros lugares la lluvia debía haber ocasionado una escalada-interruptus. O sea que aunque caldeados y abarasados pudimos apurar la jornada hasta el final de la piel de nuestro dedos.
Y es que Can Figuera no es un lugar para nada mediático, no muy visitado y la vías conservan el tacto y la abrasión del primer día, salvo las del desplome rojo que esas si que son las más trabajadas. Las líneas del desplomillo rojo son las más atractivas, el resto son vías a bloque, cortas (8-15 mt), en lo que lo habitual es solventar un pequeño bombito de una o dos chapas y el resto de trámite. Eso no quiere decir que no haya problemas que sean interesantes, la cuestión es la de siempre: conocer los que valen la pena.
Muchas vías son un plus más difíciles de lo reseñado en los croquis y solo unas pocas se ajustan a lo orientado; y alguna de forma anecdótica se puede tirar a lo bajo.
Y en alguna, sobre todo en las de desplome rojo conviene entrar con la primera ya chapada.
Montamos el campo base en la zona izquierda de esta escuela.
> Ona, V+.
La primera bajo el sol ya es una muestra de ello.
Para nada un IV consiste en sortear un bombo, y más con un paso algo complicado, sino te agarras al árbol, y difícil de asegurar.
Luego trámite ramposo hasta la R.
A causa de la cuestión solar no vamos todo a la izquierda, que tiene unas líneas a la sombra.
> Sri-Lanka, V+.
Línea con un pasito delicado a la altura de la 2º chapa a la que el V+ creo que le cae bien.
Luego, tras el puente de roca, hay una sección de trámite; sumar metros.
> Absenta, 6a+.
Este problema es muy mantenido y no tiene tramos extras, altamente recomendable a pesar de que no parece gran cosa visto desde fuera. Lo que se ve te exprime y hace que te esfuerces al máximo, sobre todo para superar la zona central.
El tamaño de los dedos influye a la hora de negociar los agarres.
> Trempera Matinera, 6a.
Trazado con una sección complicada en sus dos chapas iniciales, para nuestro gusto bien graduada (V+ duro o 6a) y una llegada a la r con alejillo pero muy buen agarre.
En las reseñas pone que comparte reunión con Ona, la vecina de la derecha. No es así, tiene una R independiente.
> 12 del 12 del 12, 6a.
Similar a la anterior.
La entrada algo más concentrada y luego hay que gestionar una gran roca de tipo “panic” antes de llegar a la reunión.
> Del Saltimbanki, 6a.
La había escalado hace tiempo y me pareció V+, con un pasito técnico-postural.
Hoy a nadie le pareció eso y yo ese pasito no lo he sabido ver. Superar la primera chapa de forma directa nos pareció francamente difícil y todos salimos tocando, o por, la 12 Del 12. Luego toca negociar otra vez la “roca panic” anterior pero por el otro lado.
> Els Tres Rocs, 6a+.
Problema guapo y de continuidad, de los más repetidos; porque lo vale o para calentar si va afrontar otros de más calibre.
Conviene salir con la primera chapa, la entrada a base de romos no es fácil y te puede dar un susto. Superada la entrada en cuestión de ir gestionando los reposos que hay para afrontar con garantías el pasito llegando a la reunión.
> Kstellet, 6b+.
Continuidad, con un pasito central y otro algo difícil de ver para entrar a la R.
Al estar encajada entre Els Tres Rocs (derecha) y Peix de Foix (izquierda) tiene muy pocos agarres propios. Escalas entre ambas vías y según el punto tocas agarres de una u otra. De esa guisa y bien gestionada no la veo de 6c, y como 6b+ puede que fácil.
En el desplomillo naranja hay sombra sobre las 14:30 h, no así en el pie de vía. Y por los romos de la entrada es aconsejable entrar con la primera chapa pasada.
Escalar al sol empieza a ser poco aconsejable y, dada la penuria de caras norte, escalar se convierte en una empresa de media jornada, mañana o tarde, a pesar todas las horas de sol que hay disponibles.
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