Visita a un nuevo subsector de Les Casetes Est, Les Casetes d’en Muntaner/Vallirana, equipada por Escofet/Peña, el Antípodas.
Es un muro del Turó de Cal Beco separado de la franja principal y más conocida.
Hay varias opciones de acceso pero para no liarla con más senderos, caminos y atajos lo más práctico para empezar es llegarse hasta el subsector Rototom. Al final de este subsector el sendero se bifurca en dos. La rama de la izquierda resigue el pie de pared y sube suave hasta conectar con una pista que corona el Turó por arriba.
Hay que caminar por el sendero de la derecha, muy marcado, y andar por él un ratito, unos 5 - 7 minutos. Al cabo de un rato a nuestra izquierda se observa una pequeña edificación construida con piedra. Más adelante, y a nuestra izquierda, hay una pequeña formación rocosa. A los pocos metros de dejarla atrás ya se observa la formación rocosa que recibe el nombre de Antípodas (por qué hay una vía que tiene ese nombre). Tras pasar por debajo de un arbolito caído hay que buscar, a nuestra izquierda de nuevo, el sendero de acceso en el que tras superar un pequeño repecho nos sitúa en el pie de pared.
La pared tiene unos 18 metros de altura y la morfología de la roca es idéntica a la de la pared principal. Son vías de grado muy bajo, V-6a/a+ y algún 6b (a confirmar) y no aportan, en referencia a la escalada que ofrece el núcleo principal, nada nuevo a lo ya conocido. Es un subsectorcito aislado, puede que ofrezca más tranquilidad, y suma más líneas a las ya conocidas.
Las reseñas están en la guía Barcelona y Alrededores Sur.
Pie de vía aceptable y bueno y, ahora cuando el día es largo, sombra parcial a partir de las 15 y total a las 16 h.
Este subsector es una novedad, debe tener cerca de un año de vida como mucho, y como el tipo de escalada y grado que ofrece esta zona es algo que me va bien, y no me deja muchos residuos para el día de después, pues era cuestión de tiempo el encontrar un momento para ir a conocerlo en persona.
Así que una pequeña expedición formada por Antonio y Gemma, y comandada por mi, nos pusimos en marcha. Antonio y yo llegamos primero y, tras perdernos un par de veces, tuvimos la oportunidad de encontrarnos con Gemma en el Rototom y así los tres llegamos juntos a ese destino.
Llegamos sobre las 15, con sol pero ya habían algunas vías a la sombra.
> DIE-DRAC, V+.
Es un quintillo de ejecución lenta, laboriosa.
> CANTAMAÑANAS, 6a/a+.
Hay un pasito técnico y de apretar al poco de empezar. Es el tramo más complicado.
En la segunda mitad todo subimos con tendencia a la izquierda de donde estaban ubicados los seguros, que por donde los agarres tenían más cara y ojos.
> LAZARUS, 6a.
Toda la dificultad está en la entrada y los tres la gestionamos de tres formas diferentes, hasta empleando un paso de rodillas. Una vez de coges el truco queda de 6a contando que lo que viene luego es una escalada disfrutona sobre agarres buenos o muy buenos, de ir haciendo y reposando.
> LA DERIVA, 6a. (Orientada de 6a+).
Si la línea anterior tenía un paso concentrado y luego era continuidad, este trazado es todo continuidad sobre agarres buenos, no tan gigantescos como la anterior, y movimientos en ocasiones algo largos, o muy largos si eres bajito.
> BROKEN TREE, 6a (Orientada de 6b).
Es un trayecto que visualmente infunde algo de respeto, pues se vende en la guía como el más difícil de los que íbamos a probar en este día, pero en cuanto tus manos tocan los agarres, ves que son generosos y que no vas a encontrar la resistencia que esperabas a la hora de solventarla. Luego toca escalar y sentir un escalofrío de yu-yu cuando tras la última chapa te coges a un escudo de aspecto precario para ir a chapar la reunión.
> BELLERIVE BLUFF, 6a+.
Este problema sí que fue un problema; fue lo más completo que escalamos en el día, y además al final.
Tiene dos puntos negros: una sección a la entrada, que se gestiona bien pues los apoyos son claros y se encuentran bien, y la sección de llegada a la reunión, que a los tres nos dió problemas, y donde te juegas el encadene pues cuesta encontrar los agarres que te van a ir bien.
Para ser tres escalamos un número aceptable de vías, ayudó que la pared sea “corta” y que el grado fuera muy asequible; excepto la última eran bastante sencillas y asequibles con toda la dificultad concentrada en una pequeña sección. Recogimos a un hora prudencial, sobre las 20, por eso de los posibles embotellamientos de tráfico de regreso a casa, y que al día después había que dar el callo.
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