La gente me dice que es pecado
saber y sentir demasiado interiormente.
Yo todavía creo que ella era mi alma gemela
pero perdí el anillo.
Ella había nacido en primavera
pero yo nací demasiado tarde.
Échale la culpa a un simple giro del destino.
Simple Twist Of Fate, -Blood On The Tracks- (1975).
No fue sólo la musa del Bob Dylan juvenil e imberbe, Suzanne Rotolo fue una de las musas de una generación y de las han venido luego. Ella era la rubia en la esquina de Jones y West 4th del Greenwich Village neoyorquino. Ella camina sonriendo mientras coge del brazo a ese chico vestido con camisa azul, chaqueta color tabaco y las botas enredadas en hielo.
Después, con la fama, todos los chicos deseaban tener a su chica sonriendo, caminando a su lado y cogida de su brazo. Muchas chicas cogían a su chico del brazo, a guisa de la foto, y les preguntaban si no les recordaba algo esa situación. El mítico disco es lo que es por la foto. Si, hay canciones memorables, se harán imperecederas por si mismas y versioneadas por otros artistas; pero es un disco folk y acústico. Es duro de oír, no es para todos los públicos. La imagen que lo ilustra sublima el conjunto, utiliza un lenguaje universal. “¡Es mi hombre, estoy enamorada de él!. Es todo lo que necesito. Estoy segura. Vamos en busca de un futuro en común, caminamos hacia él.”
Suzanne Rotolo fue hija de Joachim y Mary Pezatti, italianos y militantes del Partido Comunista estadounidense en los días de plomo, cuando McCarthy tejía listas negras, siendo de joven simpatizante del castrismo.
Ella y su hermana mayor, Carla, eran presencias habituales del teatro de vanguardia neoyorquino de principios de los 60 y pertenecían a todos los comités enzarzados en la lucha contra la segregación racial.
“Vivir en Queens era en realidad horrible y opresivo. Todos iban a la iglesia o la sinagoga, y nuestros vecinos eran muy diferentes a nosotros. La gente no tenía libros en sus casas. Lo que sí tenían eran TVs y pisos alfombrados. Nosotros, por el contrario, no teníamos TV, pero sí teníamos libros y música. Mi padre estaba interesado en las artes, lo que de cierto modo me puso en contacto con una educación culta. Gracias a eso me interesé en otras formas de vida, que no estaban presentes en ese tipo de barrios.”
Él tras abandonar la facultad se había mudado a Nueva York desde Minnesota, al Greenwich Village, cambiándose el nombre por otro que pegara más con el ambiente intelectual del lugar.
“La gente sabía que si alguien se mudaba a The Village era porque tenía otras ideas e iba allí a luchar por ellas.
La música Folk fue importante, porque estaba asociada a ideas políticas radicales. Los cantantes de Folk solían tocar en cafés y en basket houses, llamados así porque pasaban un canasto después de su presentación, para recolectar dinero.”
Uno de sus objetivos era conocer en persona a Woody Guthrie, y no dejo de insistir hasta que lo dejaron entrar. Y gracias a él empieza a conocer a gente influyente.
Su nombre empezó a sonar a finales de 1961.
Firmó su primer contrato con Columbia, en otoño de 1961, de la mano de John Harmmond, y grabado en una solo toma se publico su primer disco: "Bob Dylan" en primavera de 1962
Suze y Bob se conocieron durante un concierto que ofrecía el cantautor en la iglesia neoyorquina de Riverside en 1961 (The Riverside Church), cuando Rotolo apenas tenía 17 años y Dylan tres más que ella. En sus memorias, Chronicles, el músico dice de ella: "Desde el primer momento en que la ví no pude quitarle los ojos de encima, ella era la cosa más erótica que jamás había visto. Era muy hermosa, con la piel y cabello dorados y de sangre italiana. Empezamos a hablar y mi cabeza comenzó a girar".
Suze Rotolo with Bob Dylan in Greenwich Village, New York in 1961. Photograph: Michael Ochs Archives-Getty |
El Greenwich no tiene por que ser hoy un lugar imaginario como Camelot; lo puedes encontrar a la vuelta de la esquina de tu casa. Por ejemplo puedes tener un local regentado por emigrantes africanos, dos puertas más abajo una tienda de comestibles regentado por “pakis” para al cruzar la esquina entrar en unas Granjas La Catalana y observar que quien te sirve el café y el croisant es alguien con una facies asiática; para luego ir a comer a un restaurante regentado por sudamericanos. La semilla puede volver a crecer en el sitio más inesperado.
“Creo que el carácter de barrio estaba reforzado por su historia de bohemia. Era un lugar con enorme fuerza gravitacional, creo que por dos razones: el espíritu de The Village y el factor económico...
era una parte inusual de Manhattan, un lugar especial, lleno de gente interesante...
Otro elemento atractivo era la aceptación y tolerancia, socialmente hablando. Parejas inter-raciales y parejas homosexuales podían arrendar lugares con menos problemas que en otras partes de la ciudad. También había parejas conviviendo sin estar casadas, algo que no era muy bien visto en ese tiempo… ah, y bueno, la atracción al barrio también fue causada porque era un área geográficamente pequeña...
Acá tenias tiendas de libros, tiendas de discos, a tu alrededor todo estaba ocurriendo.”
«Nosotros teníamos algo que decir, no algo que vender»
Tras mudarse a vivir juntos, la influencia que ejercería sobre Dylan sería inmensa. Suze había sido criada como una librepensadora. Bob absorbió su activismo político y su conciencia social, que se expresaron en algunas canciones antiguerra y antirracismo.
Le descubrió a Bretch y sembró las semilas de su interés por la pintura.
Dylan recuerda en sus «Crónicas» que le llevó a ver una obra sobre Brecht en un teatro neoyorquino y eso le influyó enormemente. Lo urgió a implicarse. A profundizar en la llaga del tiempo.
Dylan no es un ideólogo y no tiene una opinión demasiado definida sobre casi nada. Dylan es una esponja que se impregna del estado de ánimo de quienes lo rodean y que lo difunde con muchos vatios en forma de poesía recitada al son de unas notas.
Suzie estuvo en el apartamento donde las canciones nacían en estampida, fue testigo e inspiro grandes canciones. El joven Dylan escribía canciones a velocidades inhumanas, a veces cinco o diez diarias.
Se le abrieron puertas a muchos mundos y la información se combinaba de forma estimulante, haciéndole transcender, como un éxtasis.
Empieza a ser escuchado, oído, se siente capaz de cambiar el mundo y lo sabía:
“Despues de Woody Guthrie el próximo ídolo voy a ser yo”.
La creatividad, ese estado de hiperexcitación neuronal donde sin motivo aparente empiezan a dibujarse, interrelacionarse y encajarse cosas en su cabeza, como un caballo desbocado a la carrera, sin control, y que te gritan desesperadas por su nacimiento. No nace de la nada del mundo de los sueños. Son echos reales, imágenes de la existencia personal o conocidas de los otros, en su origen primigenio distorsionadas endógenamente por un estado cerebral lisérgico y cannabiloico, totalmente impredecible.
Es difícil predecir como unos elementos totalmente aleatorios encontrarán el caldo de cultivo ideal que los hará germinar. El artista normalmente no los conoce y consciente de ese hecho aprovecha al máximo esos momentos de éxtasis para en los momentos en que se seca la fuente de la inspiración tenga material creativo de calidad que le permita vivir a la espera de la próxima convulsión.
No puedo ver mi reflejo en las aguas,
No puedo hablar de los sonidos que no muestran dolor,
No puedo oír el eco de mis pasos,
O no puedo recordar el sonido de mi propio nombre.
Sí, y sólo si mi verdadero amor esta esperando,
Sí, y si yo podía oír su corazón golpeando suavemente,
Sólo si ella estaba acostada a mi lado
Luego me acuesto en mi cama una vez más.
Tomorrow is a Long Time (Greatest hits vol II – Masterpieces 1971)
Dylan desde sus inicios ha sido siempre un celoso guardián de su intimidad. No es que sólo se prodigue poco en público y hable menos de su vida privada, es que además le gusta mentir. Miente consciente y deliberadamente; le gusta despistar, que no se sepa lo vulnerable que puede ser. A sus primeros amigos de Nueva York no les dijo que Dylan era un seudónimo, les contó que procedía de algún lugar de por Nuevo México o Texas, que era huérfano, que era mayor de edad... Siempre ha hecho lo mismo: cuenta cualquier cosa, para que nadie sepa qué parte de verdad y qué parte de mentira hay en lo que se dice de él, y en lo que dice él mismo.
Pero la joven Rotolo no era una groupie o una chica esperando por cada palabra de Dylan. Suzanne Rotolo, se quejó del empeño que ponía en acabar con su carrera y encerrarla en casa. Ella rechazó ser un apéndice o "la séptima cuerda de su guitarra", según dijo. Su relación se puso a prueba a medida que él se hacía famoso.
Tener 20 años no significa que tengas la madurez suficiente para asimilar todo ese Tsumani creativo, y la necesidad egoísta de pertenencia de la musa que ha hecho posible todo eso se puede confundir con amor.
Vete despacio por la cornisa,
baja suavemente al suelo.
No soy yo a quien quieres, nena.
Yo sólo te decepcionaría.
Dices que buscas a alguien
que te prometa no abandonarte nunca,
alguien que cierre los ojos por ti,
alguien que cierre su corazón,
alguien que muera por ti y más.
Pero eso no soy yo, nena,
no, no, no, eso no soy yo, nena
no soy yo lo que andas buscado, nena.
-"It Ain't Me Babe" – (Another Side of Bob Dylan, 1964)
A finales del 62 aceptó el consejo de su madre; marchó a Italia. A estudiar arte en Perugia desde junio del 62 hasta enero del 63.
La separación mortificó a Dylan. Dave Van Rock, en su libro Behind The Shades recuerda una llamada de Bob a finales del 62, a las cinco de la madrugada desde una cabina de Minneapolis, a 30 grados bajo cero, llorando: ¡Quiero a Suze!.
Recibí carta un día gris,
procedía de su barco en alta mar,
diciendo no sé cuando
estaré de regreso,
eso depende de cómo me encuentre.
Bueno, si tú, amor mío,
piensas de esa manera,
estoy seguro que tu mente está vagando,
que tus pensamientos no están conmigo
sino con el país al que te diriges.
Así que ten cuidado,
ten cuidado del viento occidental,
ten cuidado del tiempo tormentoso.
Y sí, hay algo
que puedes enviarme,
unas botas de cuero español.
-"Boots of Spanish Leather" (The Times They Are A-Changin', 1964):
Dylan viajó al Reino Unido contratado para algunas actuaciones durante diciembre 1962 y enero de 1963. envió una postal a Suze desde Roma. La postal elegida con la imagen de la Piazza Navona está escrita de su puño y letra con un bolígrafo de tinta azul, describe el estado de ánimo por el que atraviesa aquellos días, los desplazamientos que tiene previsto realizar por Italia y algunas anécdotas, despidiéndoe con un "Amore, Bob".
Es una sensación frustrante
que no es buena para nadie
cuando todo lo que estoy diciendo
lo puedes decir tan bien como yo,
tú estás acertada desde tu punto de vista
y yo estoy acertado desde el mío
pero nos separan demasiadas mañanas
y más de mil millas.
-"One Too Many Mornings" (The Times They Are A-Changin', 1964)
La portada de The Freewheelin’ fue tomada en una sesión de fotografía en febrero de 1963 por el fotógrafo de CDS Don Hunstein. La joven pareja, Dylan tenía veintidós años y ella diecinueve en ese entonces, paseaba por la neoyorquina Jones Street, al lado de donde viviá la pareja en Nueva York, en la West 4th Street.
La relación ya estaba deteriorada y no duró mucho más.
Sue se enteró de que ya no era su novia por la prensa, cuando ya todo el mundo sabía lo de Dylan con la cantante folk Joan Baez. A la cual tampoco dejó conocer mucho más de sus sentimientos más íntimos.
Suze estaba destruida por el engaño, que según dijo la dejó "sola y con desconfianza en los demás".
“Creo en su genio, es un extraordinario escritor pero no pienso que sea una persona honorable. No hace necesariamente lo correcto. ¿Pero dónde está escrito que eso es lo que hay que hacer para crear algo que tenga importancia para el mundo?”
Con conciencia inadvertida
poseí en mis manos
un precioso mantel
aunque quebrando su corazón
sin comprender que yo había caído
en el pecado de la falsa seguridad del amor.
….
El viento golpea mi ventana
el cuarto está húmedo
las palabras para decir: “lo siento”
aún no las he encontrado
a menudo pienso en ella
y espero que quienquiera que esté a su lado
sea consciente de lo preciosa que es.
Ah, mis amigos desde la cárcel
me preguntan:
“¿Cuanto? ¿Hasta qué punto
se siente uno bien estando libre?”
Y yo misteriosamente les contesto:
“¿Están los pájaros libres
de las cadenas del cielo?”
Ballad in Plain D (Another side of Bob Dylan, 1964)
En el fondo creo que , simplemente, detrás de tanta historia, de tanta poesia y deel talento que se le pueda otorgar, en el fondo, esto no es mas que otro reflejo de lo dificiles que son la relaciones humanas, especialmente cuando existe una personalidad y una creatividad tan fuerte.
ResponderEliminarSólo la fama lo hace "aparentemente interesante" pero en realidad es simple drama sentimental...
Buena entrada,me ha hecho recordar mi pasió Dylaniana desde bien adolescente, el folk ha sido una gran influencia en mi vida, me ha apasionado como has realizato este post.
ResponderEliminarRecordando a uno de los padres del Folk Woody Guthrie, me viene a la cabeza su hijo Arlo Guthrie, que actuo en Woodstock con una canción suprema Come in to los Angeles, esta claro que la carrera del hijo nada tuvo que ver con la del padre.
Buena entrada
Tardes anónimo.
ResponderEliminarSi, es una historia de relación de pareja, como muchas tantas han y habrán. Pero versar esa relación, musicarla y cantarla no lo hace todo el mundo.
Y también es una historia de identidad personal y de saber lo que se quiere y sacrificarse por ello; y no lo digo por Bob.
S2
Tardes Ferran.
ResponderEliminarHay que agradecer a Dylan esas estrofas tan potentes.
Conociendo la historia esas canciones se valoran y aprecian mucho más.
Y gracias a ellas he podido fabricar una entrada a mi gusto, pues páginas y blogs sobre este tema hay en la red muchas más de las que me esperaba; y gracias a ellas he podido hacer algo un poco, sólo un poco, diferente.
S2
creo que simple twist of fate sintetiza todo lo hablado. muy buen trabajo saludos
ResponderEliminarGracias,
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