Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

jueves, 1 de julio de 2010

De La Tossa a Sant Martí de Tous (II de II)


La siguiente etapa de nuestro itinerario en la cual teníamos centrada nuestra mirada era Sant Martí de Tous i en particular La Fou.



En este mapita se puede ver cual será el área en la que centramos nuestra actividad.
Sant Martí de Tous tiene una amplia oferta de centros de interés que posibilitan una jornada turística de lo más variada, desde la Fou pasando por castillos, ermitas, iglesias y el propio pueblo hasta llegar al embalse y l’alzina de Cal Gol.



Nuestra primera opción turística fue parar a comer. Tras dar una vuelta por el pueblo, el cual presentaba el aspecto típico de un pueblo a las tres de la tarde y en domingo, o seasé: o comiendo o durmiendo la siesta y ni un alma por las calles, recalamos en L’Ateneu.



El autocar con los jubilados del imserso con los que habíamos coincidido en la Tossa resultó que había hecho lo mismo; íbamos a comer todos en el mismo lugar, ellos en una sala aparte, nosotros delante de la TV.
A pesar de ser un menú escueto, con escasa variedad de opciones y caldos y sin precios de referencia, cosa que nos tenía algo preocupados, al final resulto ser una buena comida, no te deja como un tonel pero te quedas satisfecho y un precio digno de elogio tratándose de un domingo: 12€ por persona.



Bien orientados por el personal de este establecimiento nos dirigimos a la Fou. El dueño nos advirtió que el paso del río, como no había llovido en los últimos días, no ofrecería ninguna dificultad.
Íbamos confiados en que tras las lluvias de este año, aún quedara agua suficiente como para que la mini cascada de la Fou luciera con un chorro de agua, aunque no fuese torrencial.



Al poco de dejar Sant Martí, nos adentramos por una pista forestal en buen estado. Luego es cuestión de estar atento a las indicaciones de los cartelitos.
Hay varias opciones de parking, con sus variantes de pateo, que creo que no serían excesivas en ningún caso.
Nosotros, tras pasar el riachuelo -que aunque hubiese llevado más agua no creo que hubiese supuesto ningún problema-, nos adentramos por una pista secundaria hasta encontrar una esplanada donde el sentido común aconsejaba dejar el carro. De ahí la pista se va volviendo dura y estrecha hasta convertirse en un sendero; tras encontrar el poste informativo solo resta seguirlo y nos conduce a todos los lugares de interés. Éstos están señalados con su indicador correspondiente.



Encajado entre materiales calcáreos y modelado por procesos kársticos, La Fou de Tous es un salto de agua de la Riera de la Roqueta, afluente de la Riera de Tous, con un importante interés geomorfológico, hidrológico y paleontológico.
En estos momentos sólo salta agua en época de lluvias. Aún así en ese recorrido se crean una una serie de charcos, entre los que destaca el Toll Gran (Gran Charco), y arroyos, formando todos juntos un paisaje húmedo dentro de un paisaje predominantemente de secano. Este hecho hace que se encuentre una importante comunidad de líquenes y algas.



El paraje de la Fou de Tous, junto con las grutas y cuevas que hay en la zona, formadas por el agua con el paso de los años, ha dado lugar a multitud de historias y de leyendas.

Como la leyenda de El Pagna, un famoso y bravo bandolero que utilizaba la Fou como escondrijo y refugio de las persecuciones, en tiempos de la Edad Media. La leyenda cuenta que el bandolero fue iluminado por la virgen María, Madre de Dios, y esculpió su imagen en la roca de una de las cuevas, hoy conocida como Cova de la Mare de Deu.

La Font de la Fou y su artístico detalle

La Cova del Diable

La Cova del Diable es un poco decepcionante pues te esperas otra cosa. Igual porque cueva se asocia mentalmente a la palabra gruta y esperas encontrar algo más que una oquedad rocosa que da refugio a animales.

El Saltant de la Fou i el Toll Gran

Pero la leyenda más emblemática del pueblo es la Leyenda de la Cierva Blanca.

Según algunos autores el señor de Tous un día, durante una partida de caza, vio una magnífica cierva blanca. Lograron acorralarla pero, extrañamente, al llegar donde estaba había desaparecido y en su lugar encontraron una niña recién nacida, que fue adoptada por los señores de Tous. Pasaron los años y la niña se convirtió en una bella doncella en edad de casarse. Finalmente un joven enamorado se declaró, la heredera le pidió pero que antes tenía que cazar la huidiza Cierva Blanca de la que todos seguía hablando. El enamorado dedicó muchas jornadas a cumplir ese objetivo, pero no lo lograba y la cierva siempre se deslizaba entre la oscuridad del bosque. Un viejo brujo, con la apariencia de pastor, le ofreció la posibilidad de vender su alma al Diablo a cambio de la cierva. Finalmente el joven, que había aceptado la propuesta diabólica, localizó de nuevo a la cierva, pero únicamente la hirió, siguiendo su rastro llegó a un lugar maravilloso, una cueva de la que saltaba una cascada que formaba un lago de aguas profundas. Al lado estaba su amada con la cierva herida en el regazo. La joven doncella le propuso a su querido huir de este mundo para vivir por siempre juntos. Y tal como relata Elisa Vidal, "tan pronto como él dijo que sí, el lago se abrió y la tierra los tragó para siempre. Ni él, ni ella, ni la cierva volvieron a ser vistos después de aquel día ".



No lucía de bonito como las fotos de postal, pero se comportó.
Es un buen lugar al que venir de excursión y pasar unas horas; y si lo combinas con los otros lugares turísticos de la zona pues haces el día.

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