Excursión a pie reseñada en el libro de Jaume Fruitós i Sanyol, “La Vall de Lord i el Seu Entorn” como ruta a pie en la página 366.
Una descripción muy sencilla la podéis encontrar en la web de la diputació de LLeida.
A la derecha del Cardener, entre Guixers y Navés, y dentro de la morfología montserratina que se da en la comarca, se alza la Mola de Lord (1181 m), un elevado plano, inclinado hacia el mediodía y escarpado por todos los lados.
Es el resultado de la formación de los Pirineos, que dió origen a Busa, los Bastest y Lord y la acción erosiva diferencial del agua.
Los accesos más habituales, cómodos y transitados con por la banda sur-este (desde el Cardener y la masia de Salord/Sollort) y por el norte, donde hay la mejor subida (desde Sant Llorenç). Está presidida por el Santuari de Lord, un antiguo centro de culto y eremitismo.
En el punto km 30,1 de la LV-4241 casi saliendo de Sant Llorenç de Morunys encontramos a mano izquierda el desvío hacia Sant Serni del Grau (o de Vilamantells) y Santuari de Lord.
Además hay otros indicadores hacia masías y casas particulares, hacia Cal Martí y de rutas de senderismo y BTT (Ruta de les Valls y Ruta de Sollort).
Después de recorrer unos 600 metros se llega a la explanada donde hay varios desvíos y se encuentra también la ermita de Sant Serni de Vilamantells o Santa Maria del Grau; o Sant Serni del Grau, ya puestos.
El libro propone iniciar la excursión a pie desde este lugar. Yo opte la por opción de seguir conduciendo hasta el parking de la Mola de Lord.
Desde este punto podemos acceder a Cal Martí, una masía que ha sido rehabilitada como casa de alojamiento rural para acoger tres alojamientos rurales independientes, y tras recorrer unos metros a mano derecha nace una pista que tras dejar Cal El Pascual a mano derecha nos llevaría hasta El Tossal de la Creu del Codó, antes de llegar al Coll de Jou.
Sant Serni del Grau está ubicada en el punto más alto de El Serrat de La Creueta.
Es una ermita romànica del Bisbat de Solsona, municipi de Guixers, comarca del Solsonès.
Está formada por una sola nave con el ábside semicircular. En el interior la iglesia está cubierta con bóveda de cañón. Data del siglo XI-XII.
En la parte posterior se pueden encontrar los restos de una antigua rectoría.
Delante hay un pequeño cementerio.
Sant Sadurní, también conocido por Sant Serni en el Pirineo, fue obispo y mártir en la ciudad de Toulouse en el siglo III.
Las leyendas dicen que fue el primer evangelizador de Cataluña. En época medieval se levantaron muchas iglesias bajo su advocación, principalmente en el Obispado de Urgell.
Se mencionada que en el 1064, el conde d’Urgell, Ermengol III de Barbastre y su mujer Adalberta (Adelaida de Besalú) hicieron donación al monasterio de Sant Llorenç de la iglesia de Santo Sadurní del Grad y la condomina adjunta, situada al apéndice de Castelltort en el lugar llamado Vil•la Mantells.
El 16 de septiembre de 1088, Ermengol IV la cedió a Santa María de Solsona.
El 23 de agosto de 1203, el abad de Sant Serni de Tavèrnoles restituyó a los monjes de Sant Llorenç y a su prior Arnau Ramon la iglesia de Sant Serni del Grau o de Vilamantells. Los últimos años del siglo XX se realizaron obras de restauración a la iglesia, se recuperó el caudal de la fuente y se instalaron mesas rústicas.
En la explanada de la ermita, en su exterior, hay una pequeña capilla/estatua en conmemoraciòn de Sant Bernat, patrón de los excursionistas.
San Bernat Menthon (San Bernardo) nació a Menton-saint Bernard, cerca del lago Annecy, en la Alta Saboya, en el 923. Rechazó el matrimonio arreglado por su padre y hizo canónigo regular agustino en Aosta. Dedicó su vida a predicar el cristianismo entre los habitantes de los valles de los Alpes. Dice la leyenda que recibió el encargo de abrir un paso en el Mons Jovis, o montaña de Júpiter, y que para conseguirlo luchó con el diablo a quién lanzó montaña abajo.
Viendo los peligros a los que se exponían los que atravesaban los Alpes, sobre todo los peregrinos que iban a Roma, en 962 hizo construir varios albergues entre la Valle de Aosta y el Valais, y también hacia el Tarentès. Dejó los albergues al cuidado de los agustinos, que se instalaron en monasterios próximos. Así nació la Congregación Hospitalaria de los Canónigos Regulares del Gran San Bernardo, que auxiliaban a quienes se habían perdido o eran víctimas de aludes. Se ayudaban con perros adiestrados, los famosos San Bernardos. San Bernat Menthon murió el 1008 a Novara y fue enterrado al monasterio de san Llorenç de esta ciudad.
El recorrido a pie hasta el Grau de La Mola sería el siguiente: Caminamos por la pista forestal dirección poniente. Llegamos a una explanada a ambos lados de la pista y a mano derecha encontramos el poste indicador del GR a seguir. Es el antiguo camino real que va hacia Solsona.
Este rincón es conocido como el Grau de la Roca Foradada.
Caminamos por un terreno en subida.
En el Coll de la Creu de Canalda encontramos la Roca Foradada, una curiosa brecha en la roca que posibilita el paso del camino.
Las paredes laterales del tramo más estrecho fueron excavadas a fin de que pudieran pasar los machos cargados con las alforjas.
La altura actual tampoco es la natural pues el firme se ha ido rebajando.
La tradición dice que en un agujero de esa brecha se encontró la imagen de la Mare de Déu del Grau, venerada en la ermita de Sant Serni.
Al salir se sigue un camino que en ligera bajada va dirigiéndose hacia el este. Se abandonan las marcas rojas y blancas y nos guiamos por las verdes y amarillas (que provienen de la Balma del Fornó) en un corto recorrido hasta reencontrarnos con la pista asfaltada a la salida del Túnel del Roc Foradat.
Dejamos esas marcas, que continúan por una pista a la izquierda, y caminamos por la pista asfaltada, el Camí del Santuari de Lord.
A mano izquierda encontramos la Font de Sant Isidre. Entre poco abundante y seca.
Traspasar el lugar conocido como La Vella Que Fila, a mano derecha encontramos una torre eléctrica y un grandioso hito a sus pies.
Antes de hacerse la pista en este punto se encontraba la capilla Sant Llorenç, pero fue derruida.
Debajo mismo de la torre se encuentra la Balma de Sant Llorenç. Se accede por la derecha por un terreno abrupto y descompuesto.
También en este punto comienza un sendero que va hacia la casa de Torruella.
Al finalizar el Camí del Santuari de Lord encontramos el parking y en ese punto comienza el Grau de Lord, el más importante de los que suben a la Mola de Lord.
Según Manuel Bofarull i Terrades, en su libro Origen del noms geogràfics de Catalunya "grau" significa "pas a través d'una costa abrupta"
En importante no aparcar obstaculizando la instalación de cable del montacargas que utilizan los capellanes para subir y bajar materiales. En el lado izquierdo del parking se encuentra la llegada de la pista que sube desde Solord o Sollort o Sellort, cerrada por una verja metálica,
Se sube por el Grau de Lord, acompañados por las estaciones de un Vía Crucis de forma mantenida y sin otra pausa que la de detenerse para observar el paisaje que se nos ofrece a derecha y a izquierda, según el momento del recorrido.
Serra del Port del Comte, Tossal del Codó, Serrat de Sòbol con la Paret de l’Embut de Vilamala y la Balma del Fornó, Tossal de Vall-Llonga, Cingles de les Valls, Serrat de la Creueta, embalse de la Llosa del Cavall, la Serra de Busa, Els Llengots y la Serra dels Bastets, La Serra de Guixers con la Roca de Guixers, Serrat de Pratformiu y la Serra Del Verd, Serra d’Ensija i Rasos de Peguera,...
El camino está muy bien acondicionado y protegido. Cuando ya estamos en las últimas estaciones la subida aprieta y se pone más tensa y vertical, hay que subir sobre los dedos más que sobre la planta del pie.
La subida no se hace muy larga, unos 15-20 minutos, y el paisaje la ameniza bastante.
Al llegar al final encontramos que a la izquierda hay un viejo cañón y a la mano derecha una pequeña ermita/capilla dedicada a Sant Pere Màrtir. Según Coneixer Catalunya, se intuye que por la advocación y por la ubicación del pequeño edificio, que se levantó como protección ante las maladversidades de la naturaleza, como recogen sus gozos :
Quan amenassan los cels
Trons, llamps, pedra y tempestats,
Invocant-vos los fidels,
Luego se vehuen lliurats.
Y no, parece que no hay otra información.
Detrás de la capilla está la caseta del montacargas, la parte de arriba.
El viejo cañón es un recuerdo de las guerras carlinas de 1.835 cuando las construcciones que albergaba fueron incendiadas y dinamitadas. Según las crónicas el año l 1835 los carlistas establecieron un hospital militar en el plano de la Mola de Lord. Las tropas liberales los rodearon, y ante la dificultad de acceder a la escarpada altiplanicie de la Mola, los sometieron a un intenso fuego de cañones que causó muchas bajas entre las filas carlistas. Se aguantó el asedio hasta que finalmente cesó con la huida de los pocos supervivientes carlistas; el Santuario pocos días después de ser ocupado por el Coronel Niubó y sus fuerzas fue incendiado y destruido hasta los cimientos.
Algunos jóvenes de Sant Llorenç de Morunys, encontraron esta pieza de hierro entre ambos ejercidos; el cañón que retrocedía desprendido de hacer fuego posiblemente los cayó a los liberales porque no lo debían de tener muy trabado.
La Mola de Lord, en su parte superior, es una heterogénea mezcla entre piedra conglomerada, el Santuario de Lord y una gran explanada con un bucólico bosque y un cuidado césped. Aquí vive actualmente una pequeña comunidad de sacerdotes y hay un gran rebaño de ovejas pertenecientes al Santuario que pastan por los prados anexos.
Desde aquí hay unas buenas panorámicas hacia Poniente.
A nuestra izquierda, mirando el Planella del Santuari, o el cañón de frente, se observa una cruz metálica, de un estilo muy sobrio, ubicada en el punto más alto.
Si subimos hasta allí tendremos unas grandes vistas hacia todos los puntos cardinales.
Luego ya bajamos hacia el Santuari de Lord.
Si está cerrado hay la opción de tocar un timbre, bien para visitar el santuario bien para comprar algún recuerdo.
En la visita yo me encontré la puerta del santuario abierta, supongo que no habría nadie y la dejaron abierta para que los visitantes pudieran echar una mirada a su interior.
ya desde finales del siglo X. Era perfecto como centro eremítico y de meditación, por eso en el siglo XVI se estableció la primera comunidad de monjes dominicos. La iglesia fue reformada notablemente, incorporando un nuevo presbiterio, seis capillas laterales y una hospedería. Sin embargo, esa no es la iglesia que contemplamos hoy en día. Las guerras carlinas la destruyeron y fue gracias a la iniciativa posterior del industrial Esteve Monegal que se construyó una nueva entre 1867 y 1870 de características neoclásicas: es de una nave cubierta con bóveda de cañón y con capillas laterales entre los contrafuertes. Tanto su fachada como su campanario son de una gran austeridad. La ornamentación se reduce al retablo, fabricado en el año 1901 por J. Riera Casanovas, y en el cual se ubica la talla de la Virgen con el niño.
El retablo es el elemento ornamental que más llama la atención. Fue construido a principios del siglo XX. En el tabernáculo se sitúa la estatua de la Virgen de Lord con el niño (se puede subir hasta él desde atrás), flanqueados por Sant Llorenç y Sant Esteve. Las pinturas de las paredes laterales (disculpad que no puedan apreciarse bien en esta fotografía) son del pintor Lluís Masriera (1923).
La imagen de la madre de Dios del Lord, una talla policromada de 1’10 metros de altura, difícil de retratar.
La imagen se hizo teniendo como modelo una mujer de raza blanca, como se aprecia observando sus facciones; en cuanto al color oscuro, muy común entre las llamadas ‘Verges Encuentros ; en realidad y contra el criterio de algunos, reencontradas, puesto que fueron escondidas – habitualmente a tierra envueltas con una sábana y/o manta - cuando llegaron los sarracenos; se origina por algunos a causa de la humedad de la tierra; otros defienden que fue la recepción a Europa del Cántico de los Cánticos, donde encontramos en 1,5 un texto :
“Soy Morena pero bonita, Hijas de Jerusalén, como las tiendas de Quedar, como los pabellones de Salomón”.
que haría pensar a los hombres de los siglos XI,XII y XIII, que el negro era el color ‘ preferido’ de Dios. Lo dejamos a vuestra decisión.
La imagen de la Virgen María del Lord, como por ejemplo la conocemos, es posiblemente una talla gótica, realizada hacia la segunda mitad del siglo XVI, manteniendo pero el color oscuro, que tenía posiblemente la primitiva imagen.
Más allá del periplo ‘vital’ de la imagen de la Virgen María del Lord, sabemos que la imagen actual tiene alrededor del cuello, una pequeña rendija de pintura, indicadora de que el cabezal y el tronco no son de una pieza, sino una yuxtaposición de dos maderas.
La figura del niño derecho al regazo de la madre, esta en una posición muy forzada en cuanto a a el eje vertical entre los pies y el eje. En cuanto a la mirada de la virgen está claramente fichada en el hijo, también al revés.
La mano derecha , claramente desproporcionada con el cuerpo, se interpreta habitualmente como una señal de su maestría.
Adjunta el edificio del Santuario, en un extremo, hay una verja metálica y detrás una placa que nos indica el camino hacia el Grau de Sallort de Sant Jaume. Es el camino que utilizaremos para regresar.
El camino desciende muy suave envuelto por los campos, algunos dedicados a cultivo.
Apenas hemos empezado el recorrido de regreso cuando a mano derecha encontramos la capilla de Sant Jaume. Se derrumbó en el año 1.963 y con la generosa colaboración de la familia Puig de la Bella Casa, se volvió a reconstruir en las dimensiones y modelo de antaño. El l 19 de Noviembre de 2017 se inauguró y bendijo.
Ya en este lugar tenemos la posibilidad de caminar hacia nuestra derecha, mirando la capilla de frente, hasta un aéreo mirador donde tendremos una vista de el valle del Cardener, la casa de Sollort en un replano inferior, y la presa del embalse la Llosa del Cavall.
Volvemos sobre nuestros pasos y continuamos caminando hasta el Grau de Sollort.
Este y el Grau de Lord son los únicos que permiten acceder a la Mola de Lord. El Grau de Sollort era de paso obligado para aquellos que procedían de las Cases de Posada y de la zona de Busa.
Antes de construirse el pantano; desde la masía de Sollort se podía seguir por el valle del Cardener y el puente de Vall-llonga hasta Sant Llorenç, actualmente las aguas cubren el lugar y el puente románico ha sido trasladado más arriba de Sant Llorenç. También se podía llegar a les gorges del Cardener por donde pasaba el GR-7 y llegar hasta Olius.
El primer tramo está muy bien conservado y permite observar el trabajo de nuestros antepasados para superar los obstáculos naturales.
Después de bajar un ratito a manos derecha encontramos un desvío que nos lleva hasta un mirador y las Balmes del Verger.
L'Agrupació Excursionista Ja Arribarem-Club en el 2017 adecuó el Mirador del Verger y lo rebautizó con el nombre por el de Mirador Josep Cases, en honor de uno de sus miembros que enfermó y murió hacía poco.
Desde el mirador tenemos una fantástica visión desde el Port del Comte hasta el Coll d’Arques (Serra del Verd, embalse de la Llosa del Cavall y de las Serres de Busa i els Bastets…)
Entre els pics em puny la ment,
la flor de l’alba m’aroma,
amb clarors d’ampla coma,
só la pedra em calm clement,
fita en un coll de miracle,
de tots i de mi l’oracle,
vaig i vinc de roc a roc,
o pasturo palets tosos,
en un bosc de clams fangosos,
i en ser fosc, hi vento foc.
(JV Foix, Dels Cingles de Busa a Lladurs)
El sendero que continua hacia la derecha nos lleva a las Balmes de Verger; a veces se las nombra como Baumes.
Son unas oquedades y a veces cuevas sitas en la unión de las paredes y el suelo, con una boca de entrada baja y muy amplia y una profundidad mucho mayor que altura de su boca.
El sendero las recorre durante unos 100 metros o más. Cuando estas acaban el sendero sigue cercano al pie de pared y en ocasiones se pueden observar señales de líneas de escalada.
Tras visitarlas volvemos al camino principal y continuamos bajando.
Llegamos a una encrucijada. El camino que continua por la derecha y marcado con pintura amarilla nos llevaría la casa de Sollort.
Hay que continuar por el sigue recto, en ligera subida unas veces y bajada en otras y al lado de las paredes. Rodeados por las paredes por la izquierda y por vegetación a uno o a ambos lados.
En según qué lugares dicen que este tramo se llama la Canal dels Morts.
Caminamos hasta encontrar la pista forestal que sube desde la casa de Sallord.
Unos metros más adelante encontramos la barrera y el parking del Lord.
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