Bernard Lowe, jefe de la División de Programación de Westworld y creador de personas artificiales.
Quería consultarle algo.
Dr. Robert Ford, director creativo de Westworld.
Mis disculpas. Perseguía la inspiración.
Es algo delicado... entrelazar lo viejo con lo nuevo.
Dame un segundo, Bernard.
Técnico.
Buenas tardes señor.
Dr. Robert Ford.
¿Por qué está tapado este anfitrión?.
Técnico.
Yo tan solo...
Dr. Ford.
Tal vez no querías que tuviese frío.
O que se sintiese avergonzado.
Querías tapar su pudor.
¿Era eso?.
Ni tiene frío, ni se siente avergonzado...
No siente ni una sola cosa que no le hayamos dicho.
¿Lo entiendes?
...
¿Qué puedo hacer por tí, Bernard?
Bernard.
Será mejor que hablemos en privado, señor.
Dr. Ford.
Sí.
...
Pensaba que estábamos de acuerdo en dejar este asunto a un lado, Bernard.
Bernard.
Así... era.
Pero ¿y si diagnosticamos mal el problema original?.
¿Y si tratamos el síntoma en vez de la enfermedad?.
Entonces la enfermedad sigue ahí fuera.
Abernathy y Walker exhibían otras aberraciones aparte de recordar cosas de versiones anteriores.
Escuchaban voces.
Le hablaban a alguien.
Dr. Ford.
Una simple disonancia cognitiva.
Eso es todo.
Bernard.
Estaría de acuerdo, excepto porque... le hablaban a la misma persona imaginaria.
Dr. Ford.
¿Ah, sí?.
Bernard.
Alguien llamado Arnold.
Dr. Ford.
Arnold.
Bernard.
Con el debido respeto, señor, no creo que me haya contado toda la verdad sobre esta situación.
Dr. Ford.
Te conté la verdad, Bernard.
Lo que hacemos aquí es complicado.
Durante tres años vivimos en el parque, perfeccionando los anfitriones antes de que cualquier huésped pusiera un pie en él.
Mi equipo de ingenieros, mi socio y yo mismo.
Bernard.
¿Tenía un compañero?.
Dr. Ford.
Sí.
Cuando la leyenda se hace realidad, imprimes la leyenda.
Mis socios estaban más que contentos de excluirle de los registros, y supongo que no les convencí de lo contrario.
Se llamaba Arnold.
Esos primeros años fueron magníficos.
Sin visitantes, sin reuniones de la junta directiva, solo pura creación.
Nuestros anfitriones empezaron a pasar el Test de Turing después del primer año.
Pero eso no fue suficiente para Arnold.
No estaba interesado en la apariencia, en el intelecto o en el ingenio.
Quería algo real. Quería crear la conciencia.
Lo imaginaba como una pirámide. ¿Ves?.
Memoria, improvisación, interés propio...
Bernard.
¿Y en la cúspide?.
Dr. Ford.
Nunca llegó allí.
Pero tenía la noción de cómo podía ser.
Se basó en una teoría de la conciencia llamada "La Mente Bicameral".
Bernard.
La idea de que el hombre primitivo creía que sus pensamientos eran la voz de los dioses.
Pensé que fue desacreditada.
Dr. Ford.
Como una teoría para el entendimiento de la mente humana, tal vez, pero no como un cianotipo para construir una artificial.
Verás. Arnold construyó una versión de esa cognición en la cual los anfitriones oían su programación como si fuera un monólogo interno, con esperanzas de que dado el momento, su propia voz tomaría el relevo.
De alguna manera era una conciencia de arranque.
Pero Arnold no había tenido en cuenta dos cosas.
Uno, que en este lugar, lo último que quieres es que los anfitriones tengan conciencia, y dos, el otro grupo, que consideraba que sus pensamientos son las voces de los dioses.
Bernard.
Lunáticos.
Dr. Ford.
En efecto.
Abandonamos la propuesta. Los únicos vestigios que quedan son los comandos de voz que usamos para controlarlos.
Pero, por toda su brillantez, no creo que Arnold entendiera lo que este lugar iba a ser.
Ya ves, los huéspedes disfrutan del poder. Y sino pueden complacerlo en el mundo exterior, vienen aquí.
En cuanto a los anfitriones, lo menos que podemos hacer es que olviden.
Bernard.
Pero algunos de ellos están recordando.
Accediendo a los fragmentos del código de Arnold.
Si puedo preguntar, ¿qué le ocurrió?.
Dr. Ford.
Bueno, murió.
Aquí en el parque.
Su vida personal estaba marcada por la tragedia.
Puso todas sus esperanzas en el trabajo. Su búsqueda de la consciencia lo consumió totalmente.
Apenas hablaba con nadie, excepto con los anfitriones.
En su alienación, vió algo en ellos.
Vio algo que... no estaba ahí.
Dijimos que fue un accidente, pero conocía a Arnold y él era muy, muy minucioso.
En cualquier caso, la actualización debería prevenir cualquier otra voz, pero hazme saber si cualquier anfitrión expone o exhibe cualquier conducta inusual, ¿vale Bernard?
Bernard.
Sí, por supuesto.
Dr. Ford.
Bien.
Y Bernard, no lo olvides, los anfitriones no son reales.
No son conscientes.
No debes cometer el mismo error que Arnold.
Bernard.
¿Por qué lo haría?.
Dr. Ford.
Discúlpame, pero sé que la muerte de tu hijo, Charlie, aún te pesa profundamente.
Westworld -1x03- The Stray (El Descarriado)
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