Guixers hace honor a su nombre pues gran parte del suelo es de yeso (guix en catalán).
Las masías diseminada alrededor de la iglesia de Sant Martí vieron como las tradicionales tareas agrícolas poco a poco fueron dando paso a las nuevas formas de explotación del yeso con modernas tecnologías.
Es un itinerario circular, no muy largo, que se puede combinar con otros que nacen en sus cercanías, las posibilidades de combinación son bastante variadas.
Saliendo de Sant Llorenç de Morunys dejamos a la derecha la carretera que conduce al viaducto que cruza el embalse de la Llosa Del Cavall y circulamos dirección Berga, por la LV-4241.
A la derecha nos encontramos con Knauf, una fábrica de fabricación de placas de yeso.
Dejamos atrás los desvíos hacia la ermita de Sant Lleí, de la casa de Vilella, el núcleo de Castelltor (casas de cal Giralt y cal Teixidor) y de cal Sastre Serra.
A medio camino entre los km 37 y el 38 encontramos un desvío a mano izda con el indicador a Sant Martí de Guixers a 1,2 km. Es el que hay que tomar.
Circulamos por una pista que atraviesa bosques de pinos.
Encontramos un cruce de caminos. Hacia la derecha nos dirigiríamos hacia la antigua mina a cielo abierto de Sant Feliu, hoy cerrada. Es un camino particular.
Hay que seguir por la de la izquierda con el indicador de Sant Martí de Guixers a 0,7 km.
el bosque de pino se ha transformado en uno de robles y va ganando altura.
Se llega a la iglesia de Sant Martí de Guixers, ubicada a la izquierda de la pista, también conocida como la Santissima Trinitat o le Volianes (San Martín de Velianes) pues se celebra un encuentro en esa festividad. Es un elemento arquitectónico protegido como Bien Cultural de Interés Local e inventariado en el Patrimoni Arquitectònic Català.
Es una iglesia románica del siglo XIII, de forma rectangular y con cuerpos añadidos.
La primera noticia de este templo que ha llegado hasta nuestros días es de septiembre del 1088, cuando el conde Ermengol IV de Urgell y su esposa Adelaida cedieron a la catedral de Solsona varias parroquias entre las que se encontraba la de Guixers.
La cubierta exterior es a doble vertiente y de teja árabe. Encima del frontis, orientado a poniente, es coronado por un campanario de espadaña con dos largas ventanas cubiertas con un arco de medio punto. El arco del lado de mediodía tiene campana y el otro está vacío.
El muro norte está escondido a la vista, en el exterior, por una capilla del año 1663 dedicada a San Miguel, la sacristía de arco de medio punto, similar en la forma y posición a la del Iglesia de San Julián de Ceuró, tiene una escalera que permite el acceso al campanario y que es similar a las de las iglesias de San Julián de Canalda y San Martín de la Corriu.
La puerta de acceso, de madera con forja y de doble hoja, se abre en el muro sur. Es de arco de medio punto adintelado, su decoración sigue modelos utilizados en los siglos XII y XIII. Hay una cinta ancha y lisa que en sus extremos que se bifurca en dos que juntan y se remolinan hacia los lados opuestos. También hay una cinta ancha adornada con unos surcos incisos, lo que da pie a pensar en cuatro cintas yuxtapuestas; igual que la anterior, esta faja se dispone horizontalmente y se bifurca en los extremos, donde se retuercen hacia los extremos opuestos. Combinadas con estas cintas hay otras de menor tamaño con un solo extremo en rizo; estas ocupan el espacio que hay entre las cintas grandes, de manera muy irregular y desordenada.
Tiene una ventana en medio del ábside de doble derrame y arco de medio punto adintelado con el antepecho y la parte baja de los montantes hechos de una sola pieza. Una segunda ventana se abre al lado sur del ábside. Es muy similar a la anterior si bien el derrame interior es muy inclinado hacia el lado del oeste. Una tercera ventana, también de arco de medio punto pero hecha de una sola pieza se encuentra sobre el muro este de la sacristía.
En su cara norte hay una escalera que conduce a una sala situada sobre la vuelta de la iglesia donde el capellán tenía una pequeña dependencia. En el exterior y en la cara sur hay un pequeño cementerio de forma pentagonal.
Desde el prado exterior tenemos una buena vista de la cara norte de la Serra de Busa i dels Bastets, omnipresentes durante todo el trayecto, y de la explotación minera de yeso.
Se deja la iglesia de Sant Martí atrás. Encontramos el desvío hacia las casas del Guix i La Costa.
Continuamos por la pista asfaltada, a los pocos metros es posible observar un roble centenario.
Nos encontramos con la font del Guix, a la izquierda del camino.
La pìsta va ganado altura rodeado la explotación minera de Sant Feliu, hoy abandonada y en fase de restauración.
El proyecto de explotación minera lleva parejo los siguientes documentos: Estudio de Impacto Ambiental, Declaración de Impacto y Programa de Restauración.
Las áreas afectadas por las explotaciones mineras tienen que ser restauradas, una vez finalizados los trabajos de explotación. Mediante el Programa de Restauración, se llevan a cabo una serie de medidas para eliminar, compensar o controlar los impactos que tiene la explotación. La restauración va enfocada al uso que se dará a esa superficie una vez terminada la explotación.
La explotación Sant Feliu, de la empresa Knauf en Guixers, (Lleida) ocupaba una superficie de 12 Ha. Antes de la explotación, el área ocupada por la misma, era una zona de bosque, abrupta y con una baja productividad maderera, debido a las pobres características productivas del terreno.
Durante 14 años esta explotación suministró el yeso para la fábrica de placas de Guixers.
concretamente entre 1991 y 2005. Al principio y final de este periodo las producciones fueron bajas, alcanzando su mayor nivel entre 1997 y 2002.
La Fase de restauración tiene varios pasos:
Restauración morfológica de la corta.
o Relleno de huecos.
o Suavizado de taludes.
Extendido de la tierra vegetal acopiada.
Abonado y siembra de especies vegetales.
Después de la explotación, la explotación de Sant Feliu se ha convertido en una zona accesible, acondicionada para la alta producción agrícola de hierba y plenamente integrada en el entorno.
Anualmente en la celebración del día del árbol, (organizado por agentes forestales, escuelas y ayuntamientos), unos 300 escolares de la comarca, se acercan a la explotación y plantan y árbol en la misma, además de explicarles el proceso de explotación y restauración de una mina de yeso. En este caso a través de este tipo de actividades, se estrechan los vínculos entre la empresa y la población del entorno.
Llegamos a la casa de Sant Feliu, que queda a nuestra derecha. Es una antigua capilla transformada en una masía. Era de una sola nave rectangular, sin campanario y con pocos detalles que destacar.
En este punto la carretera deja de estar asfaltada y se transforma en una pista forestal.
Dejamos a la izquierda la pista que conduce a la casa del Puit, la más elevada de este diseminado vecindario, y seguimos por la que conduce a levante.
A nuestra izquierda encontramos a la casa de Els Guixerons, una masía tradicional catalana dedicada al turismo rural. Emplazada en un lugar rodeado de naturaleza y un bonito paisaje para disfrutar de una estancia, que se supone será tranquila.
Es una única casona de piedra distribuida en 3 plantas, con una capacidad de 7 plazas, repartidas en 3 habitaciones, todas ellas con baño. Posibilidad de ampliar plazas. También dispone de comedor-cocina, sala de juegos, terraza exterior, piscina, barbacoa ...
Luego llegamos al collada y casa de Sant Cebrià desde donde tenemos un buen paisaje de la vecindad de Valls, de la cara norte de la Serra de Busa y del coll de Jou y del Port del Comte. Luego la pista empieza a bajar hacia los campos de la casa de Coromines.
Son campos de pasto y en el suelo se observan la vetas de yeso.
Llegamos a la collada de Coromines, a la izquierda tenemos la balsa y a la derecha la pista que nos lleva hasta la masía de Coromines. Junto a la casa de La Costa está dedicada a la explotación agrícola y ganadera.
La pista vuelve a estar asfaltada.
A la izquierda tenemos la Casa Massanes habitada a temporadas y utilizada por los propietarios de la vacas.
La pista contacta al final con la LV-4241, entre los km 24 y 25, en lo que se conoce como la recta de Valls, (o entre los km 38-39 de la C-463) y de ahí a otras excursiones, a Berga o a Sant Llorenç de Morunys.
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