Es el cruel dilema: enfrentarse a la pregunta de ¿que hacer este día?
Una delgada e imperceptible línea separa el dominio de la razón del del sentimiento; entre la entrega a una fe ciega o la sumisión al dictamen de las entrópicas leyes de la naturaleza.
El entre quedarme en casa pues todos los planes que me apetecían y podía ser factibles eran humo, o el arriegarme y perder horas de viaje, en solitario, para pasar un día con los amigos donde Cristo perdió una sandalia.
La cruzada existencial que rige la vida del escalador está llena de actos de muy poca reflexión para los que hay que tener valor y de paso estar un poco loco; porque muchas empresas no es que serán imposibles es que serán imperfectas, y puede que eso sea lo mejor de todo ya que, a fin de cuentas, ¿quien quiere una vida perfecta?.
Así que... a Margalef.
Isaac en La Vía del Quim, 8b+ |
Allí me encuentro con Isaac y Grace. Llevan allí ya un día de dos.
Como es habitual me acabo perdiendo y llegando como mínimo una hora más tarde de lo que deseaba; me despisté, me salté una desvió y acabé en Flix. Eso significó que perdí toda la mañana y quedaba toda la tarde por delante; lo que decía de las empresas imperfectas.
Isaac en La Vía del Quim, 8b+ |
Los encuentro en el Racò de La Finestra. Allí escala sólo Isaac. El día anterior había encadenado Niña Mala, 8b. Ahora se estaba pelando con La Vía del Quim, 8b+ tras haber probado Aitzol, 8c. El problema es que Niña Mala le exigió un pegue extra, pues se cayó llegando ya a la R, y tenía las pieles de los dedos muy castigadas. Se notaba muy machacado y tras estudiarla la deja para la semana que viene.
Yo intento calentar en Okemaka o Magrana, pero están ocupadas. Como Grace tiene su proyecto en Racó de Les Tenebres recogemos y nos vamos a ese sector.
Sigue en La Vía del Quim |
> Vía 16, 6a. Otra imperfección más. Así la visual de ese tochito daba a enteder que esta línea era el 6b y no el 6a. Pues no, me metí en el 6a y me caí en el único paso de la vía. Que para la izquierda y yo me fui para la derecha.
> Vía 1, 6b+ (6c en reseñas). Otra imperfección. A mi que me gustan las vías de continuidad, ¿que hago en una de 3 chapas?. Pues sufrir tres tientos antes de encadenarla, eso si un encadene de sensaciones brutales: los dinámicos salieron bien, rectifique una postura en que me ví pillado, repose bien donde calía y si iba cargado conseguía recuperar antes de hacer el movimiento...
David en la Corva de La felicitat, 7c |
Entre pegue y pegue, mientras me contaban sus historias en Thailandia y compatíamos pie de vía con otra cordada, que nos explicaba sus historas de La Riba, Rodellar y los entrenos, Grace había montado Magic Festival.
> Magic Festival, 7c. Como se aburría Isaac había encadenado La Corva de la Felicitat. Como tenía que salvar el día, y el honor, yo encadené después la Vía 1.
Grace en Magic Festival, 7c |
Grace, que se había caído el día antes llegando a la R, no perdonó y también encadenó, en parte porque iba sobrada y en parte porque hubiera odiado muchísimo tener que volver a repetir toda la vía si se hubiera caída otra vez llegando a la R.
Para acabar el día, Isaac encadenó la Sàtiva Patàtica de un tirón y de paso nos convenció de él también se cayó en la marmita de Panoramix cuando era pequeño. Es más, mientras encadenaba también decía que se encontraba débil.
Grace en Magic Festival, 7c |
Grace probó la Cova de la Felicitat y se la dejo como proyecto para la semana que viene también.
Y yo tomé la imperfecta decisión de desmontar la Magic. Una vía que en mejores días la tenía con una caída, arriba claro; y que ahora deje con un par de caídas en el desplome, otro par en la sección vertical y una llegada a la R tibando de cuerda. Un desastre.
Grace en Magic Festival, 7c |
Con la agradable sensación de un día bien aprovechado, aunque imperfecto, por la escalada y sobre todo por la compañía, nos volvimos todos a casa. Cada cual tenía sus obligaciones para el día de después.
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