La visita El Toll me ha sentado estupenda. Era el único plan que había encontrado para este corto, para mí, fin de semana pero ha valido la pena; y no sólo porque tenía muchas ganas de salir de BCN y poder dedicar las 24 horas del día a algo que no fuera trabajar; independientemente de que se te atragante en mayor o menor medida el día de escalada.
Hay pocos sitios en los que puedas tener sombra todo el día, El Toll es uno de ellos, y aunque no es un lugar amable y facilón (poco menos de 20 metros de rabia y poco de regalo) ese día registra un lleno de estreno. Subo con Ciscu y Aitor y en el pie de vía me encuentro con mucha pela conocida, J. Cabau, Jesús, Frederic y Lidia,...
Atmosféricamente muy bien. Estar al sol era demoledor pero a pie de vía sin hacer frío había una buena temperatura. No corría el aire pero estabas en el límite del lado bueno: podías escalar sin sensación de humedad, con buen grip y sin que el esfuerzo te hiciera empezar a sudar.
Y después de las escalas desastre en Els Matxos y en El Folló, este sitio me subió la moral, costó, pero me fui contento.
Aitor empezó marcando el ritmo del día encadenando a vista y poniendo cintas La Puta y La Ramoneta. Yo seguí marcando el ritmo del día encadenando la última vía, Crit de Guerra, por ahora, del extremo derecho, un 6b, en tres pegues. Es una línea de continuidad, básicamente sobre buen agarre. Una entrada que requiere de una buena visual y te la juegas en un pasito técnico sobre agarres más romos, donde es clave visualizar los mini apoyos donde van a ir los pies.
Mientras yo me entretenía con esta vía, Ciscu y Aitor se peleaban con Corruptela, un 7a+ raro, pues llegando al 4º seguro tiene que tirar todo a la derecha a buscar los agarres de la línea vecina, y complicado, todo en dos secciones bastante duras.
Jesús tenía las cintas en un problema que me interesaba, Txurumbel, 7a+. Aprovecho la situación y me pasa la cuerda por la reunión con la intención de probar los pasos sin tener que montarla.
Fue la mejor idea pues es un problema muy intenso y no tenía muy claro que estuviera en posesión del nivel necesario para montarla de primero. En el primer pegue la encuentra muy dura para el grado propuesto, y para nada fácil. Hay algún chapeo complicado poniendo cintas que con las cintas puestas es más asequible. En el segundo pegue, apretando como nunca, consigo llegar hasta el paso duro, cayendo allí como todo el mundo que se la estaba trabajando este día.
Realmente muy recomendable, es todo continuidad, muy mantenida, con algunos movimientos muy peculiares y un paso muy selectivo que es que hace que se considere más de 7a+ que de 7a. Puedes hacerla 50 veces y las 50 caerte en ese movimiento.
Final del día con parada alcohólica en Gombrén, el verdadero motivo de salir a escalar, sino ¿para qué?.
Regreso a casa tras comentar las jugadas y memorizando una y otra vez esa última vía.
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