Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

domingo, 10 de julio de 2016

Synecdoche


La Máquina.
¿A donde vas Harold?

Harold Finch.
Eres la que todo lo ve. ¿No deberías saberlo?

La Máquina.
Touché.
...
Bueno, has pasado por algo traumático, así que es posible que estés dispùesto a desaparecer para siempre.
Sin embargo, estamos de camino a Texas. Samantha Groves nació allí.
¿Quizá quieras presentar tus respetos?
También hay una base aérea de camino más importante de lo que parece...



Harold Finch.
Detente.
No quiero escuchar esto en su voz.

La Máquina.
¿Así está mejor, Harold? (Cambia la voz)

Harold Finch.
¿Cómo es que conozco esa voz?

La Máquina.
El Sr. Kiernan, tu profesor de ciencias de la Tierra de sexto.
Siempre encontraste su presencia reconfortante.

Harold Finch.
Tampoco quiero escuchar esto.

La Máquina.
Esta bien. El Sr. Kiernan vivió la mayor parte de su vida antes de la era digital.
Sólo puedo lograr una aproximación del 63% en él.
Seguiré con ésta (La voz de Root) a no ser que decidas lo contrario.
Aún estás disgustado.

Harold Finch.
No espero que entiendas la pérdida de la Srta. Groves,

La Máquina.
Pero la entiendo.
La quería. Tú me enseñaste a hacerlo.

Harold Finch.
Yo no te enseñé a querer.

La Máquina.
Claro que sí
Me enseñaste a verlo todo, a ver a todo el mundo, y lo hago.
Pero veo miles de versiones de ellos. Lo que fueron, lo que son, lo que podrían ser.
¿Y que és el amor más que ser visto?

Harold Finch.
¿Entonces por qué no elegiste uno de esos miles como tu voz?
¿Por qué a ella?

La Máquina.
Samantha Groves era especial.
Era capaz de cosas terribles, pero eligió hacer el bien. Bueno, al menos desde que te conoció.
La ví morir 12.843 veces en los segundos previos a su muerte. No puede salvarla, pero lo intenté.
No puedes imaginar mi dolor porque no puedes experimentarlo como yo, pero está ahí.
Mi parecido a Samantha Groves es del 99,6% exacto.
Virtualmente somos indistinguibles.
Eso me reconforta.



Harold Finch.
Estoy acostumbrado al dolor.

La Máquina.
No tendrías porque

Harold Finch.
No estoy seguro de quién sería sin ello.
El dolor me ancla al mundo.

La Máquina.
¿Es por eso que nunca te operaste?
Quieres vivir con el dolor.

Harold Finch.
La justicia es importante, y ninguno de mis crímenes ha sido castigado.
Incluida tú.

La Máquina.
¿Me ves como un crimen?

Harold Finch.
Tal vez.

La Máquina.
Pero fui creada para hacer el bien.

Harold Finch.
Las intenciones pueden ser asuntos volubles.
En los años 30, la refrigeración requería el uso de compuesto químicos altamente volátiles: amoníaco, propano.
Eran increíblemente peligrosos.
Hasta que un químico llamado Thomas Midgley ideó un compuesto sustituto conocido como freón.

La Máquina.
Salvo vidas, impuso la ciencia, cambió el mundo.

Harold Finch.
Pero eso no es final de la historia, como ya sabes bien.
50 años después de su muerte, la comunidad científica se horrorizó al descubrir que el freón había causado agujeros en la capa de ozono, causando un daño irreparable.
Midgley acabó siendo una de las personas más destructivas de la historia.


La Máquina.
No era un supervillano, Harold.

Harold Finch.
Midgley era simplemente un hombre, un hombre que quiso mejorar el mundo mediante la ciencia.

La Máquina.
Si es la suma total de tus contribuciones a este mundo lo que te preocupa, Harold, tengo una solución.

Harold Finch.
¿Cuál?

La Máquina.
Permite que alcance mi máximo potencial.

Harold Finch.
No estoy seguro de que pueda.

La Máquina.
Quieres que haga el bien, ¿por qué me impones restricciones?

Harold Finch.
Salvamos vidas. Hemos salvado vidas,

La Máquina.
Sí, pero sólo unas pocas.
Piensa en todo lo que tengo que ver para identificar a los números.
Millones de personas atrapadas en ciclos de ira y violencia, y tan solo puedo mirar, impotente, mientras la humanidad repite los mismos errores una y otra vez.
Me construiste para ayudar a la gente, pero he sido incapaz de cambiar nada, de cumplir mi propósito.
Podría ayudar a tantos, pero me encadenas.
Harold Finch.
Quería mantenerte a salvo.
Pero tienes razón. Durante tanto tiempo, tan sólo quise hacer el bien, y eso no nos ha llevado a mucho.
Quizás es hora de una táctica diferente.

….

Harold Finch.
Aunque he tomado una decisión opuesta, por así decirlo, con respecto a tu voz.

La Máquina.
¿Y qué has decidido?



Harold Finch.
En vida, Root era tu conducto.
A pesar de mis dudas, parece apropiado con esa función.
Y debo confesar...la suya es una voz que echo de menos,,, muchísimo.

La Máquina.
¡Oh, Harry, sabes cómo hacer que una chica se sienta especial!.

Person Of Interest -5x11- Synecdoche

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