Lo de escalar en roca ha llevado más tiempo pues iba al plafón pero la zona lesionada se quejaba, más por una sobrecarga/proceso de adaptación de los tejidos blandos y de sostén que por daño/dolor en la zona de fractura.
Al final las sesiones de plafón fueron muy poco o nada molestas y creí que podía salir a la pared, a ver que tal se me daba.
Entre esta circunstancias y sus acompañantes: ganancia de peso y pérdida de fuerza y nivel me pareció que los más conveniente era ir a un lugar de poco pateo y vía fáciles.
Hace poco más de un año equipé un sector en la zona de La Cascada de Vallirana, el Metabarones. A pesar de la abundante afluencia escaladora de Vallirana globalmente, y de La Cascada en particular, es un sector bastante solitario y muy poco frecuentado. Es como un anexo y de hecho creía que no habría ido nadie en todo este tiempo.
Curiosamente a pesar de que La Cascada es, en términos de deportiva modernidad, posterior a Les Casetes d'en Muntaner en el 8a.nu, a día de hoy, las dos primeras líneas que encabezan el ranquin son de la Cascada; y otras más copan las primeras posiciones.
Hable con Moira y aceptó acompañarme en esa visita.
Ya llegando al parking nos dimos cuenta de que había una gran afluencia de escaladores, que se mantendría hasta las 15 horas en que nos marchamos nosotros. Pero eso no nos afecto pues prácticamente estuvimos solos en Metabarones y, salvo por los vítores de un cercano partido de fútbol, muy tranquilos sin que nos afectara el bullicio del pie de vía de los otros sectores.
Sólo nos acompañó una cordada que se acercó por curiosidad a ver lo que hacíamos; y viendo que allí estarían más tranquilos, y con vías de su grado para probar, se quedaron con nosotros.
Lo único negativo fue el calor. El cielo, al principio con alguna fina nube alta, quedo muy limpio, azul, inpoluto. No fue un día de invierno soleado, fue un día soleado de primavera tirando a verano, agobiante por momentos. Al final acababas escalando a pecho descubierto y pantalón corto.
Nos dirigimos al subsector Metabarones Down, que no precisa de la cuerda fija para acceder, pues es donde están la mayoría de los supuestos V+ y era el objetivo primario del día. Yo no sabía si alguien había escalado ya por este sector pero descubrí que si. Las argollas de las R tenían muscas del roce de cuerdas y alguna tenía algo de magnesio en sus agarres.
> Castaka, V+.-
La primera del día. No está mal y cumple.
Su entrada impone respeto pues da la impresión de que se te va a deshacer todo en tus manos y que va a ser como cuando caen las cartas de un castillo de cartas. Pues no, es bastante sólida.
La vía tiene un pasito tenso a la altura de la 3ª chapa, para salir de la repisa que es lo que da la dificultad.
Su R propia se confunde la con R de la vecina de la derecha, de hecho sirve igual.
Y había sido ya escalada, al menos habían 4 muescas en la anilla de la R.
> Bérard, V.-
Línea muy fácil y que causa buena impresión a mis acompañantes.
Hay una apretón poco matador para ponerse en situación y el resto es navegar entre repisas, fisuras y algo de aire en los seguros, pues se trata de escalar no de ir chapando los seguros.
Esta también tenía muescas en la R.
> Lothar, 6a.-
El primer gran problema del día. Pasito a bloque entre las dos primeras chapas. No es fácil, claro, y tiene sus trucos; algún agarre pequeño, equilibrio...
Estaba orientada como V+ pero creo que salvo cuestiones morfológicas el 6a le cuadra mejor.
Tras este pasito el resto si que es un V+ de ir navegando entre roca de morfología muy variada y una llegada peculiar a la R.
Interesante y recomendable en mi opinión.
La anilla de la R es la que más muescas tenía, pero como es compartida con la Aghora...
> Aghora (Normal), V+.-
Trazado con un inicio técnico y un poco tenso, y con aire entre sus seguros. Cumple.
Ir haciendo y mirar bien. Final compartido con Aghora.
> Cabeza de Hierro, V+/6a.-
Curiosamente fue la que más me gusto o la que mejor sabor de boca me dejó, igual porque acerté con el paso de entrada.
En Lothar me caí haciendo el paso, esta me llevo un rato jugar con los agarres y los apoyos hasta encontrar la postura. Cuando la equipé también me llevo un rato ver como se hacía y este día paso lo mismo. La salida de este paso no es un regalo pero por suerte en el pilón de la derecha hay buenos apoyos. Luego tramos de buen agarre, otros algo más técniquillos, y llegada a la R de equilibrio.
Y aquí se acabó el día. Ambas cordadas iniciamos la retirada a la par. Y tras sortear a la peña repartida por el pie de pared (picnic con niños, a la siesta, etc...) llegamos al vehículo.
En la cuarta vía el tobillo derecho me empezó a molestar y en Cabeza de Hierro la molestia llegó para no marcharse. La prudencia aconsejaba retirada y no jugar a los dados.
Al llegar al coche lo tenía en plan incordio. Fue una buena elección. Al día siguiente ya lo sentía como normal.
A ver que me depara la próxima salida.
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