Jardins Artigas y Fonts del Llobregat

Día de descanso.
No era el mejor día para llevar a cabo esta actividad pero el momento se tenía que aprovechar.
Puse rumbo a La Pobla de Llillet, con la intención de visitar Els Jardins Artigas (Jardines de Can Artigas) y luego darme una vuelta por Castellar de n’Hug para visitar Les Fonts del Llobregat.
No creo que fuera un recorrido muy original pues bastantes visitantes que ví en Els Jardins Artigas luego los reconocí en Les Fonts del Llobregat. Hay muchos lugares para visitar pero yo me limité solo a estos dos. Supongo planificas el día para luego comer por algún lugar de Castellar de n’Hug o La Pobla, y aprovechas mucho más el día.
Posiblemente la mejor forma de programar esta actividad hubiera sido subir en coche hasta El Clot del Moro, dejar el vehículo delante del Museu del Ciment-Castellar de n'Hug, de la antigua fábrica de cemento Asland y allí coger el Tren del Ciment hasta La Pobla de Llillet, ida y vuelta.



El Tren del Ciment (Ferrocarril Turístic de l'Alt Llobregat), fue construido por la Compañía General de Asfaltos y Portland “Asland” para el transporte de cemento desde la fábrica enclavada en El Clot del Moro. El recorrido se iniciaba en la misma fábrica y llegaba hasta Guardiola de Berguedà, donde enlazaba con los Ferrocarriles Catalanes. Tenía un recorrido de 11 km.
El 14 de octubre de 1963 hizo su último viaje.
En el año 2005 se pudo de nuevo en funcionamiento, con un recorrido de 3,2 km. Recorre desde la estación de empalme de La Pobla de Llillet, pasa por el municipio de La Pobla, Els Jardins Artigas y acaba en las instalaciones de la Clot del Moro.
No funciona durante todo el año y tiene opciones especiales; hay que consultar horarios y tarifas. El recorrido actual tiene 4 estaciones que ofrecen diferentes opciones culturales. Si se aprovecha cada parada hay que tener en cuenta que el próximo tren pasará al cabo de una hora.
El día no acompañaba y amenazaba lluvia en cualquier momento. No hice el recorrido en El Tren, ahora sabiendo como funciona el asunto, quizás en otra ocasión y con mejor una meteorología más favorable, puede ser una actividad muy distraída.

Como no había visitado antes los Jardins Artigas no conocía bien los accesos y las opciones de parking.
Como parte del recorrido es compartido entre el Tren y el resto de los vehículos, y no hay muchas opciones de escape en caso de verse unos y otros cara a cara, aparqué mi vehículo al inicio del tramo común. Puede ser útil fijarse en los semáforos, o conseguir el horario del tren para saber si te lo vas a encontrar de cara o podrás circular con comodidad.
En todo caso el acceso a pie no es muy largo, un km, y en unos 10-15 minutos, según tus piernas, ya has llegado a destino. Tras pasar un puente de hierro (Construido en el 1.904 por La Maquinista Terrestre i Maritima), hay otro parking para vehículos motorizados. Luego ya a pie.



Cuando Eusebio Güell fundó en el Clot del Moro la primera fábrica de cemento Portland de Catalunya, encargó al arquitecto Antoni Gaudí la construcción del Xalet del Catllaràs como vivienda para su trabajadores e ingenieros dada la considerable distancia, para la época, entre en núcleo poblacional de La pobla de Llillet y la explotación minera.
Joan Artigas i Alart, propietario de una próspera empresa textil, era amigo de Güell y conocía el trabajo de Gaudí.
En uno de los viajes de Gaudí a La Pobla, Joan Artigas dio hospedaje a Gaudí en su casa y le pidió que esbozará el jardín en los terrenos destinados a ello, justo delante de su casa y de la fábrica textil.
Els Jardins Artigas se diseñaron en 1903, cuando ya había empezado las obras del park Güell, siendo necesarios dos días de reconocimiento del terreno para diseñarlo.
Gaudí lo diseñó pero no dirigió las obras en persona, envió durante un par de meses a albañiles del Park Güell, que construyeron la gruta. Después se traspasó la responsabilidad de las obras a la empresa del contratista Juan Riu, que siguió las planos y los diseños de Gaudí.
Las obras se prolongaron de 1903 a 1910. Joan Artigas murió a finales del 1903.
Los esbozos originales se quemaron en 1939, en un incendio de la fábrica durante la Guerra Civil.



Por varias circunstancias: Guerra Civil, traslado de la familia Artigas a otras ciudad, Barcelona, nuevos conceptos arquitectónicos, la situación geográfica de los jardines,... éstos pasaron desapercibidos hasta 1971, cuando R. Bonamusa, corresponsal del periódico "El Correo Catalán", en un reportaje titulado "Gaudí en la Pobla de Lillet", descubrió su existencia después de hablar con un albañil que de joven había trabajado en las obras. La referencia a la Vall de Lillet no levantó interés hasta tiempo después, gracias a la reproducción de los planos del jardín por parte de un estudiante de la Real Cátedra Gaudí, Josep Lluís Dalmau i Miralles.
En 1.983 el alcalde de La Pobla de Llilet, Joan Casanova y los hermanos Costa Artigas firmaron un acuerdo de cesión de los jardines por un periodo de 25 años para uso público.
En 1.989, el alcalde de La pobla, Josep Barber encargó a la Càtedra gaudí los estudios para la redacción de un proyecto de parque público y las obras se iniciaron en 1992. Se respetó la idea original de Gaudí, se rehicieron todas las esculturas y se aplicaron nuevas técnicas de construcción allí donde fue necesario.

Bajo el estilo personal y original de Gaudí en los Jardines de Can Artigas la naturaleza y la arquitectura se fusionan en perfecta harmonía.
Los colores predominantes son el marrón de la piedra y el verde de la vegetación porque en su construcción se utilizaron los materiales propios del lugar. Además, al tener el río Llobregat pasando por enmedio hace que estos sean unos jardines húmedos y el agua otro de sus protagonistas.
Cuatro esculturas de piedra -un toro, un león, una águila y un ángel, actualmente desaparecido-, situadas en cruz, representan a los cuatro evangelistas.

Actualmente se entra por donde para el tren. En la taquilla se pueden comprar las entradas para visitar los jardines, o viajar en el tren, ambos independientes.



Los Jardines de Can Artigas tiene escaleras con fuerte pendiente lo que puede ser un problema para discapacitados físicos; y en el caso de carritos para niño se aconseja dejarlos en la entrada.
En la entrada hay una placa conmemorativa, y en cada uno de los lugares de interés de los jardines hay un poste explicativo.
Tras bajar las escaleras el recorrido sugerido como el más ideal consiste en girar a la izquierda, hacia La Cascada, dejando El Pont Dels Arcs a nuestra derecha.
Observando el entorno, se puede ver la combinación de piedras y la vegetación creada para personalizar cada espacio de los Jardines.









La Cascada.-
La Cascada está constituida por en eje central de piedras toscas, con agujeros, donde resbala el agua y crece el musgo y con una base de piedras redondas procedentes del río. Antiguamente, en uno de los agujeros de la fuente, había la figura de un ángel simbolizando el evangelista San Mateo.
A mano derecha hay un mural de naturaleza y a la derecha del mismo un banco “trencadis” de piedra losa que está en una plaza cercada con plátanos y una palmera central, que vino del Parque Güell, por encargo de Gaudí, junto con otras plantas tropicales.







Llegamos a La Font del Bou (Fuente del Buey).
Es un espacio de pino rojo donde se encuentra el segundo evangelista, San Lucas, representado por la figura de un Buey (Obra de Ramon Millet i Domenech, como todas las esculturas del jardín que se hicieron con motivo de la restauración).
De los dos cuernos del Buey sólo se conserva uno, el derecho, es posible que por la costumbre de la gente de hacerse fotos cogiendo uno de los cuernos, el cuerno izquierdo acabara en manos de alguien, local o foráneo.
Se puede ver reflejado el carácter religioso de Gaudí. Centrados en el bosque se configura la cruz evangelista formado por el toro (San Lucas), en línea recta trepando las escaleras, el águila (San Juan), a mano izquierda el león (San Marcos), en la pérgola y el desaparecido ángel (San Mateo) en la cascada que hemos acabado de visitar, definiendo los cuatro puntos de la cruz.
La barandilla de aspecto quebradizo es de guijarro de piedra de río, diferenciándola de la piedra punzante de la cascada, el primer espacio visitado.



La Gruta.-
Unos escalones que nacen cerca, nos conducen de bajada a este espacio.
La Gruta es un conjunto de grandes piedras sin pulir, en medio de las cuales queda suspendida la piedra clave. La gruta describe un arco catenario, una de las señas de identidad en la obra de Gaudí.
En este entorno las barandillas son de imitación a la madera.
La cueva está formada por dos entradas y dos aberturas desde las que se ve el río. Un banco de la misma piedra recorre las paredes sinuosas de la estructura.



Los Jardines de Can Artigas se conocen como el Parque de la Magnesia, por manantial de agua medicinal que los lugareños entraban a buscar pasando por el acceso desde la fábrica (la actual puerta de hierro que se encuentra a la izquierda). Una vez en la gruta, hay dos puertas de hierro que cierran el acceso a las otras zonas del jardín. La familia Artigas daba permiso para acceder a la fuente y recoger el agua, pero reservando el resto del recinto al ámbito privado.



La Pérgola y El León.
Desde La Gruta los escalones nos conducen a este espacio.
En La Pérgola encontramos el león, que representa el evangelista San Marcos.
En este entorno se deja el quebradizo de caliza y nos encontramos con las formas de imitación a la madera, como un collage de ramas de árbol. La estructura de la pérgola es la unión de varios arcos (arcos cojos) que convergen todos en un punto central (parecidas a la buhardilla de la Pedrera, hechos con ladrillos).





El Pont de l’Arc Coix y La Glorieta.-
Ahora toca dirigirnos a el Pont de l’Arc Coix, también conocido como el de La Glorieta
Su estructura está formada por un arco catenario parabólico, trazando una perpendicular desde el eje central configurando sobre la base dos ángulos de 90º, cada uno es el arco cojo o de escalera.
Cruza sobre el río Llobregat uniendo las dos vertientes por este lugar.







La escalera de El Pont de l’Arc Coix está enmarcada por dos grandes jardineras de piedra hasta un mirador donde se encuentra la estatua del águila que simboliza a San Juan.



Algo más arriba presidiendo los jardines, en un pronunciado cortado de roca, se encuentra La Glorieta, de forma circular y cubierta de cúpula cónica.
En su interior hay una mesa que simula el corte del tronco de un árbol. Y el pie de mesa es como un árbol con los brazos abiertos.





La Entrada Original.-
Originalmente Gaudí sólo proyectó una entrada para este recinto, desde la casa Artigas se accedía a un mirador desde el que se divisaba todo el entorno. A su izquierda hay un gran pórtico con alma de hierro y cuerpo de cemento por donde entramos a la parte alta de los jardines. El camino del pórtico hasta La Glorieta está franqueado primero por serpientes retorcidas con la boca abierta y luego por formas naturales representadas por los cactus.





El Merendero.
Cruzando el pórtico de la entrada original y girando a la izquierda llegaremos a El Merendero, el lugar donde la familia Artigas pasaba las tardes. Hay un gran banco con otro mural de naturaleza detrás.
En el lateral hay un pequeño banco para los niños
La disposición de la mesa, sus dos sillas, en forma de setas, y el banco, con una considerable separación permite ver el carácter burgués de la época, donde la familia disponía de servicio que les servían el té o pastas de la tarde .



Hay unas escaleras a la izquierda que nos conducen a El rincón del Pescador, donde hay un pequeño banco.



El Pont Dels Arcs.-
El Puente de los Arcos, también une ambos márgenes del río Llobregat y comunica El merendero con nuestra vía de entrada a los Jardines Can Artigas.
Es una sucesión de arcos en todo su recorrido presidido en el extremo que toca El Merendero por dos cariátides, las figuras de un hombre y una mujer llevando una cesta en la cabeza. Las caras y manos de estas figuras son una aportación hecha durante la restauración, obra también del escultor Ramón Millet, que ya existían antes, pero hechas con piedra rústica no esculpida.
Las cariátides simbolizaban la servidumbre en este entorno familiar y burgués. Representan a dos figuras de la época: el hombre con la vestimenta que lo define, los pantalones, y la mujer con la falda, sin marcar ninguna línea (similar a la lavandera que se puede encontrar en el Parque Güell).
El puente tiene barandas rústicas y cinco arcos. Los arcos que forman esta estructura son arcos de medio punto y no parabólicos, pero sí que, en cada uno de ellos tanto los centrales como los laterales, contienen una piedra clave que es la que describe un arco parabólico.









Y fin de la visita.
Tengo que regresar algún día a este mágico lugar.

Aún quedaba mucho día por delante, bueno muchas horas, porque el día como día, no acompañaba mucho. He hice lo que supongo deben de hacer todos una visita rápida a Les Fonts del Llobregat. Un paseo corto y fácil tomes el camino que tomes, ya desde Castellar de n’Hug como desde el Hostal Les Fonts.
Es un sitio muy turístico y puede estar muy frecuentado pero este día fue bastante llevadero.
Había estado en otra ocasión, con Tere, pero el recuerdo de la misma es muy turbio.
Yo diría que el surtidor más característico tenía buen aspecto, pero no tenía nada con que compararlo.



Las fuentes, situadas a unos 1.300 metros de altura, brotan directamente de los riscos que bordean Castellar de n'Hug y las cimas cercanos como el Puigllançada y la Tossa de Alp. El agua que sale de la roca caliza es el resultado de las aguas de la lluvia y de la nieve en el invierno se han ido acumulando montaña arriba. El río Llobregat atraviesa Cataluña de norte a sur pasando por las comarcas del Berguedà, Bages y Baix Llobregat y desemboca finalmente en el Mediterráneo formando el delta del Llobregat.



La llegenda:
Diuen que l’aigua que brolla de les Fonts del Llobregat són les llàgrimes d'unes nenes que una bruixa va matar. El motiu: volia que la seva filla fos la més maca de la comarca. També explica la llegenda que de vegades un color vermellós tenyeix les aigües. No és més que el polsim en què es va convertir la bruixa quan les aigües van brollar de les roques i la van fer desaparèixer.