Xesca y el Escalar -66- Especial Búlder

En el Escalar 66, el Especial Búlder, se ha publicado el segundo artículo con el que Xesca colaboró con esta revista (lo pongo en pasado pues desconozco como están las cosas con la nueva Junta).
El segundo artículo y mi última intervención en las actividades de Xesca.
La idea, que creo era conocida por los componentes más activos de Xesca, era corresponder a Escalar por ofrecernos un espacio donde expresarnos y darnos a conocer y ajustar los contenidos de ese artículo a la temática global de ese número: El Búlder. Para ello se obtuvo información no sólo de opiniones personales de escaladores conocidos por su afición a esta modalidad de escalada sino que secomplementó con información que difunde Acces Fund sobre el tema.

Los problemas de la escalada que afectan el entorno, y por tanto la relación del hombre con la naturaleza y la relación del hombre con el hombre y con otras maneras de entender las actividades al aire libre, y que pueden acabar en una regulación se pueden afrontar en un antes de que, en el momento en que ocurren o en tratar sus consecuencias.Ya que Xesca, por si misma, no estaba gestionando ningún problema relacionado con el Búlder y los problemas que se conocían o eran a nivel de individuos o estaban en fase de gestación -Can Bouquet-, decidí enfocar el artículo hacía la sostenibilidad. O sea enfocarlo al antes de que.
Como a día de hoy, repito, en Catalunya no se conoce prohibición alguna en ninguna zona de Búlder el enfocar el documento hacia su práctica y sostenibilidad era la decisión más acertada.

Entiendo y es normal que dentro del Equipo de Redacción mientras se gesta el producto final hubieran dudas y controversias.
Me sentó muy mal que tras enviar el artículo se criticara su contenido sin haberlo leído y sin saber cómo y con que material se había gestionado y además se cuestionara mi decisión, que era poner también en falta la labor del equipo encargado de sacar adelante la colaboración con Escalar.
Como parece ser, que con sólo dos artículos remitidos a Escalar y con todo preparado -a falta de la cuenta bancaria- para empezar a captar socios -con todo lo que ello conllevaba- yo lo estaba haciendo muy mal, pues mi labor al frente de Xesca era cuestionada por ser poco Xesca, decidí que, yo ya cansado de generar contenidos y dedicar gran parte de mi tiempo en mantener en lo posible la estructura de la asociación, lo mejor era dejarlo todo en las manos de aquellos poseedores de la noción de una Xesca más pura y real, según su criterio, y que fueran ellos los que se encargaran de llevarla a buen puerto.
No creo que gente que se ha ido desentendiendo de Xesca y soltando lastre a medida que ha ido pasando el tiempo me tuviera que dar lecciones de lo que era mejor o peor, se hace lo que se puede con la mejor de las intenciones y con el mejor material disponible, pero como es gente considerada imprescindible o fundamental por el resto, y dadas las intenciones de muchos miembros de trabajar en pos del proyecto, no tenía ningunas ganas de aumentar el conflicto ni mis dolores de cabeza. Ahi quedó.

Escalar tenía problemas para desarrollar el especial, así que nos dijeron que en vez de un artículo de 600 palabras podríamos hacer uno de 1.200. Utilizando el material antes comentado se desarrollo un artículo de unas 1.600 palabras, que se retocó para dar cabida a las 1.200 pactadas. Al final parece ser que Escalar solucionó sus problemas y se capó el artículo que le habíamos enviado a uno de 600. Podéis acceder al artículo enviado a través de la web de Desnivel.
Yo os cuelgo el artículo en su versión más extendida.



El Búlder es la práctica de la escalada en formaciones de roca de escasa alzada o con la suficiente altura para permitir secuencias de movimientos sin cuerda ni otros materiales empleados en otras modalidades de escalada. El objetivo general de la actividad es superar “el problema”, en vertical o en travesía. Por regla general “el problema” de búlder deberá ser ensayado varias veces antes de ser encadenado con éxito.

La creciente popularidad del Búlder puede atribuirse a:
1- El mínimo material físico para su práctica. Un calzado especializado, magnesio y unos amortiguadores portátiles -crash-pad- utilizados para relleno de las áreas inmediatas alrededor de una roca para proporcionar un suave superficie de aterrizaje en caso de caída o salto desde la roca.
2- La accesibilidad,
3- Su potencial atlético. Es una modalidad en si mismo y de paso obligado a altos niveles de dificultad en escalada;
4- Muchos escaladores de renombre lo han practicado y popularizado;
5- La sociabilidad. El búlder tiene unos aspectos sociales de mayor relevancia que otras prácticas de la escalada, se fomenta la camaradería y relación entre escaladores creando una forma de subcultura entre sus aficionados. La mayoría de las veces se practica en grupos, en ellos no sólo hay un asesoramiento técnico y un estímulo positivo, sino también seguridad y prestaciones. Además proporciona una mayor cercanía de la familia.
6- El aumento de los circuitos de competición de esta modalidad y su incorporación a las redes publicitarias.

Como cualquier otra actividad dentro de un área natural, el búlder crea un impacto.
El aumento de escaladores en una zona incrementa los impactos que esta sufre. Recordamos que no todos los espacios son capaces de soportar la misma carga, ni todas las especies son igual de vulnerables a la presencia humana. Los actos de una persona per se, por regla general, dejan una huella fácilmente asumible, pero El aumento de su popularidad hace que se expanda sobre nuevos terrenos y el aumento de usuarios aumenta los impactos en el entorno en que se practica. Entonces ya tenemos un impacto grande, que marca.

A los impactos negativos fruto de la masificación (una zona de moda del Búlder en España puede congregar a más de 100 personas durante un fin de semana), hay que sumar los efectos derivados de la ausencia de sensatez y sensibilidad y, sobre todo, educación de aquellos que salen a hacer deporte al campo sin mostrar respeto por lo que les rodea. La magnitud de los impactos, uno relevante o el global de todos ellos, que sufre una zona puede crear una situación que desemboque en un plan de gestión de la escalada.
A esto hay que añadir que toda tierra pertenece a alguien y que la roca es un recurso compartido, y que los dueños y los otros usuarios tengan diferentes opiniones de cómo disfrutar de ese recurso.

Los impactos pueden ser variados, tanto en su tipología, intensidad y agrupación según varios factores como: accesibilidad y ubicación de la zona, tipo de roca, zonas de bloque cercanas, relevancia deportiva del lugar, biodiversidad del lugar, etc. En el búlder, como en otras modalidades de escalada, la mayoría de los efectos se producen durante la fase de apertura y desarrollo; y, en esta en particular, lo normal es que la mayoría de sus efectos se concentren en el suelo adyacente al lugar en que se práctica y en “la limpieza” de la roca.
Desde que el hombre está en la tierra, siempre ha interaccionado con ella y la alterado y modificado para satisfacer sus necesidades. El mero hecho de la aparición de la ganadería, la agricultura, los asentamientos humanos, las rutas comerciales,... todo ello ha modificado el entorno natural salvaje para una función a favor del hombre. Dicho esto, no queremos decir que no debe practicar la escalada, búlder en este caso, sino que se ha de ser consciente de que manera se interactúa e intuir y saber cuando nuestros actos son superfluos o innecesariamente perjudiciales para con la naturaleza.
Los posibles impactos junto con las medidas recomendadas para minimizar nuestra huella y hacer innecesario, en lo posible, dicho plan son las mínimas necesarias para proteger el medio natural y/o legado cultural e histórico.

1. Desbroce de caminos, ampliación de los senderos de acceso y de los campos base y destrucción de vegetación. El suelo y la vegetación son compactados por acciones como caminar, sentarse o tumbarse, la colocación de las colchonetas protectoras y caer o saltar en el terreno. El suelo es una estructura compleja, viva y en continua evolución. Está formado por una fracción mineral, y por una fracción orgánica procedente de restos vegetales y animales. Ambas evolucionan de forma simultánea y dependiente. Además alberga una multitud de formas vivas, encargadas de una serie de funciones claves para el perfecto equilibrio de los ecosistemas. La compresión del suelo, produce alteraciones en su funcionamiento y composición, que en último término pueden contribuir a dificultar el desarrollo de otros seres vivos. Su recuperación es extremadamente difícil una vez se ha perdido. Caminar entre las rocas puede crear una red de caminos y senderos y convertirse en un problema importante en muchas áreas. En caso de que no exista un rastro claro, intentar caminar por las superficies duras o pétreas.
2. El deterioro de la vida vegetal y faunística. Eliminación de plantas de las fisuras y grietas, cepillado del musgo y liquen excesivo. Nuestra presencia altera los hábitats de los animales, causando cambios en la fisiología animal, en su comportamiento, niveles de crecimiento, tasa de reproducción, etc.
3. Remover las piedras del suelo de forma innecesaria. El suelo sito debajo y junto a estas piedras o bloques retienen la humedad mejor que otros ámbitos, lo que lo puede hacer un hábitat crítico para ciertas plantas y vida silvestre.
4. Deterioro de las rocas, por exceso de celo con la retirada de bloques sueltos o piedras que puedan estorbar o caer o por retoques innecesarios. Nunca alterar, esculpir, la roca donde se juega. El proyecto de alguien puede ser el calentamiento de otro.
5. Sobreexplotación de la roca. Las más propensas a tener problemas en cuanto a durabilidad son las zonas de Arenisca (Gres), sobre todo las que son más porosas. Por sus características, favorecen la filtración del agua y el secado en su interior es más lento que en otras rocas, sobre todo si a esto le añadimos una ubicación en zonas húmedas o boscosas. Por eso, después de un periodo largo de lluvias es conveniente dejar secar la roca entre 48 y 72 horas, dependiendo de cada zona, si no se corre el riesgo de roturas de presas y un desgaste sobre la roca blanda que le hace perder el poro y la forma.
6. Uso de magnesio. Factor más estético que ecológico. No se recomienda el uso de magnesio liquido, tapa el poro de los agarres y la resina que lleva lo compacta formando una masa difícil de eliminar. Se recomiendo usar la bola de magnesio y cerrar bien la bolsa al acabar la jornada. Que ayude a pre-visualizar los movimientos no es tan importante como en otras modalidades de escalada; en lugar de clecas de magnesio se pueden usar marcas de esparadrapo. Cepillar con un cepillo de nylon -dientes, blando- o una camisa de tela las marcas de magnesio después de probar el problema.
7. Uso del Crash-pad. Cuando se aplasta la vegetación esta sufre unos cambios fisiológicos y morfológicos, como la disminución de la altura de la planta, de la longitud del tallo, la extensión de la hoja, de la capacidad de floración, y la producción de semillas. Colocarlo de manera inteligente y atenta para que los aterrizajes y caídas sean seguras. Intentar colocarlo sobre rocas o en áreas libres de vegetación.
8. Deterioro de la calidad paisajista de los espacios naturales. Contaminación visual (basura, vestimenta inadecuada,...) y/o impacto acústico. Que la estancia sea inaparente, limpia y discreta. Recoger los residuos orgánicos, de esparadrapo, de magnesio o de otro tipo. Hacer saber a otros de cuando su comportamiento puede ser irrespetuoso. Limitad el tamaño del grupo y la expansión por la zona.
9. Aumento de los desechos orgánicos (humanos y de animales de compañía). Lo ideal sería realizar un agujero en el suelo, depositar en él la materia fecal, removerla con un poco de tierra y después taparlo, de esta manera ayudamos a la descomposición. El papel se puede guardar en una bolsa hermética y tirarlo en un contenedor de basura.
10. Zonas de interés cultural. Establecer medidas de uso y/o acceso restrictivas si pueden verse afectadas por esta actividad.
11. Deterioro Rural. Evitar un uso o trato inadecuado de las verjas, el ganado, las cosechas y de los utensilios y aparatos agrícolas.
12. Control de los animales domésticos. Vigilad su comportamiento y la interacción con las otras personas.

Las pocas zonas que salen a la luz son las más fácilmente masificadas y a menos variedad y a menos información, menor dispersión y más masificación. Cuando los escaladores sienten suyas las zonas y no desean compartir información o que se divulgue aquella zona se convierten en una parte del problema. Hay maneras de evitar que los escaladores se concentren en único lugar. La existencia de guías de las zonas de bloque, bien editadas o virtuales, los carteles señalizadores y posibilitar el contacto con los locales son formas de provocar una dispersión de los escaladores, ya que conocerán nuevos bloques, y querrán visitarlos. Y entre todos se mantendrán abiertas las zonas, se disfrutara de la escalada a la vez que se respetaran sus peculiaridades y reglamentos.

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