Assassins

Winston Churchill.
¿Hoy no viene su mujer?.

Graham Sutherland.
No. Le he pedido que no venga.
Ya que esta es nuestra última sesión quería que estuviéramos a solas.
En silencio, si es posible.



Winston Churchill.
Si, si. Me portaré bien.
...
Entiendo bien la necesidad de concentración. Pintar un cuadro es como librar una batalla, una feroz batalla.
Y en esa lucha a muerte de gladiadores, el artista gana o pierde.
¿Usted va ganando?.

Graham Sutherland.
Eso espero.

Winston Churchill.
¿Cree que me gustará?.

Graham Sutherland.
Creo que posiblemente eso sea mucho pedir.
Pero me consuela saber que su propia obra es muy... honesta y reveladora.

Winston Churchill.
¡Ah!, gracias por el cumplido.
¿Se esta refiriendo a alguna obra en particular?.



Graham Sutherland.
Pensaba en concreto en el cuadro del estanque, aquí en Chartwell.

Winston Churchill.
¿El estanque?, ¿Por qué el estanque?. ¡Es sólo un estanque!.

Graham Sutherland.
Es mucho más que eso como demuestra el hecho de vuelva usted a él, una y otra vez, más de 20 veces

Winston Churchill.
Pues si, porque es un reto técnico que me es esquivo.

Graham Sutherland.
Tal vez el esquivo sea usted, señor, por eso es más revelador que un autorretrato.

Winston Churchill.
¡Que tontería!. Es el agua, el cambio de la luz, las triquiñuelas, los peces por debajo...

Graham Sutherland.
Creo que toda nuestra obra es inconscientemente reveladora y más aún en el caso de su estanque.
Bajo la tranquilidad y la elegancia, y la luz de la superficie, ví honestidad y dolor, un terrible dolor.
El propio marco me revela que usted quería que viésemos algo bajo todos esos colores apagados, en lo más profundo del agua.
Una desesperación terrible que se esconde como un leviatán, un monstruo marino.

Winston Churchill.
¡Vió todo eso!

Graham Sutherland.
Así es.

Winston Churchill.
¡Eso dice más sobre usted que sobre mi!.

Graham Sutherland.
Tal vez.



Winston Churchill.
¿Puedo hacerle yo una pregunta Sr Sutherland?.
Es sobre uno de sus cuadros, el que llama Pastoral.
Con todos esos siniestros y retorcidos troncos, esas pinceladas negras tan feas.
Encontré algo... malévolo en él.
¿De dónde le vino eso?.

Graham Sutherland.
Vaya es usted muy perspicaz. Esa fue una época muy oscura.
Mi hijo, John, falleció con dos meses.

Winston Churchill.
¡Dios!. Cuanto lo siento.

Graham Sutherland.
Si, gracias.
...
¿Usted tiene 5, no?.

Winston Churchill.
4. Marigold era la quinta. Nos dejó con 2 años y nueve meses, septicemia.

Graham Sutherland.
Lo siento, no tenía ni idea.



Winston Churchill.
Nos decidimos por el nombre de Marigold por sus maravillosos rizos dorados.
Tenían un color extraordinario.
Lamentablemente, aunque tal vez piadosamente, yo no estaba presente cuando murió. Cuando llegué a casa, Clemmie, aullaba como un animal herido de muerte.
Compramos Chartwell un año después de morir Marigold y fue entonces cuando hice construir... el estanque.

The Crown -1x09- Assassins