Saldes - Gresolet - Bagà

El recorrido se ha efectuado tomando como base el libro “En Cotxe per la Muntanya nº 12. Berguedà", de Santi Flaquer.



Me he centrado en el primer y segundo recorridos, a los que he efectuado alguna modificación; se pueden intercambiar y añadir cosas a ambos.
En la primera excursión que realizo tomo como base el recorrido de la Pista 2 hasta el Coll de La Bauma y desde aquí tomo el recorrido señalado en la Pista 1 desde el citado Coll hasta Bagà. Y le añado como extra, en su inicio, una visita al Dolmen de Molers. Tampoco se visitaron todos los puntos señalados en la citada guía.





El recorrido se inicia, pues, con una visita al Dolmen de Molers.
Circulando por la B-400 / C-563 y tras dejar atrás el pueblo de Maçaners hay que buscar el desvío al Hostal Pedraforca, a nuestra izquierda, tras pasar el km 12. Subimos por la carreterita asfaltada hasta alcanzar un cruce de caminos. Alli encontramos un bar restaurante conocido como “El Cruse”. Aparcamos a una banda de la carretera y seguimos la indicación hacia el dolmen, según un indicador ubicado en un árbol. Tras pasar por Cal Xisquet caminamos por un sendero unos 200 metros, muy cómodo y marcado, y nos encontramos delante del dolmen.
También es conocido como Dolmen de Cal Xisquet de Maçaners.









Tras esta visita regresamos a la B-400. Conducimos dirección Saldes y antes del puente que cruza Río de Saldes, poco después del km 15, nace la pista que nos conduce al Gresolet.
La pista que nos conduce hasta el Coll de la Bauma es una pista de suelo firme y lisa, sobre grava y piedras. En algún punto cementada. Se puede recorrer tranquilamente bajo la lluvia, no hay puntos de barro.
En teoría este trayecto puede ser recorrido por cualquier vehículo, a menos que sea bajísimo. Solo habrá que tener cuidado con las sobreelevaciones que canalizan el agua fuera de la pista.
El Coll de la Bauma es un cruce de caminos. La pista que se dirige a Saldes, pasando por la cara norte del Pedraforca, no es apta para vehículos bajos. Alguna roca grande y algún paso algo delicado.
La pista que se dirige hacia Gisclareny al llegar al Coll de la Bena tiene dos opciones. La que se dirige a Bagà también se puede decir que es apta para cualquier tipo de vehículo normal. La que se dirige a Gisclareny y luego baja a Bagà/Guardiola tiene un punto, cuando ya baja, en que no es apta para vehículos normales, tiene muchas canalizaciones, y bastantes muy pronunciadas.





Circulamos por la pista hacia Gresolet, con varias opciones turísticas, como la del Castell de Saldes y la del monasterio de Sant Sebastiá de Sull (a la altura del Coll de la Creu de la Cabana); un edificio pre-románico en ruinas. En caso de quererse visitar es mejor informarse previamente sobre el mejor punto de acceso pues hay que cruzar el río de Saldes.

Yo no las visité.
Primero circulé con el río de Saldes a mi izquierda y tras pasar un puente con dicho río a mi derecha. Pero por poco rato. En el Coll de la cabana el Torrent del Gresolet se ubica a mi izquierda.





Pasamos por varios prados, uno de ellos muy bonito tras pasar el Molí de Cal Ferrer, con grandes bloques de piedra tirados por su superficie. Una de las rocas tiene pintada la inscripción “Zona Privada” en su superficie.
A la altura de Cal Pistraus.







Dejando las Cingles de la Moronta a nuestra izquierda encaramos el Estret de Moronta, Aquí el terreno se transforma en un desfiladero, la pista en dos bandas cementadas sobre las que circular y a nuestra izquierda fluye el Torrent Gresolet.
Llegamos a la Vall de Gresolet, poseedora de un microclima propio de características atlánticas que posibilita una abundante presencia de árboles caducifolios como el haya, el roble y el serbal que, en convivencia con el pino negro, el pino rojo y el abeto, dibujan un magnífico paisaje policromado especialmente coloreado en otoño, la mejor época del año para pasear.







A nuestra izquierda nace el Cami al Collet. Una pista, no apta para vehículos bajitos, que nos conducirá a un grupo de árboles monumentales, l'Avet de les Molleres y El Faig Gros de les Molleres de Gresolet.

Dejé esto para otra ocasión y continué hacia el Gresolet que es como un pequeño complejo turístico formado por el Refugi Gresolet, el Àrea Recreativa y el Santuari de Gresolet.
Primero nos encontramos con el Refugi.




Edificio recuperado (1997) de la casa del Gresolet, situada a unos 100 m. del Santuario del Gresolet (la casa albergaba a los históricos excursionistas catalanes en la conquista de la cara norte del Pedraforca, Lluis Estasen 1926). Tiene una capacidad de 45 plazas y es punto de paso de rutas como Cavalls del Vent i Camí Dels Bons Homes.



Unos metros más arriba nos encontramos con el Àrea Recreativa y El Santuari de la Mare de Déu de Gresolet, a unos 1,300 mt de altura.







Este santuario está documentado desde el año 1,258. Reconstruido por Pedro Galcerán de Pinós en el 1,337. Destruido por un terremoto en el año 1428, y reedificado posteriormente.
En teoría en la casa adosada al Santuario disponen de la llave en caso de quererlo visitar (igual para los lavabos) y también preparan bocadillos. Pero desconozco si ésto es así en la actualidad.
En el otoño del 2014 se prohibió el acceso al Santuario a causa de unas grietas y la inclinación de algunas paredes hay peligro de hundimiento, sobre todo en caso de movimiento sísmico.





El Santuari es también una especie de instituto botánico donde crecen unas 700 especies de plantas diferentes.

Seguimos por la Baga del Gresolet entre un bosque abetos, faigs y pinos, hasta llegar al Coll de la Balma.
En el Coll de la Balma nos encaminamos a nuestra derecha, dirección Gisclareny.
Pasaremos cerca del Àrea Recreativa del Coll de La Bauma, a la izquierda, con barbacoas y una fuente.





Circularemos rodeados de árboles hasta el Coll de la Bena.
Hacia la derecha circularíamos dirección Gisclareny, y lo hacemos hacia la izquierda dirección Bagà.



Llegaremos al Mas de Murcurols. Delante de este Mas había una fortaleza que dominaba la parte más alta del Balsareny. Los señores de esta fortaleza eran Los Murcurols, feudatarios de los barones de Pinós, señores de Bagà. En la actualidad solo se pueden observan los fundamentos de esa fortaleza.



Seguimos bajando y nos encontramos con el Mas del Puig de la Baga y la Iglesia de Sant Martí del Puig.
La Iglesia es un románico del siglo XI y está restaurada y desde esa ubicación se tienen muy buenas vistas.









Unos pocos metros más adelante la pista contacta con una carretera asfaltada que nos lleva a Bagà.