Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

by Vázquez


Larga entrada dividia en tres subsecciones diferentes pero todas reunidas en una y única, por eso de la comodidad y la teología.

Manuel Vázquez Gallego (1930-1995), fue conocido por tres facetas existenciales y de gran personalidad. Tan grande fue que tiene páginas de internet dedicadas en exclusiva ya sea por fans irredentos o por secciones exclusivas.

- Como dibujante y guionista de tebeos -no de cómics-, es uno de los autores más importantes y con más resonancia del cómic español. Fue el creador de Anacleto, La Familia Cebolleta, Las Hermanas Gilda, y su mejor creación, el propio Vázquez., entre otros; e inspiró el personaje del moroso que vive en el ático de 13 Rúe del Percebe.
Evolucionó hacia un grafismo personal, sintético y expresivo, ejecutando todos los registros estilísticos de la historieta con inteligencia y dotando a sus criaturas de personalidad.
Era un hombre de mente brillante, irónico, ocurrente, ajeno al compromiso de cualquier tipo, y de formas y maneras rebeldes, contestatarias casi, insólitas en la España de la dictadura...
Pero una fábrica necesita de manteria prima, y Vázquez emulaba al Guadiana: ahora entregaba páginas, ahora permanecía días o meses sin aparecer. De ahí que muchas de sus series se dibujaran de manera apócrifa, encargadas a colaboradores de la casa, Bruguera. Como anexo, y si os interesa, os recomiendo la instructiva lectura de la vida artistica de Ramon Casanyes, dibujante de Mortadelos.

Anacleto - El Sobre Lacrado

- Como persona fue un capullo integral. Una persona que se dedico a vivir según su propio código, maestro en el arte de dejar a deber, pues generaba deudas que por principios no abonaba, vividor sin límites, mentiroso compulsivo, y dotado especialmente para saltarse cualquier tipo de convenciones, evitando responsabilidades familiares y apurando el día a día como si el mundo estuviera a punto de desaparecer. Era un auténtico caradura.

13 Rue Percebe - Tío Vivo 2a época n 57 (1962)

- Como leyenda. Ambas facetas, combinadas y entremezcladas conforman un individuo cuyas peripecias vitales, y a las que sometía a los que se relacionaban con él, se transforman en una vida de película, y como tal se ha hecho una: El Gran Vázquez.

De sus múltiples trabajos, desde proxeneta (“Tuve una casa de prostitución en Madrid, en la calle de Ayala”) hasta preso (“Estuve tres veces en la cárcel; lo pasé bien”), pasando por variados oficios (“Yo he hecho decorados para teatro y he trabajado en cine”), se entresaca la impresión aplastante de que Vázquez era todo un personaje, que superaba su propia creación. De la que, por otro lado, llegó a renegar (“Toda esa porquería la hacía para los niños, que son tontos”), aunque siempre inmerso en sus propias contradicciones (“Toda la culpa la tenía la censura, porque si no todos los personajes son buenos”; “Los críos no son idiotas, saben lo que quieren y desean verse reflejados como seres inteligentes”).

Las anécdotas sobre su vida son un calco exacto de las peripecias que sus parodias experimentaban en las páginas de papel, tanto dibujadas por él mismo -Los cuentos del tío Vázquez-, como por Francisco Ibáñez en la famosa azotea de 13, Rue del Percebe, donde burlaba sin descanso a los acreedores.
El anecdotario de estafas de Manuel Vázquez es extenso. Hubo una ocasión en la que el dibujante entregó en Bruguera un buen tocho de folios de viñetas. Entusiasmados sus jefes respondieron con palmaditas en la espalda, felicitaciones y un cheque generoso para compensar el buen trabajo. Pero Vázquez había dibujado solamente las esquinas de las hojas. El resto estaba en clamoroso blanco.

13 Rue Percebe - Tío Vivo 2a época n 103 (1963)

De una entrevista o algo parecido publicada en la Historia de los Comics, nº 41 de Toutain Editor.
Transcurría de década de los 60. En Barcelona, donde a la sazón llevaba yo mis buenos 11 años de residencia y de martirio editorial, la industria del cómic y de los bolsilibros estaba prácticamente monopolizada por una editorial en la cual colaboraba (como absolutamente casi todos los dibujantes de la época) y de cuyo nombre no quisiera acordarme jamás. En aquellos tiempos cualquier dibujante podía trabajar en aquella santa casa, ya que su editor era un verdadero padre para todos nosotros. Padre putativo pero padre. Si bien no pagaba mucho, hay que reconocer que jamás quiso hacer vale su derecho de pernada y que sólo se conformaba humíldemente con que le cediésemos todos los derechos; a cambio de esto, el dibujante tenia la satisfacción de ver sus trabajos publicados, dentro de las publicaciones de la misma editorial, no una sino múltiples veces. Pedir que, encima, se le hubiese pagado alguna cantidad cada vez, hubiese sido abusar de su buena fe, cosa por otra parte imposible, ya que de ello se cuidaba una especie de robot con forma casi humana, gerente de la editorial, y del cual sólo recuerdo un rasgo de humanidad: cuando se enteró de la muerte de Hitler, se le escapó una lágrima. Por otra parte hay que reconocer que a pesar de la escasa retribución por sus trabajos los dibujantes lograban ir viviendo bastante bien y sin deudas, ya que las que ellos pudiesen tener, siempre me las atribuían a mí, con lo cual a lo largo de los años, consiguieron dos cosas: 1º, demostrar que ninguno era original y que todos se copiaban unos a otros; y 2º, darme una fama internacional de moroso (homologada en New-York, Hon-Kong y Badalona) que aún perdura hasta la fecha. Gracias muchachos , nunca os olvidaré. Por aquellos tiempos, muy cercanos para mí, ya que gracias a mi mismo me mantengo con el mismo espíritu, humor y talento (de nada) que entonces, y debido a que tenía que cargar con las deudas de todos los demás compañeros, mi economía no era muy boyante (afortunadamente y gracias a la constancia y al trabajo, hoy en día, es mucho peor) por lo cual me veía obligado con cierta frecuencia, digamos, 28 veces o así, al mes, a pedir anticipos, a lo cual el robot-gerente se negaba con tesón digno de la mejor causa, motivo por el cual había que recurrir a la astucia. En una de esas ocasiones necesitando dinero desesperadamente para dárselo a una pobre prostituta (lo corazón siempre me ha perdido) y habiendo agotado todos los pretextos imaginables sólo se me ocurrió decir que necesitaba el dinero para ir al entierro de mi padre que acababa de fallecer en Madrid, ya que el vivía allí y no tenía por qué ir a morir a otro sitio. No pareció conmoverse mucho (lógico, ¿qué es la muerte de una padre para el que tiene varios?) pero soltó la pasta. Todo hubiese sido perfecto si no hubiese sido porque a mi padre, quien no tenía noticias mías hacía tiempo, se le ocurrió poner una conferencia a la editorial preguntando por mí. El resto sólo pueden imaginárselo gentes de la capacidad intelectual de Poe, Hemingway o Lovecraft. Fué sonado, palabra, y constituyó uno de los puntales más sólidos de mi leyenda; con el tiempo, la historia se fué adulterando y deformándose hasta tal punto que actualmente se susurra por ahí que fui yo quien mató a mi padre para lograr aquel anticipo. Pero les juro que spy inocente. Como ya lo dejó bien claro mi abogado.



El propio autor nos lo aclara en una entrevista: “La leyenda de Vázquez deudor se corrió tanto, creció de un modo tan brutal, que podía haberme sentido vilipendiado. En vez de eso, decidí sacarle dinero y crear al tío Vázquez. Lo malo es que lo que yo hubiera querido es ser un estafador inmenso, de gran escala, y no un pobre tío que huye de su sastre. El sueño de mi vida era ser el perfecto sinvergüenza.”

Ibañez, El Magnífico, intenta explicar a sus jóvenes fans quien es Vaźquez, que se ha parado a saludarlo mientras firmaba ejemplares 30 años después de que se conocieran por primera vez. Ibañez les dice que es un gran dibujante. Los niños no reaccionan.
Les dice que es el creador de Anacleto, Agente Secreto, y nada. Las Hermanas Gilda, La Familia Cebolleta. En vano.
Finalmente confiesa: “Es el moroso que vive en el ático de 13 Rue del Percebe”. Entonces los niños gritan entusiamados.

13 Rue Percebe - Tío Vivo 2a época n 68 (1962)

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El Gran Vázquez está dirigida por Óscar Albiar y protagonizada, entre otros, por Santiago Segura.
En cuanto a la película que se estrenó el 24 de septiembre, en plena Festa de la Merce, su directos protagonistas opinan:

} Óscar Aibar: “Es un genio poco reconocido y reivindicado, que en una época muy gris, como la España de los cincuenta, descubrió que había una forma de vivir mejor, que otros ya la disfrutaban y que él también quería vivirla. Es un pícaro, quizá el último gran pícaro español. Su picaresca es irrepetible. No basta con ser un caradura o un vividor, también hay que tener carisma para ello”.
Era un tío totalmente libre. Se negó siempre a firmar un contrato de alquiler y que no pagaba las facturas porque encontraba las cosas demasiado caras”. “Con las mujeres le pasaba igual. Tampoco seguía las normas”, prosigue el director. “Se enamoraba y se casaba, sin tener en cuenta que ya tenía otra mujer”. Tanta libertad acabó con 11 hijos de siete mujeres diferentes y un encierro en la cárcel por bigamia.



} Santiago Segura dice:
La mitomanía no me ha vencido, porque se me bajo un poco al conocer a su mujer (a una de las siete), a cinco de sus hijos (de los once) y a mucha gente que había estafado y ahí es cuando uno se da cuenta de que detrás de esa vida que a uno le hace tanta gracia hay dramatismo y hay personas... Hubo un momento de crisis en que le dije el director que ese hombre era un cabrón y que a ver cómo hacíamos que el público empatizase con él”.

La salvación vino de la luz en los ojos de la gente al hablar de él.
Es decir, cuando un hombre te cuenta que le han quitado la casa por culpa de Vázquez, pero te lo dice sonriendo, te das cuenta de que era un embaucador artístico, el último gran pícaro”.
"¿Cómo se interpreta el carisma?", se pregunta Segura. "Ese era mi mayor miedo, hacer todo lo que hace Vázquez y acabar cayendo mal al público, y eso es contrario al personaje. Porque Vázquez era un tipo que caía bien. Incluso a los que estafó recuerdan las anécdotas con una sonrisa"

Vázquez hay en todos los países... Gente que dice “no” al ir por el senderito que le marcan y que, al ver la vida que se está pegando cierta gente, decide ir también por ese camino. Me ha gustado lo que ha dicho Óscar en la rueda de prensa: que le deseducaron los tebeos de Bruguera al mostrarle que la familia era algo patético y que España era un paíis de chapucería. Sería muy bonito que Vázquez representase a España. Porque era un jeta, pero también un genio, un tipo muy imaginativo. Y ya quisiera España ser genial todo el rato.

La vida es una cosa muy triste y que encima acaba mal. Esta película aporta a San Sebastián que la gente se ría un rato, que creo que no hay mucho de éso este año...

Otras entrevistas a ambos.

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Desde la Galeria de Vidas atormentadas, entresaco esta entrevista a Joan Navarro.

"Ni siquiera recuerdo cuándo lo conocí.

Me sé todas, casi todas, las leyendas que giran a su alrededor. Por cierto, casi todas reales, aunque a veces contadas desde el lado malo de la vida. Porque desde el lado real, lo único que se puede decir es que Vázquez fue un regalo de la vida para el que lo conoció. Incluso para aquellos a los que puteó con una ínfima parte de la maldad que rige el mundo de los mediocres.

Y, para satisfacer a los morbosos, también me sableó.

Pero con un talento digno de su leyenda. Vean si no es así:

A mediados de los noventa las cosas no iban bien. Ni para mi editorial (Glénat) ni para Vázquez. Habíamos publicado su última historieta, "Agente del Fisco", en la revista "Viñetas", que acababa de cerrar. Habíamos sacado un par de álbumes recopilando las historietas de la serie "Gente Peligrosa" y la última idea había sido un comic-book, al que por todo el morro llamamos "By Vázquez" en el que publicábamos un popurrí de viejas historietas, con la única novedad de una portada hecha en el momento. Este tebeo mensual, que no se vendía muy bien, servía por lo menos para pagarle el alquiler y poca cosa más. Yo me sentía feliz de echarle un cable al maestro y amigo. Lógicamente en esta época nos veíamos a menudo y compartíamos miserias cotidianas.

"Éste es un país de miserables" me suelta en una de sus frecuente visitas. "Nadie hablará de nuestros tebeos, aquí lo único que interesa es que Superman se case o que un autor la palme". Francamente yo no podía estar más de acuerdo con estas afirmaciones.

"Verás como cuando me muera...", seguía imparable en su discurso, "...todos, todos, van a decir que ha muerto un genio, el creador de la hermanas Gilda, de Anacleto, de la Familia Churumbel, de lo que sea... Seguro que me dedican una página entera en los periódicos...".

Confieso que en esta ocasión yo no sabía a dónde quería llegar, aunque me olía el timo.

"Hasta en los telediarios se hablará de mi muerte".

"¿Y quién se beneficiará de todo esto? Mi editor: Tú. Porque entonces sí que venderás mis libros. Y reeditarás mis clásicos. Y ¿para qué? ¿Para que se beneficien mis hijos? ¿Para que se beneficie Jacques Glénat?".

En ese momento yo ya estaba totalmente entregado a la canallesca oratoria de mi incombustible amigo:

"No es justo, Navarro. No es justo hacerle el juego a este esperpéntico país".

Y, llegó la ineludible conclusión:

"Lo justo es que yo cobre ahora un anticipo a cuenta de los beneficios que te reportará mi muerte. Piensa además que no me encuentro muy bien...".

Como comprenderán ustedes, le anticipé el dinero que me pidió.

A un genio no se le niega nada.

Pocos días después de la anécdota que acabo de narrar, Manuel Vázquez murió."

Galería de Vidas Atormentadas - El Fontanero. Obtenido en la web nombrada al inicio de la entrevista

Nació en Madrid, en 1930 y murió el 21 de octubre de 1995 de una embolia secundaria a su condición de diabético; circunstacia que desconocía.

También basado en artículos de Darío Prieto (El Mundo del 19/09/2010. Sección Cultura), Llucia Ramis (El Mundo de 24/IX/2010, sección Cultura) y Antoni Guiral (El Mundo del domingo de 26/IX/2010. Suplemento Crónica).

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