Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

sábado, 10 de julio de 2010

Conjunt Medieval de Peralada (Perelada) I de II


El domingo 4 de julio, tras consultar la web del Empordà Turístic, y viendo que el viaje puede ser largo pero el día también lo és, dejamos caer nuestro dedo en unos de los lugar más accesibles a priori, Peralada.

Peralada, es un municipio de la comarca del Alt Empordà, de la provincia de Girona. Pequeño pueblo pero cargado de historia.

Peralada, o Toló, está documentado por primera vez en el S IX, dando nombre a un condado. El término Toló probablemente se aplicaba al castillo, mientras que el de villa Petra Lata correspondía al núcleo urbano.
En el siglo IX se convierte en el centro del condado del Imperio Carolingio, siendo Perelada a lo largo de toda la Edad Media una de las principales capitales del Empordà. De esta época de esplendor restan todavía numerosos edificios y monumentos que hacen las delicias del visitante, que rincón a rincón resigue y descubre los secretos de una villa milenaria; según refiere la publicidad de la villa.

Nada más llegar al pueblo se atisban indicios de la circulación en vehículos privado está restringuida en su interior a los vecinos; los visitantes tienen que buscar parking en unos recintos habilitados para tal fin en el exterior del pueblo.
Nosotros aparcamos en el P Sant Sebastià.



En la rotonda ubicada a la entrada del parking encontramos un cartel informativo. Como no conocíamos aquello lo más normal fue buscar el Centro de Información, que suelen estar abiertos, y que nos explicarán como empezar a movernos por dicho conjunto medieval.

Las calles a las 14 h estaban solitarias, límpias, cuidadas y respiraban tranquilidad. El único pero es que las faltaba el verde de la vida y el colorido de las flores que las engalanara. como Ulldemolins por ejemplo.

Carrer Sant Sebastià (Izda) y el Carrer del Forn (Dcha)

A pesar de eso las calles de Peralada tienen sus detalles.

Estatuilla esquinera del Carrer del Forn

En el Centre de Turisme Cultural i Claustre Sant Domènec (Centro de Turismo Cultural Sant Domènec) podemos encontrar información útil sobre el lugar -planos, folltos, horarios, visitas guidas,...-
En el Centre nos aconsejan la ruta a seguir y ya nos está bien. Empezamos por allí mismo, y tras compar una entrada que por 7€ incluye una visita al Centre de Turisme Cultura i claustre de Sant Domènec, una visita a la Iglèsia del Carme y Mueseu de Peralada y una degustación de cava -una marca de Brut- en el Celler.

Como su nombre indica, el Centre Turístic es una exposición histórica muy amplia de la zona, abarca muchas temáticas: gastronómica, guerrera, cultural... Lo visitas con una guía electrónica y según la zona tecleas un número u otro y escuchas lo que toca.
Te enteras de que el Centre se halla ubicado en un local que antes era una antigua farmacia, por esta y otras representaciones; por ejemplo el fresco del techo representa un duelo de espadachines.

Centre de Turisme Cultural i Claustre Sant Domènec - Fresco de Los Espadachines en el techo de la recepción

Escuchamos la evolución gastronómica de l’Empordà y de como los invasores y ocupantes del lugar y los intercambios culturales hicieron evolucionar e influenciaron los hábitos alimentarios, desde las papillas de avena de los Íberos al platillo actual.

Centre de Turisme Cultural i Claustre Sant Domènec - Exposicion Desperta Ferro

En otro lugar las crónicas de Ramón Muntaner, cronista del siglo XIII y oriundo de Peralada, nos dan un paseo por la edad media y también se nos explicó como se escindió el Imperio Romano en dos; de la importancia de Bizancio, de cómo decayó y de la intervención de los almogàvares en ese escenario.
Es un instructivo lugar para recorrérserlo con calma.

Centre de Turisme Cultural i Claustre Sant Domènec - Terraza del Claustre

El Claustro es un lugar tranquilo y que transmite calma y sosiego, como casi todos los claustros. Es lo queda de un antiguo monasterio agustiniano construido entre los siglos XII y XIII. En 1578 paso a los dominicanos hasta su exclaustración en 1835. A pricnipios del siglo XX se derribaron todas las estancias que rodeaban el claustro pues amenazaban ruina.

Claustre Romànic de Sant Domènec S XII i el Til·ler centenari


Claustro Románico de Sant Domèbec S XII y el Tilo centenario

Es un pequeño claustro de alto podio, con columnas geminadas y arcos de medio punto. Tiene decoración en los capiteles, básicamente geométrica y fitomórfica, aunque encontramos alguno con escenas del Antiguo Testamento, de los que la creación de Eva es el que mejor.
Se encunetra en la galeria sur. Encontramos la creación de Adán y Eva por parte de Dios, el momento en que se comio del fruto prohibido y los trabajos a que fueron castigados para ganarse el pan al ser expulsados del paraíso.
La presencia del Tilo centenario incrementa su interés.

Centre de Turisme Cultural i Claustre Sant Domènec - Sala Miquel Mateu, exterior

Tras esta visita, que no fue no muy profunda pues el factor tiempo también cuenta, y como a la tarde nos hacía ilusión visitar la iglesia del Carmen y el museo, decidimos que de camino a un lugar donde comer podríamos hacer la ruta turística que se nos había indicado. El pueblo es pequeño y las distancias cortas y asequibles para ir a pie: Casa de la Vila, Plaça de Ramón Muntaner, La Iglesia de Sant Martí, diversos arcos de las calles adyacentes,...


Esglèsia de Sant Martí - Torre del campanio, de época gótica y con trazas románicas

En el Centre Turístic nos aconsejaron, previa pregunta, dos lugares económicos donde comer, el Bar-Restaurante Obra Social o el Café del Centre. Optamos por este último. Es un lugar muy agradable, con jardincito, carpa, mesas bajo un pasillo de columnas o un interior acondicionado. No disponía de menú como nos habían indicado pero no es caro, comimos bien y el global salió por un precio asequible en domingo.

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