Tartareu es un lugar al que me gusta ir a escalar.
No lo frecuento mucho pues está lejano, unas dos horas de viaje. Como hay otros lugares lejanos a los que también me gusta ir pues la jugada es irlos visitando según las oportunidades que se presentan.
Como ya he dicho, Tartareu es un lugar al que me gusta ir a escalar y me lo suelo pasar bien, tanto con las líneas de continuidad como las concentrado-bloqueras cuanto tengo opción para moverme sobre ellas. En alguna ocasión anterior ya me había pasado el hecho de encontrarme con alguna chapa cuya ubicación es un paso más de la vía, pero nunca en tantas ocasiones como la de esta visita. Y es que estos chapeos forzados que se convierten en una paso más de la vía, y en muchas ocasiones se encuentran en el desarrollo de una secuencia difícil, son muy desagradables, deslucen el problema y dan mala imagen del lugar.
Aitor en Ànima Negra |
El día en que me podía escapar ese fin de semana tenía una previsión atmosférica muy revuelta. Había comentado con Aitor de que si para allí de que si para allá, y al final, como manda la meteo, quedamos a una hora para salir y decidimos el punto de destino según como esté el día en ese momento.
Por Lérida pintaba estupendo y nos acercamos a Tartareu. Él no conoce el lugar y si el día en teoría va a estar tapado daba igual ir a un sitio de sombra, no íbamos a notar la diferencia.
El cielo estuvo tapado durante todo el viaje y solo llegando a Balaguer empezó a verse sol por toda la franja que va desde Camarasa a Ager. Y al final el día se abrió por esos lugares y quedó estupendo.
Atmosféricamente el día fue muy irregular. Al llegar tuvimos sol, agradecías estar asegurando a la sombra pues era un sol picantón. Cuando el sol se fue a la sombra estabas francamente bien, y si no hacia aire escalabas en mangas de camisa.
El día se nos amargó por culpa de un viento frío que nos estuvo fastidiando durante unas cuantas horas a primera hora de la tarde. Incordió en el momento que ya estábamos en predisposición de dar los mejores pegues del día. Luego la ventolera se calmó y el día volvió a ser muy agradable, cuando ya entrábamos en reserva.
Cuando llegamos aún no había nadie y en poco más de media hora se registró una afluencia notable de peña escaladora, como en los mejores días del verano.
Como para Aitor era un día de toma de contacto y a mi me apetecía probar unas vía a las que había hecho el ojo en anteriores visitas, no dirigimos primero al sector Ànima Negra, a calentar y otros menesteres.
Sector Ànima Negra.-
> Marcat Per l’Odi, 6b.
Empezamos por este 6b.
Aunque ya la conocía no me moví muy fluido, estaba como agarrotado y escalé muy lentamente. Es una vía de continuidad con un paso fino al principio y atléticos al final, pero sin ningún paso matador sobre el resto, y la solventé bien.
Aitor en Marcat Per l'Odi |
> Septicemia En El Nabo, 6b+.
Mientras Aitor da buena cuenta de Bangla Road (6c), a la que habíamos puestos las cintas al descolgarnos de Marcat per l’Odi pues tiene un seguro ubicado raro, y que perjudica más que ayuda, yo me encargo de este trazado.
Es el único que me queda por conocer del grupo de 6b/b+ que hay en esta plancha de pared.
Tras un inicio un poco raro la cosa se pone interesante y recomendable a partir de la 4ª chapa. Sólo que hay dos chapeos que fastidian la progresión pues se tiene que asegurar desde unos agarres pequeños cuando dos movimientos antes había un agarre lo suficiente bueno como para hacerlo cómodo y sin cansarse. A mi me fastidió un poco pero tengo recursos para solventar la situación, alguien con el grado justo al propuesto en reseñas, o cercano, se juega pasar un rato muy malo.
Aitor, dándolo todo, da buena cuenta de su problema del día, la Ànima Negra, 7a+.
Sector Bombó Suis.-
Tras esta gesta cambiamos a este sector que era el que a mi me había llamado la atención. Y llegó la mala suerte: el día se empezó a torcer pues el viento se hizo muy presente y el clima se volvió desagradable.
> Hipertensió, 6c+.
Tras consultar reseñas y observar el paño de pared me decido por esta línea que desde abajo daba buena impresión.
Escalada muy divertida hasta que al empezar a bregar con la sección clave me tengo que colgar por un fallo de la visual. Había un agarre bastante escondido, o disimulado, y me quedo encallado. Tampoco hubiera servido para mucho pues el paso realmente duro estaba más arriba y era duro de cojones. Para empezar hay un pequeño bidedo de izquierdas, picado, de media falange, en el que a mi no entraban dos dedos; y aunque fuera asequible el trabajarse ese agarre luego te has de quedar de unos agarres ínfimos con la derecha y hacer un paso muy largo al canto salvador.
Esta línea no es para mi. Y no es de las que recomendaría.
Aitor en Mascle de Blanes |
> Joy Rider, 6c+.
Ya que este problema y el anterior comparten reunión cambió las cintas de vía y me lo miro de bajada, me da la impresión de que será más regular, o humano, que el otro. Este problema es parecido al anterior. Tras una escalada técnica y divertida todo se concentra en los últimos metros. Con las cintas puestas es difícil darse cuenta del detalle pero sin ellas tiene un par de chapeos algo incómodos, y uno de ellos, justo en la sección clave, muy cabrón. Si pasar cuerda con la cinta puesta es difícil, asegurarse teniendo que poner la cinta y la cuerda requiere de un esfuerzo que te fulmina. Y vuelve a haber un agarre lo suficientemente decente al inicio de esa sección que permitiría asegurarse, no de forma regalada pero si, con más margen de maniobra. Le doy un segundo pegue pensando que conociendo las secuencias ganadoras tendría más posibilidades, pero no, en cuanto arqueo de la regleta y voy a coger cuerda me vuelvo a quedar fundido. La estrategia, para la próxima, será pasar de asegurarse desde ese agarre e intentar llegar blocando fuerte al agarre escondido y decente desde donde, si no quedo asfixiado, me podré asegurar y hacer el paso largo que viene luego.
En fin, es más recomendable que la anterior pero hay tener un punto de nivel para desenvolverse con garantías.
Aitor se había peleado con el Mascle de Blanes (7a/a+), en el sector Tempura, pero no consigue resolver el paso del diedro de forma satisfactoria.
> Lonely PLanet, 7a.
Para acabar el día nos atrevemos con este trayecto que estaban probando unos escaladores al lado nuestro y nos permitieron usar sus cintas ya puestas.
El trayecto tiene las mismas características que sus vecinos Hipertensió y Joy Rider. Una placa técnica, disfrutona y variada hasta los últimos metros en los que de nuevo encontramos agarres pequeños y regleteros, donde nos desenvolvemos con movimientos duros y un chapeo, esta vez sí, inevitablemente tenso.
Aitor en Lonely Planet |
Un día a pesar de todos los dimes y diretes con bastante escalada, como debe tocar cuando vas tan lejos de casa.
Regreso a BCN y a aprovechar bien las horas de sueño antes de volver a nuestras labores cotidianas y mundanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario