martes, 23 de noviembre de 2010

De Vueltas por la Serralada Litoral


El domingo, ya pasado, como pintaba desapacible nos decidimos por acercarnos al Parc de la Serralada Litoral. La intención era acceder por otro punto y conocer más cosas.
Siguiendo la línea costera nos llegamos hasta Cabrera de Mar. Pensaba que el acceso sería sencillo y nos costó un rato largo. Los indicadores son deficientes y tras dar vueltas y más vueltas por Cabrera de Mar y las urbanizaciones adyacentes, al final decidimos enfilar el morro del coche apuntando al Castell de Buriac y realizar un ataque frontal al problema.



La estrategia dió sus frutos y ya saliendo de Cabrera nos encontramos con los indicadores adecuados.
La subida al Castell es a pie desde el parking compartido para varias actividades, la escalada entre ellas.
Teníamos el día vago y entre la visión de la caminata de subida hasta el Castell y el frío que se pasaba cuando a una nube coñona le daba por ocultar el sol, nos recreamos únicamente con la visual y continuamos nuestro camino en busca de otras cosas.

El Castell de Buriac desde Cabrera de Mar

Zona de escalada de Cabrera de Mar, más o menos desde el sector amazonia al feixes pasando por el classic


Escaladores en el sector classic

Continuamos pista y asfalto hasta Cabrils y desde allí nos encaminamos dirección a la montaña.
Tras llevar un pequeño rato circulando nos encontramos con un indicador de Parc de la Serralada Litoral que nos señala una pista forestal a nuestra izquierda, y nosotros pues por allí.
Acabamos contactando con la pista principal saliendo a la altura de una masia, creo que Can Camat pero tengo mis dudas.
Dejando la Creu de Can Boquet a nuestras espaladas tras llevar un rato de camino nos encontramos con un cruce de caminos: a la izquierda Orrius, a la derecha Argentona. Nos vamos para Orrius ya que a priori y desde el punto de vista turístico, según mapa, parece más interesante.

Orrius es un pueblo pequeñito y, ese día, desangelado. Al ser domingo y a una hora en la que uno está comiendo o durmiendo la siesta pues poca vida tenía.
Creo con una vuelta rápida vimos lo más interesante del pueblo: La fachada de la iglesia y cuatro monumentos; y continuamos nuestra ruta.

En un puente de Orrius

Orrius: La Iglesia

Allò que el Vent no diu,
ni el Llamp tampoc,
s’aprèn en el silenci
Miquel Martí i Pol

Como Tere no tenía hambre opté por bajar por la pista que pasa por delante de la zona de escalada de Orrius. Circulamos por ella con pocos más indicadores que la intuición. Al final llegamos a una cruce donde había que optar entre Cabrils o Vilanova del Vallès. Opté por dirigirme hacia Vilanova pues en el mapa estaba indicado un lugar de habituallamiento para unidades bípedas de carbono con la denominación de Can Maimó.
También lo encontramos por casualidad.
De pronto dejas la pista y te encuentras en medio de una urbanización sin indicadores de ningún tipo, para variar. Tiras por lo que parece la carretera principal y al llegar a una rotonda vuelves a la civilización: indicadores de Oficina de Información del Parc y de Can Maimó.

Así pues no es ningún secreto a estas alturas que comimos en Can Maimó. También podríamos haber parado jugado al golf, pues forma parte del negocio de esta masía, y comido en otra parte. Pero no.



En el interior de Can Maimó

Un detalle importante para ir a Can Maimó es que es mejor reservar mesa antes. Nosotros como siempre vamos dos pues creo que nos acomodan en cualquier sitio, pero un grupo más numeroso puede encontrarse con que no.
Tfno: 938-459-804

Después de comer nos dimos unas cuantas vueltas sin mayor interés. Nos acercamos a la Roca del Vallès y de allí al mar, a buscar la N-II que nos llevaría a casa.

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