domingo, 12 de abril de 2009

ESO DECIMOS TODOS - Battlestar Galáctica (2003-2008)

Calvin and Hobbes (x Bill Watterson) - La Colla de la Pessigolla 01- 17





En estas fechas, en estos días, he estado fuera... sin salir de casa. De hecho creo que he estado verdaderamente lejos y la culpa es de esta serie de TV en su versión de 2.003.
La primera Battlestar no me llamó la atención, de hecho aunque estaba orientada al público infanto-juvenil y tenía mucho cariño a alguno de sus protagonistas, no calo en mí y la consideré una infantilada poco digna de mención. De hecho creo que hay un infumable proyecto de llevar una version al cine, que seguro que será un éxito. Yo después de la experiencia que he tenido con esta ni me esperen, no estoy para perder el tiempo en productos presumiblemente menores, presumiblemente no, seguro, y sin alma.

Humanos, Cylons/Replicantes y Ángeles.

Porque se trata de esto, del ser, de las emociones despertadas, de los sentimientos que activa y del estremecimiento del alma que me ha provocado esta serie.
Y no deseo que la impronta que me ha sido grabada a fuego sea mancillada.

Una historia, que improvisándose, a base de detalles, desde el primer episodio, se ha convertido en algo genial que al unirse a unas interpertaciones convincentes y de personajes creíbles han desencadenado en mi una pasión arrebatadora, la convicción absoluta de que es la mejor serie de ciencia ficción que he visto.
La historia la podría resumir en esta frase:
"Ustedes consideran que para "su" civilización ha sido una gran catastrofe que sólo sobrevivieran 50.000 individuos. De la nuestra sólo sobrevivimos 5. ¡Imaginen como nos sentimos!. ¡Imaginen lo que tuvimos que hacer nosotros 5 para sobrevivir!."

Wiliiam Adama, Lee Adama, Kara Thrace y Sharon "Athena" Valerii

Ya desde el primer capítulo me vi en medio de una vorágine que aumentaba de velocidad y profundidad tras cada capítulo. La experiencia me producía una curiosidad desbordante, un sinvivir, vacío interior que me producían la incontenible necesidad de conocer que iba a ocurrir, que iba a pasar en el próximo capítulo y vivirlo como si estuviera de cuerpo presente.
Atrapado en esa pasión me ha sido imposible llevar una vida normal. No me gusta, pero era inevitable.
No es agradable experimentar la irremediable sensación de que una fuerza superior se ha apoderado de mi, de todos mis actos y desorganiza mi bien regulada existencia y me priva de la fuerza de voluntad necesaria para continuar con mi vida y sólo puedo vivir si camino por el sendero que ella me traza.

Caprica Seis y William Adama

Había un agujero en mi interior y mis defensas han caído como cae un castillo de naipes. Es una angustia, era una locura el resistirse. Me he tenido que dejar arrastrar por esa corriente pues no podía vivir de otra manera, no sabría como vivir si no lo hubiera hecho. La pasión que ha despertado el descubrimiento de esta serie me ha empujado a seguirla hasta el final, no de cualquier manera pero si eligiendo caminos que normalmente ni me hubiera planteado. Yo que tengo un corazón frío y una visión de la vida muy cínica, no me puedo quitar la sensación de que vivir este desenfreno e irresistible deseo es uno de los motivos por los que vale vivir la vida, el momento que nos ha tocado.
En esta historia se cuenta el porque somos lo que somos y tal como somos, una gama de grises dentro de creencias político-religiosas, pasiones, motivos humanos, lealtad, compromiso, traición, sacrificios y deslealtades. Da igual el bando, conforme avanza la historia y va madurando, nada es lo que parece. No pude dejar de identificarme con los personajes de uno u otro bando a muchos niveles. La trama deja suficiente espacio para que el espectador no se sienta insultado en su inteligencia y tenga la potestad de llenar la historia por si mismo. Y viviendo lo que ellos vivían sentía odio, cariño, enfado, comprensión, me alegraba por ellos y lloraba por ellos.

Will Adama y Laura Rosslin

He sentido que era una historia real -ha pasado otras veces y voverá al pasar en el futuro- y he sido incapaz de volver a mi "real" (?) monótona existencia hasta que no he apurado la última gota. La pasión, las pasiones arrevatadoras están muy bien, son muy gratificantes, ¡te sientes tan suicidamente vivo!, se han de vivir,... en su justa medida. Son una experiencia vital, no un signo de madurez, ni de responsabilidad.
¡Dios!, ¡Pero que intensidad!.

Sharon Valerii (Numero Ocho)

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En la celebración de la Semana Santa hay varios momentos importantes. Uno de ellos, la Santa Cena, no sólo ha servido de inspiración a los artistas en el pasado sino también a los modernos, y dentro de la modernidad a gente variopinta, no sólo a creyentes, que a modo de homenaje algunos o guasa otros se han inspirado en ese importante momento para dar rienda a su creatividad. Con mayor o peor fortuna.
Me he decantado por la siguiente selección, que creo que abarca desde el respeto a la provocación pasando por el homenaje y no considero que ninguna sea ofensiva.

Leonardo Da Vinci - Il Cenacolo


Última Cena Fashion


Ultima Cena - 12 Leyendas de Hollywood - Renato Casaro


Última Cena de Battlestar Galactica (falta Judas?)

Y bueno... en ningún sitio está escrito que Dios no pueda ser femenino. Además, la Eva Mitocondrial es el punto de partida una gran parte de la humanidad...


Calvin and Hobbes (x Bill Watterson) - La Colla de la Pessigolla 01- 18

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