miércoles, 8 de noviembre de 2017

Trabajos Para La Comunidad'17 - Los Nombres ( 4 y Final)


METRO CHÂTELET DIRECCIÓN CASIOPEA.-

Valerian y Laureline, en un principio era Valerian, Agente Temporo-espacial pero por el protagonismo de la parte femenina se le cambió merecidamente el nombre, es un cómic de la escuela franco-belga, orientado al público juvenil. Nació en los años 70 y ahora ha tenido una traslación al séptimo arte, tras haber inspirado películas como la Guerra de las Galaxias o el 5º Elemento, en una película que se titula Valerian y La Ciudad De Los Mil Planetas, de la mano de Luc Besson. Toma el nombre del álbum más conocido, El Imperio de los Mil Planetas, en el que los autores, el escritor Pierre Christin y el artista Jean-Claude Mézières, encontraron el tono de las historias que querían contar, y la trama se inspira en el álbum El Embajador de Las Sombras.

Valerian y Laurie

La historieta fue una de las primeras series de ciencia ficción publicadas en la icónica revista francesa de cómics Pilote. Los autores querían hacer un western, pues Mézières emigró de joven a los USA para ser precisamente un vaquero, pero el mercado ya estaba saturado. El cómic narra las aventuras de Valerian y Laureline, dos agentes del Servicio Espacio-Temporal en el siglo XXVIII que viajan por el universo y el tiempo, al principio como servidores del imperio galáctico y luego como aventureros a sueldo. Valerian vive metiéndose en problemas por su impulsividad y Laureline es una chica hábil, obstinada y decidida, y aunque frecuentemente es quien saca de apuros a su compañero, el reparto de la acción se puede repartir entre ellos en condiciones de absoluta igualdad, siendo Laureline el primer personaje femenino del cómic franco-belga con ese tipo de personalidad y atributos.

Valérian y Laureline -17

La serie es optimista y no se enfoca en vencer a enemigos alienígenas sino en explorar, enfrentar desafíos y celebrar la diversidad. Los primeros guiones eran simples historias del bien contra el mal, pero gracias a los intereses de Christin en política, sociología y etnología, las historias empezaron a desarrollar mayor complejidad. Se aprovechó el pretexto de la ciencia ficción para insertar críticas a la sociedad de su tiempo. Hay temas que se presentan repetidamente: la simplicidad natural se prefiere a la complejidad tecnológica; se rechaza el machismo, la violencia y la guerra en pos de la femineidad y la naturaleza; se desconfía del poder y de la supresión de la individualidad. Todo esto es mostrado en el marco de los magníficos dibujos de Mézières, cuya enorme inventiva visual se manifiesta en fondos impactantes, arquitectura compleja, máquinas futuristas, paisajes insólitos y alienígenas extravagantes.
EI cosmos de Valérian, el cosmos de Mézières, no es feo y agresivo. Más bien debe parecer un sitio que despierte las ganas de irse a pasear por ahí, porque uno puede encontrarse con bestezuelas muy simpáticas”.
Mézières se inspira en otras artes ajenas al cómic (de hecho, este hombre no lee tebeos, como mucho los ojea; dice que prefiere leer libros y revistas): arquitectura, historia del arte y cine, entre otras aficiones, son integradas en la estética mézièresca.

El cuerpo central de esta obra sería el siguiente:

El Embajador De Las Sombras (L 'ambassadeur des ombres, 1975) es el primer gran álbum de Valérian y el que anuncia la subsiguiente etapa de esplendor, además del primero traducido en los Estados Unidos. Laureline, la auténtica protagonista de esta aventura, debe encontrar a Valérian y a un embajador de La Tierra que han sido raptados a causa de la creciente injerencia terrestre en la política galáctica ; el escenario, una impresionante estación espacial gigante llamada Punto Central, un meeting point para una miríada de razas galáticas.

Valérian y Laureline -23

Mundos Ficticios (Sur les terres truquées, 1977) demuestra nuevamente la capacidad de los autores para no repetir planteamientos de un álbum a otro y sorprender así al lector. El punto de partida habitual se invierte : en lugar de mostrar mundos extraños vistos desde ojos terrestres, será un artista alienígena el que recree diversos escenarios de nuestra Historia mientras un ejército de clones de Valérian investiga tales réplicas.

Valérian y Laureline -32

Los Héroes del Equinoccio (Les héros de l'equinoxe, 1978) es aventura en estado puro y una parodia bastante graciosa del cómic de superhéroes (que no gusta a ninguno de los dos autores). El álbum narra la competición entre Valérian y tres campeones alienígenas con superpoderes ; el vencedor será el progenitor de una nueva generación de niños para salvar una raza anciana y estéril.
La parodia alcanza también a uno de los temas favoritos de los autores, el de los roles tópicos del hombre y la mujer. Así. una diosa madre gigantesca y voluptuosa será la que finalmente elija a su gusto al candidato idóneo para la procreación ; en el mismo sentido, Laureline, ante la tardanza en regresar de Valérian, habrá de viajar para arrancarlo de los brazos de la diosa madre, superando para ello las mismas pruebas por las que han pasado los varones y dejando así en entredicho la magnitud de sus hazañas.

Valérian y Laureline -27

La década de los ochenta se inaugura para la serie de modo inmejorable. Metro Châtelet dirección Casiopea (Metro Châtelet direction Cassiopée, 1980) y Brooklyn Station término Cosmos (Brooklyn Station terminus Cosmos, 1981) representan, el pináculo creativo de la serie y la obra de madurez de ambos autores.
Valérian viaja al presente de la Tierra para detener unas misteriosas apariciones de fuerzas elementales mientras Laureline investiga la clave del misterio en la otra punta del espacio. Es ésta una saga en dos álbumes de tono bastante oscuro, tanto por la trama, cargada de misterio, como por la melancolía que impregna todo el relato, presente en la atmósfera sombría del París de los ochenta -esos cafés, esa espeluznante escena en el metro parisino-, en la brumosa campiña francesa, en las nevadas calles de Brooklyn. Pero el tono crepuscular también está en la desgana que muestra Valérian a lo largo de toda su misión, en la apagada amargura e incluso agriedad que progresivamente va existiendo entre él y Laureline, una relación que aquí se revela de modo más evidente que nunca como de pareja ; es más, de pareja en crisis.
El tempo de la acción está meticulosamente medido, no hay textos de apoyo, los diálogos son más concisos que de costumbre.
La idea principal del planteamiento es realmente brillante: presentar en contraste dos ambientaciones antagónicas, el presente de la Tierra donde se halla Valérian y los mundos extraterrestres que recorre Laury en su periplo espacial. Asimismo, al contextualizar el elemento fantástico -las apariciones alienígenas que investiga Valérian — en el entorno real del París y el Brooklyn de los ochenta, la sensación de maravilla es mayor que nunca.

Valérian y Laureline -28

La saga posterior a Metro Châtelet, también de dos partes, Los Espectros de Inverloch (Les spectres d'Inverloch, 1984) y Los Rayos de Hypsis (Les foudres d'Hypsis, 1985), mantiene la inspiración y el nivel creativo, aunque el tono crepuscular deje otra vez paso al optimismo habitual de la serie junto a un cierto humor británico acorde con la historia, que comienza en 1984 en un castillo escocés. Un humor sutil que se torna pronto una hilarante sucesión de gags encadenados a costa de los embrollos provocados por el ridículo alien team que se junta para esta misión.
En los álbumes siguientes se inicia la lenta decadencia de la serie, siguiendo también el ciclo de todo creador una vez alcanzada la madurez creativa. Los autores ya han dicho todo lo que tenían que decir, los personajes han hecho todo lo que tenían que hacer, ya han sido expuestos a todas las aventuras y situaciones vitales posibles ; todos los mundos fantásticos han sido explorados. Sólo queda, pues, espacio para la rutina, para la repetición, para la nostalgia de los fans.

Valérian y Laureline -25

Valérian fue una serie precursora no sólo en estética sino también en su contenido, politizado pero no de un modo panfletario, sino irónico y hasta desenfadado. Un contenido que transmite valores como el rechazo a la guerra, a los sistemas militaristas y a aquellos que suprimen la individualidad ; la simpatía por la diferencia y la desconfianza hacia el poder ; el respeto a las diferencias raciales -los aliens de Valérian suelen ser tan o más “humanos” que los terrestres- ; la admiración por una feminidad donde la belleza no está reñida con el coraje y la inteligencia, la parodia constante de los comportamientos machistas y agresivos : un contenido, en fin, que elude simplismos maniqueístas. En este sentido, es curioso observar la rápida evolución de Valérian en el tema “malos”: desaparecido el villano de las dos primeras aventuras, apenas puede encontrarse luego en la serie algún malo-malo de verdad ; no hay oponentes claros de nuestros héroes, todos tienen sus razones para actuar como lo hacen. Todos estos valores, y lo dice Christin, pudieron estar en la serie gracias a la sensibilidad de Mézières, a su capacidad para el análisis social desde un prisma visual, a su modo de entender la vida.

Valerian y Laureline -10

En tal contexto, Valerian y la ciudad de los mil planetas presenta dos aspectos clave: el tratamiento de la feminidad de Laureline y la crítica al colonialismo europeo. En el film, en cambio, no ha podido ser: aunque haya espacio para una ciudad y mil planetas, su nombre no cabe en el título. De hecho, todo lo que tiene de transgresora la Laureline en papel se convierte aquí en anécdota: interpretada por Cara Delevingne, el guión la limita a señalar los desajustes más obvios de su realidad y a algo tan manido como ser capaz de mostrarse recelosa ante una propuesta matrimonial. En el film los personajes realmente extraños y esperpénticos son los turistas humanos, locos por comprar en un bazar interdimensional.
Más interesante es la mirada poscolonial que lanza Valerian y la ciudad de los mil planetas al pasado francés en particular y al europeo en general. Responsabilizarse de los errores y ser capaz de establecer relaciones respetuosas y ecuánimes con aquel considerado "primitivo", "diferente", "carente de importancia" y, fundamental y llanamente, "otro", es de lo que trata el film.
La película es lo que es, admitido, pero también retrata algo de lo que fuimos, de lo que queríamos ser y de lo que queda de todo aquello.

Valérian y Laureline -11

SALVA, EL ALPINISTA FELIZ.-

Un día en Freebloc, el plafón del Salva (Salvador Serrano), alguien montó una vía y la llamo: Salva, El Alpinista Feliz. Debió ser por aquella época cuando a Salva le dió por hacerse guía de montaña, escalar vías alpinas con material removible, lo cual no era una novedad en su vida como escalador, y crestas. Por una parte ampliaba las prestaciones del plafón pues se ofrecían excursiones, marchas y escaladas por alta montaña por el oficio como guía de montaña, y por otra daba rienda a una de sus aficiones que es la ser maestro, guía y entrenador de las cuestiones verticales.
Me sabía mal una vía con ese nombre desapareciera y cayera en el olvido en una de las espaciadas renovaciones de las presas de Freebloc, así que se me ha ocurrido darle ese nombre a un vía en roca, y que esa memoria persista entre nosotros unos cuantos años más.

Salva, El Apinista Feliz -01

OXYGEN.-

Hace poco escuchando una selección musical sonó el tema Oxygen IV. Es una canción, o mejor dicho un emblemático tema de música electrónica, concebido y creado por Jean-Michel Jarre. Creí que era un buen nombre para una vía y una buena dedicatoria/recuerdo.
Jean Michel Jarre compuso esta influyente suite de música electrónica, Oxygène, en 1976 con 27 años. Está subdividida en 6 composiciones con el título Oxygene y un número, de la I a la VI, y la IV es un pasaporte directo al olimpo, aunque hay quien dice que es la II.
La inspiración para su composición vino de una pintura del artista Michel Granger la cual Jarre recibió como obsequio por parte de su pareja de la época, Charlotte Rampling. El cuadro muestra a la Tierra desmembrándose revelando una calavera, Jarre obtuvo el permiso del artista para usar esta imagen en su álbum.

Las melodías se crearon en la cocina de su casa, donde tenía el estudio de música. Se utilizó un sintetizador de cuerdas, el Eminent 310, complementado con los osciladores del ARP 2600, que en esos años era todo un laboratorio portátil de sonidos. Este sintetizador es un ícono en la historia de la música electrónica, además de ser un instrumento de culto para Jean Michel Jarre, que lo sigue usando en todas sus producciones actuales. Y el otro emblema sintético fue el sinte VCS 3 de la firma inglesa EMS, que es el responsable de todos los sonidos de burbujas crujientes sintéticas que se encuentran flotando en el ambiente ingrávido de Oxygene part II.

Oxygène -01

Aunque la electrónica ya había dado sus primeros pasos con Autobahn de Kraftwerk y Albedo 0.39 de Vangelis, Jarre gracias a su formación, pudo hacer composiciones más complejas y logró acercar las estructuras de la música clásica hacia el terreno del Pop.
Con Oxygen creó un sonido para un tema con el cual la sociedad estaba obsesionada en aquel entonces: El Espacio, La Ventana Cósmica. Desde lo siniestro y abisma del “Oxygène Part 1” hasta lo fantástico e hipnótico del “Oxygène Part 4“, cada una de las pistas eran muestra del genio de Jarre, que por las complicaciones técnicas tuvo que mantener un aspecto minimalista (algunas de las pistas constan sólo de dos elementos).
En 1997, Jarre publicó un nuevo álbum llamado «Oxygene 7-13»​ esta producción es una continuación de «Oxygène», y a pesar de estar separados por veinte años de diferencia, ambos álbumes se complementan muy bien. Y más adelante, en 2016, publicó Oxigene 3, que llega hasta la composición 20.
"Cuando estaba grabando Electronica, hace dos años, hice una pieza de música,Oxygene 19, que me hizo pensar sobre cómo sería Oxygene si lo compusiera hoy. Lo que hizo a Oxygene tan diferente en su día fue probablemente su aspecto minimalista, creando su 'groove' principalmente con las secuencias y la estructura de las melodías. Hice el primer Oxygene con muy pocos instrumentos, sin otra opción más que la de ser minimalista. He intentado mantener este toque minimalista en Oxygène 3".

AQUALUNG.-

El cuarto álbum de la banda británica Jethro Tull se llamó Aqualung. Se publicó en 1971 en la compañçia musical Chrysalis Records. Fue su primer gran éxito y marco un punto de inflexión en el grupo. Y no es un álbum conceptual.
Tiene 11 temas y el primero de ellos que se llama Aqualung, que dió el nombre el disco, es el tema principal. La idea inicial para el material provino de unas fotografías tomadas por Jennie Anderson, su mujer en aquellos años, sobre vagabundos en el Thames Embankment de la ribera norte del Támesis. La imagen de un hombre en particular captó el interés del matrimonio y juntos escribieron el tema
La idea surgió de una fotografía que mi esposa tomó por entonces a un vagabundo en Londres. Tuve sentimientos de culpabilidad en relación con el homeless, así como de inquietud e inseguridad hacia la gente así, que parecen dar un poco de miedo. Supongo que todo eso se combinó con una ligera imagen romántica de los vagabundos que, aun sin hogar, son espíritus libres que no quieren o no pueden encajar en los moldes prescritos por la sociedad.
Así que, a partir de esa fotografía y de esos sentimientos, empecé a escribir la letra de "Aqualung". Recuerdo estar sentado en un hotel de Los Ángeles, trabajando en los acordes para los versos. Es un auténtico y tortuoso embrollo de acordes, pero estaba pensado para llevarnos de acá para allá hasta conducirnos al pasaje acústico más melodioso de la composición
”.
Aqualung es el nombre del vagabundo y su traducción al español es Pulmón Acuático (aunque el término en inglés se refiere a la escafandra autónoma, el tanque de aire con regulador que los submarinistas llevan a la espalda para respirar, inventada por Émile Gagnan y Jacques Cousteau en 1943). Según Ian Anderson, se le ocurrió dicho nombre cuando quiso describir el agotado resuello del mendigo como el sonido que produce el borboteo de los equipos de buceo bajo el agua. Ian Anderson no sabía que Aqualung era una marca registrada, pero el conflicto acabó resolviéndose amistosamente.1​

“Era demasiado viejo para el rock’n roll, demasiado joven para morir”

Jethro Tull - Aqualung -02

Sentado en el banco de un parque,
observando a las muchachitas, con malas intenciones.
Con los mocos cayéndole de su nariz
y los dedos grasientos untando la gastada ropa.

Aqualung,
secándose bajo el frío sol,
mirando correr a las braguitas con volantes.
Aqualung,
Sintiéndose como un pato muerto
escupiendo pedazos de su rota suerte.

Oh, Aqualung.
El frío sol golpeándole,
un viejo hombre viejo deambulando solitario,
tomándose su tiempo
de la única forma que sabe.
La pierna le duele mucho,
mientras se agacha para recoger una colilla.
Baja hasta el baño público
y se calienta los pies.
Sintiéndote solo,
el ejército está por el camino (el de Salvación),
salvación a la moda, y una taza de té.
Aqualung, amigo mío,
no te empieces a marchar molesto,
Pobre cabrón,
ves, soy solo yo.
¿Aún recuerdas,
la helada con niebla de diciembre?
Cuando el hielo que se pega a tu barba
gritaba con agonía.
Y tú te arrancas tus últimas borboteantes respiraciones,
con sonido de buceador,
y las flores florecen como
la locura en primavera.


Aqualung, amigo mío,
no te empieces a marchar molesto,
Pobre cabrón,
ves, soy solo yo.
Sentado en el banco de un parque,
observando a las muchachitas,
con malas intenciones.
Mocos cayéndole de la nariz,
dedos grasientos manchando ropas raídas.
Aqualung,
secándose bajo el frío sol,
mirando correr a las braguitas con volantes.
Aqualung,
sintiéndose como un pato muerto,
escupiendo trozos de su suerte rota,
Oh, Aqualung.

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