Para la segunda excursión escogí el itinerario que me llevaría a Peà (Pià) y a otros rincones entre el Pantà de la Llosa del Cavall y Busa, pero en la segunda mitad del recorrido me equivoqué de pista.
En el Solsonès hay como unas 500 masías bien señaladas en los cruces de caminos. Según los carteles turísticos del Solsonès se le denomina la comarca de las 1.000 masías, así que igual hay más de 500. En general no hay que preguntar donde están pues el camino o el indicador ya te llevan.
Pero la grafía de los nombres no es siempre la correcta, bien porque el nombre se ha escrito tal y como se pronuncia o bien por desconocerse su procedencia.
El maridaje entre hombres y tierra ha conducido a una detallada denominación de los montes, rincones y pliegues de la tierra. Algunos han sido aceptados por los registros oficiales y otros son conservados por la gente del país.
En el Solsonès, al contrario que L'Urgell o la Segarra, hubo que ir casa por casa para conocer esos nombres pues no había un registro más o menos centralizado. Cada masía o casa es un término y sus variados rincones han sido bautizados por la gente de esa casa.
Fuera de los accidentes geográficos más importantes los conservadores de la toponimia son los círculos familiares y los vecinos cercanos.
La mayor parte de los nombres empleados antes del siglo XII desaparecieron y fueron substituidos por una nueva toponimia al pasar esos nombres al latín, y a ello hay que sumar la mentalidad centralizadora y oficial de los funcionarios, y también de la gente.
Peà se pronuncia como Pià y por eso lo podemos encontrar escrito de esa forma. Grafía normalizada en los apellidos, que es el nombre que nos ocupa.
Y hay otros muchos ejemplos.
Desde Sant Llorenç de Morunys se circula hasta el viaducto del Pantà de la Llosa del Cavall. Llegados aquí giramos a la derecha, dirección Solsona por la C-462 dejando a nuestra izquierda la LV-4241 dirección Berga.
Tras atravesar el primer túnel circulamos por el viaducto de Vallonga (190 mt de longitud).
Superamos la Rasa de les Set Riberetes gracias a tres túneles, llegamos a la Collada de les Cases y al Pla de Les Cases. Encontramos Les Cases Altes de Posada, convertida en casa de colonias y albergue, Les Cases Baixes dedicada al turismo rural y entre ambas la pequeña iglesia románica de Santa Eulàlia.
Bonitas y magníficas vistas de la Mola de Lord me acompañan en este tramo del viaje.
Tras circular por un largo túnel pasamos por sobre la pared de la presa de la Llosa del Cavall ( altitud de 820 metros) y tras pasar el segundo túnel seguimos circulando hasta encontrar la pista de acceso, un poco antes del km 11 de la C-462.
Antes de llegar a la izquierda se visualiza la Gran Casa de Cavall, hoy en día con servicio de restauración, con la pequeña capilla de Sant Pere adosada a ella.
La pista se inicia haciendo un fuerte giro de izquierdas, que nos pondrá paralelos a la C-462 y en descenso hasta el río Cardener, con la Gran Casa de Cavall encima nuestro.
Se atraviesa el río Cardener por un sólido puente de hormigón, el Pont del Cavall.
Tras atravesar un paso canadiense no adentramos en la Baga de Sòria donde encontramos un cruce de pistas. Obviar la que sigue recto y seguir por la que gira a la izquierda, que sube fuerte.
En unos 200 metros un nuevo cruce de pistas, circular por la que queda a la derecha, haciendo una curva de casi 180º. Se sube en pendiente y recto, haciendo caso omiso de otros cruces.
Nos encontramos en la clotada de Sòria, con bonitas vistas del otro lado del río Cardener y según las indicaciones de alguna que otra edificación, casa Castelló, casa de Sòria..., que no acierto a encontrar.
Nuevo cruce de pista. Continuar recto dejando de lado que se desvía a la derecha (se dirige al río Cardener). Subimos fuerte. Tras la subida hay un pequeño collado con una pista secundaria a la derecha. Continuar por la pista principal que gira la izquierda.
Tras pasar por una barrera para el ganado volvemos a subir y llegamos al collet de la Mare de Déu, la pista gira a la izquierda y se adentra en alargado altiplà de Peà. Tras pasar por un antigua barrera para el ganado de madera, ahora abierta del todo, se llega a una amplia explanada que hace de cruce de pistas también.
Seguir por la pista que se enfila hacia la derecha y se llega a Peà (960 mt).
Peà había sido una de las edificaciones más importantes de este rincón.
La casa gran de Peà está ligeramente reconstruida.
A su izquierda se encuentra la capilla de Sant Jaume la cual está adosada a la rectoría. Es una humilde ermita de arquitectura románica del siglo XII.
Sant Jaume de Peà (o Pià) es la iglesia parroquial del núcleo de Peà. Forma parte del inventario del Patrimoni Arquitectònic Català de Navès. Su planta es rectangular y el ábside está hundido.
Retrocedemos hasta el cruce anterior y continuamos recto, o por la pista que hubiera quedado a la izquierda tal y como nos aproximábamos hace unos instantes.
Nuevo cruce de pistas y tomamos la que gira hacia la derecha y llegamos a un lugar donde hay un paso canadiense. Desde este lugar hay una magnífica vista del altiplà de Peà y de buena parte del Solsonès, incluyendo Solsona.
La pista sigue el curso del torrente de Merlí, antes de juntarse con el de Peà y llegamos al coll de l'Arc (1,060 mt) donde hay otro cruce de caminos. Hay tres pistas, dos las tenemos enfrente, y una tercera nace dirección norte unos pocos metros antes de llegar a este collado.
Para ir a Ca Parcerissa hay que girar en ese collado y circular por esta pista que nace a nuestras espaldas. Hay otro cruce y circulamos por la derecha. Encontramos una gran balsa a nuestra derecha y cruzamos con cuidado por su izquierda pues lo normal es que en terreno esté enfangado. Tras pasar por este lugar encontramos la casa Parcerissa a nuestra derecha. Es una gran casa sita en la ribera derecha de la rasa de Guilanyà.
A pocos metros de la casa hay una capilla dedicada a Sant Pere, edificación medio en ruinas cubierta casi en su totalidad por una hiedra que le da un aspecto muy peculiar.
Este tramo de pista no está en muy buenas condiciones, hay mucha piedra y si ha llovido puede ser un auténtico fangal en algún tramo.
Se vuelve al coll de l'Arc y se sigue por la pista principal que es la que continua hacia la izquierda y se continúa por ella hasta llegar a la carretera principal de acceso al Pla de Busa. Cerca del lugar conocido como Creu Roja (990 mt).
En este lugar hay un importante cruce de caminos, cruz en un derivado de cruce en este caso, y lo de roja es por el terreno arcilloso de color rojo que hay por los alrededores.
Giramos a la izquierda y continuamos dirección norte.
Tras dejar el desvío de la pista que conduce a las casas de Marcanyac i Les Serres encontramos, al pie de la carretera la casa de Le Besses.
Tras pasar por el grau de Parcerissa, donde encontramos un paso canadiense, llegamos al coll d'Arques. Importante cruce de caminos. La de la derecha nos conduce al Pla de Busa. La de enfrente a Sant Llorenç de Morunys.
Circulamos por la pista que conduce a Sant Llorenç de Morunys y al poco giramos a la izquierda, por la pista principal.
Llegamos a otro cruce, la pista principal es el ramal de la derecha y la secundaria con una barrera para el ganado queda a la izquierda.
Siguiendo el libro de ruta debería haber tomado la de la izquierda, la que tiene la barrera de ganado, pero me despiste y seguí por la derecha. La de la izquierda contacta con la C-462 antes del gran túnel que lleva a la presa, enfrente de Les Cases.
La de la derecha lo hace a través en la collada de Les Cases, pasada la collada de Les Cases.
Es una pista regular en descenso y no muy cómoda en descenso, con tramos de mucha piedra en en el suelo y otros que en caso de lluvia sería un barrizal. Lo más relevante son las vistas hacia la Mola de Lord y el Port del Comte y el paso por el Torrent de l'Adou.
Querido Dick, llevo cachonda desde los 6 años.
Apuntaba la entrepierna contra mi rinoceronte de peluche en el salón del dúplex, de Cleveland, Ohaio.
Me encantaba restregármelo delante de la niñera, Karen Harris.
Yo decía que rino tenía hambre y que debía darle de comer.
Luego Karen se fue a la universidad y se me quitaron las ganas de seguir.
Entonces descubrí a Jesús.
Yo era la única judía del colegio.
Me enamoré de Jesús porque parecía un yogui buenorro de los 70 con su taparrabos.
Me lo imaginaba bajándose de la cruz y entrando a mi cuarto para saludar con sus lágrimas de sangre.
En el instituto quería follarme a todo el mundo, chicos e incluso chicas. Pero nadie me aceptaba.
Tenía un acné quístico muy serio, llevaba una chaqueta de motorista enorme, vieja y apestosa y fumaba como un carretero.
En la universidad uno quiso.
Por fin. Alguien a quien deseaba me deseaba a mí también y estaba dentro de mis posibilidades.
Después de terminar quise saber qué partes de mí le gustaban.
Dijo los labios, los ojos, el pelo. Mientras enumeraba estas partes me puse a pensar en las que no había mencionado: la nariz, el conejo, las tetas.
Mi amiga Liza y yo queríamos follarnos a una estrella del rock.
Por fin cazamos a una.
Se nos llevó a su habitación del hotel Chelsea. Le dijimos que queríamos follárnoslo como si fuésemos una sola persona: Tu cuerpo, mi mente.
Una representación viviente de la pintura de Louis Bourgeois, La Pareja.
Queríamos representar la división ciborgiana proyectada en las mujeres de nuestra cultura.
10 años después conocí a Sylvese. Fue el primer hombre con el que estuve al que no le molesto que fuese lista.
Igual era porque acababa de publicar un libro y todos creían que se haría famoso, o igual porque era mucho mayor que yo.
Quedábamos una vez a la semana para follar.
Sabía que follaba con otras pero estaba tan obsesionada que me daba lo mismo.
Decía que lo que lo ponía cachondo era verme a mi igual.
Nada le sorprendía.
Cuando terminábamos tomábamos sopa de almejas y hablábamos de filosofía.
Era una de las personas más listas que conocía y me encantaba verme desde su perspectiva.
Un año después me diagnosticaron la enfermedad de Crohn y pensé que hasta ahí habíamos llegado.
Pero no, propuso casarnos para que me cubriera su seguro médico.
Un año después dejamos de follar a lo guarro.
Y cinco años después de eso, dejamos de follar y punto.
Olvidé lo que era la lujuria,... hasta que te conocí.
Me da igual como me veas.
Me da igual que me desees, es mejor que no.
Me basta con desearte yo.
A veces voy por la calle y miro las caras de todas las mujeres que pasan y me pregunto que ven.
Pienso en la historia de su deseo.
Querido Dick, ¿Y si todas empezásemos a escribirte cartas?.
I Love Dick -1x05- A Short History Of Weird Girls
Este año se me ha ocurrido ir a conocer el Solsonès.
Estuve un día en la Vall de Lord y me causó una muy buena impresión paisajística, un reconfortante efecto llamada y un nosequé místico-espiritual y creí oportuno dedicarle más tiempo.
Tenía un proyecto de equipamiento de vías de escalada deportiva y entre verticalidad y verticalidad pues he aprovechado para realizar unas cuantas excursiones.
Para realizar las excursiones me he servido del libro “La Vall de Lord i el Seu Entorn” de Jaume Fruitós i Sayol, en la edición del 2,004. Como apoyo he utilizado el mapa que trae el mismo libro y el de Vall de Lord – Port del Comte de la editorial Alpina, que complementa y mejora alguna ubicación y nomenclatura.
En general todas las rutas de 4x4 que describe son susceptibles de ser realizadas con BTT y es mejor hacerlas sin que haya llovido recientemente, a menos que tengas un 4x4 preparado para ello, y algunas en época no invernal.
La primera ha sido la ruta del Port del Compte, desde el Coll de Jou, pasando por el Pla de la Bòfia y acabando en el Coll de Port.
En BTT se conoce como la Ruta de la Bòfia.
Hay que llegar hasta el Coll de Jou, si es desde Sant Llorenç de Morunys circulando por la LV-4241b.
En el Coll de Jou se encuentra la Font del Coll de Jou, que a pesar de no tener garantía sanitaria goza de una gran popularidad.
El Coll de Jou es un cruce de carreteras. Tenemos que tomar aquella que está indicada con Port del Compte i Pedró Dels Quatre Batlles.
A partir de aquí nos encontraremos con varios cruces, hay que circular siguiendo los indicadores de Pedró dels Quatre Battles, Pla de Bàcies o Montnou.
Y vamos subiendo.
Pasamos por el puente/lecho por el que discurre el escarpado Torret d'Ordoll (1,0730 mt), que baja del Pla de Bàcies y que está seco en esta época del año.
Llegamos al Prat de Canalda y su cruce.
En el Prat encontramos las ruinas del refugi dels Prats de Canalda, o el Primer Xalet.
La pista se bifurca en dos y dejamos la banda la de la izquierda que se dirige a Montnou.
Según el libro la pista se tenía que deteriorar progresivamente hasta quedar en malas condiciones llegando al Pla de Bàcies. No es así, la pista está en perfectas condiciones.
Se vuelve a ganar en altura y en paisaje. Cara norte del Puig Sobirà, población de Montnou y del castillo de Odèn y la collada del Call, El Montsec y el Valle del río Segre, la cima de las Morreres, la Vall de Lord, Sant Llorenç del Munt i Serra de l'Obac y Montserrat...
Después de una curva de izquierdas se llega a la Bòfia, en concreto al Pla de Bàcies (2,000 mt). Es un plano de alta montaña poblado de pino negro y un sotobosque alfombrado de hierba.
Paisaje y relajación en un marco impresionante.
Dejamos atrás la Bassa de Bàcies que drena en el Torrent d'Ordoll.
Pasamos por el lado del refugio de la Bòfia, en estado ruinoso pero con una buena vista de la cima de Les Morreres.
Tras el Prat de Bàcies nos adentramos en el Prat Piquer, también dentro de la Bòfia, dirección al Portell del Llop.
Tras pasarlo tenemos un cambio en el paisaje: Serra del Cadí, Rasos de Peguera, Serra d'Ensija y Serra Del Verd. Encima de la Serra del Verd es posible visualizar la cima del Pedraforca.
Bajamos por la costa de la Ginebrosa. Recibe este nombre porque la ginebrosa y el pino negro son los únicos que sobreviven en esta zona de roca calcárea.
Teóricamente ahora debería haber encontrado el Forat de la Bòfia, pero se me pasó y me encontré en uno de los parkings de la estación de esquí de Port del Compte.
El Forat de la Bòfia es un grandioso pozo natural de 31 de profundidad. Antiguamente era utilizado como nevera natural pues debido a su ubicación la nieve y el hielo acumulados durante el invierno duraban hasta el verano. Se sacaba el hielo de su interior, era metido en sacos protegidos con ramas y era transportado a poblaciones de la plana.
Actualmente su utilidad consiste en ser útil para prácticas de espeleo, y como lugar de nidificación de un buen número de aves.
Para acceder a él hay que caminar por una pista muy llana pues no se permite el paso de vehículos.
Antigament els transports de mercaderies, queviures o altres productes es feien per mitjà d'unes persones anomenades traginers, els quals, amb el seus animals, feien el transport d'un lloc a l'altre.
Tothom sap que a la serralada del port del Comte, coneguda actualment per les seves pistes d'esquí i per la bellesa del seu paisatge, hi ha el Forat de la Bòfia, amb le seva gelera eterna.
Però, hi ha algú que recordí que aquell gel al llarg del temps, hagués prestat algun servei, com quan era usat als hospitals i servia de remei al malalts?. Diuen que va ser un metge, el senyor Plana, qui va veure que el gel de la Bòfia podia tenir utilitat.
Els encarregats de transportar aquests blocs de gel eren els traginers. Els transpotaven en matxos, en uns embalatges que s'en deien sarrions, fets d'espart. El gel era posat el centre, envoltat de palla triada o boll, i el trajecte es feia de nit, aprofitant la fresca, ja que la calor del sol l'hagues desfet.
A Solsona es va construir un celler, fet amb daus de pedra, que era situat en entrar pel portal del Pont, i allí dispositaven el gel durant el dia pero a la seva conservació.
Els traginers de Sant Llorenç de Morunys, feta la migdiada, pujaven a la Bòfia a carregar i baixaven cap a coll de Jou pero seguñi el camí ral fins a l'Hostalnou, on el sesperaven els traginers de Solsona. Aquest carregaven els seus matxos i en passar per l'hostal del cap del Pla feien una mica de beguda i, en compensació, deixaven una mica de gel per refrescar el vi. En apuntar el dia arribaven a Solsona i baixaven el gel al celler amb el mateix embalatge. (sembla que aquest celler es va tapar per allà el 1,927-1,928 però que la seva estructura encara hi és).
A la posta de sol el tornaven a treure i el carregaven als animal, aquesta vegada fins més avall de Cardona, on els esperaven altres traginers que el conduïen fins a Manresa i d'aquí, amb tren, a Barcelona.
Tan bon punt arribà el progrés que significava la força elèctrica es deixà de fer aquesta tasca, que en el seu temps suposà un gran bé per ala gent, pertó que comportava un gan sacrifici pels traginers, que es passaven les nits circulant per aquells camins, en quella negra foscor, fers el temps que fes, que no sempre devia ser bo.
Cada traginer menava quatre matxos, tot el temps d'hivern. Per caminar de nit els posaven un picarol al coll, al que anava al davant el guarnbien amb un pitral de cascavells, que en deien morisques, i d'aquesta manera, si algú es pèrdia, era més fàcil de trobar-lo.
El gel de la Bòfioa té molta resistència, ja que arribava a Barcelona en molt bon estat per a complir el seu servei.
Fets, Costums i Llegendes, El Solsonès, II.pg, 345-346. Joan Bellmunt i Figueras.
En el aparcamiento de la pista de esquí el itinerario se continua por la pista que marcha paralela al telesillas del Prat de Brotons y se adentra en la Obaga dels Galls.
Tras ganar altura (2,175 mt) nos encontramos con un cruce de pistas. La de la izquierda hace un giro de 180º, es para tránsito particular de la estación de esquí. Hay que continuar recto, y en ligera subida.
Llegamos al Coll de l'Estivella (2,220 mt) y el paisaje sigue siendo espléndido.
Serres d'Ensija y El Verd, cima del Pedraforca. Entre la Serra del Verd y la del Cadí se aprecían las Penyes Altes del Moixeró y es posible que hasta el Puigmal.
Al cabo de poco más de un kilómetro debía haber encontrado la font d'Arderic pero se me pasó. Queda en lado derecho y hay que caminar unos metros por un senderito para acceder a ella. Poco antes de llegar al Prat Llong.
A partir de aquí las condiciones de la pista empeoran respecto a lo transitado hasta ahora. No es mala pero tiene mucha piedra y roca.
Nos adentramos en una zona de pastoreo conocida como Prat Llong en el que visualizamos el refugio de los pastores.
A este lugar llegan las pistas más elevadas de la estación de esquí de Tuixén – La Vansa. En algún árbol se pueden ver los indicadores de los circuitos. El de color rojo indica que en el invierno esta pista se convierte en un circuito de esquí de fondo.
Hay un cruce de pistas, continuar por la que sigue recto, en bajada.
La de la derecha también forma parte del los circuitos, se llama Circuit del Mig y está pintado de amarillo.
Otro cruce y seguimos bajando recto.
En dos kilómetros llegamos al Pla del'Arp.
El refugi de l'Arp se encuentra a 1,950 mt. Es un balcón sobre el Vall de la Vansa y el Cadí y las población es de Fornolls y Cornellana.
Tras dejar atrás el Refugi de l'Arp nos encontramos con la Estació d'Esquï de Fons Tuixén-La Vansa. Aquí la carretera es asfaltada y nos conduce al Coll de Port.
Teóricamente, en el margen derecho, al poco de dejar atrás esta Estació d'Esquí se debe encontrar la font d'Otília, pero no la supe ver.
Un recorrido muy agradable y en que había mucho que ver y por descubrir. Y es una suerte que este siendo un octubre seco y soleado.