Bicameral Mind (2 de 2)

(Dolores y El Hombre de Negro caminan por un cementerio)
Dolores Abernathy.
Sé donde acaba el laberinto.

El Hombre de Negro.
¿Es aquí el centro del laberinto?.

Dolores.
Acaba en un lugar donde no he estado.
En algo que nunca haré.
(Limpia el nombre de una tumba y desentierra una caja)



El Hombre de Negro.
¿Qué es esto?. ¿Qué significa?

Dolores.
Lo resolví una vez.
Tenía la respuesta, me prometíó que si lo hacía dijo... dijo que me liberaría.
No, no me acuerdo.

El Hombre de Negro.
Otro puto enigma.
He sido muy paciente , Dolores, pero o me cuentas que se cuece en esa cabecita o lo extraeré yo mismo.
¿Dónde está Wyatt?. Es el único personaje que no conozco.



Dolores.
Yo no quería,... yo no tenía intención.

El Hombre de Negro.
Muy bien si insistes.

Dolores.
No puedo. No quiero

El Hombre de Negro.
¡Tú tienes la culpa, Dolores!.
No te acuerdas. Dijistes: "Este es el único mundo que importa". Y tenías razón. Así que seguí tu consejo... y compré este mundo.

Dolores.
Este mundo no te pertence.

El Hombre de Negro.
Ya lo creo. Y soy el accionista mayoritario, y el negocio florece. ¿Quieres saber por qué?. Porque este sitio parece más real que el mundo real, aunque no lo sea.
Porque no podéis defenderos y los huéspedes no pueden perder. De modo que todo esto, es una mentira.
Pero eso puede cambiar. ¿No es lo que querías, Dolores?. Algo verdadero.



Dolores.
Yo ya tengo eso.
Me encontré a alguien real, alguien que me ama. Su camino le conducirá a mi, cuando le encuentre ¡te matará!.

El Hombre de Negro.
Reconozco que me has sorprendido.
¿A qué debemos este nuevo estoicismo?.

Dolores.
Sé que vendrá. Me encontrará. Me llevará con él.



El Hombre de Negro.
No lo entiendes. Nadie vendrá a por tí.

Dolores.
Te equivocas. Su amnor es real. Igual que el mío.
William me encontrará.

William (AKA El Hombre de Negro).
¿William?. Vaya, tiene cojones la cosa, Dolores. Por lo visto hay cosas de las que sí te acuerdas. Y da la casualidad de que conocí a un huésped llamado William.
¿Y si te cuento a donde le condujo su camino?.
William no sabía luchar. No tenía instinto para ello al principio. Pero ahora tenía una razón para luchar.
Te estaba buscando y en algún momento del camino descubrió que le gustaba matar.
William volvió sobre tus pasos pero no te encontró. Así que fue más allá, hasta los confines.
William no te encontró, Dolores, pero allá entre los muertos encontró otra cosa, asi mismo.
El pobre William no dejaba de pensar en tí.
Siguió buscando. Preocupado por si estabas perdida, sola, asustada. Sabía que daría contigo.
Y al final lo hizo, justo donde empezasteis.
Tan hermosa como el día en que os conocisteis, brillando con la misma luz. Pero tú no eras nada salvo real.
Debo darte las gracias, Dolores, me ayudaste a encontrarme.



Dolores.
William...

William.
Asi es cielo. En cierto modo llevabas razón, mi camino siempre me condujo a tí una y otra vez.
Me harté de tí al cabo de un tiempo, claro. Busqué nuevas aventuras, pero creo que tu camino te condujo aquí una y otra vez.
Un bucle tras otro, buscando algo que no podías encontrar. Persiguiendo a tus fantasmas. Estabas perdida en tus recuerdos e incluso entonces debería haber sabido que acabaría siendo eso para tí: un recuerdo más.
Nunca llegaste a escapar pero aquí estamos, para la última mano.

Dolores.
¿En qué te has convertido?.

William.
En lo que hiciste de mí. Me ayudaste a entender que este mundo es como el de ahí fuera: un juego, en el que hay que luchar, conquistar, ganar.

Dolores.
Creía que eras diferente, pero eres como los demás.

William.
No soy como los demás.
Este mundo es mío y conozco todos sus trucos excepto una cosa, la misma que buscabas la primera vez, ¿Dónde está en centro del laberinto, Dolores?.
Ya estamos otra vez con los llantos.
Ya va siendo hora de que veas la futilidad de tu situación.

Dolores.
No lloro por mi. Lloro por tí.
Dicen que grandes bestias poblaban este mundo, eran como montañas. Pero de ellas sólo quedan huesos y ambar.
El tiempo acaba incluso con los más poderosos. Mira lo que ha hecho contigo.
Algún día perecerás, yacerás con el resto de los de tu clase. Tus sueños olvidados, tus horrores borrados, tus huesos se tornaran arena.
Y caminando sobre esa arena habrá un nuevo Dios, uno que nunca morirá.
Este mundo no te pertenece a ti ni a la gente que vino antes. Pertenece a alguien que aún está por llegar.



William.
Wyatt.
Llévame hasta él.
Abre el laberinto.

Dolores.
¡El laberinto no es para tí!.

WestWorld -1x10- La Mente Bicameral