martes, 28 de abril de 2015

Batería de Els Avellaners


Otro día de escalada montserratina, esta vez acompañando a María Alsina y a Jaume Pons.
La idea inicial era hacer una escalada matinal en La Calavera. De camino y comentando otras zonas parecidas de la cara norte sale Els Avellaners.
Como el acceso es muy corto y María no ha estado (y quiere conocer lugares nuevos) nos encaminamos allí. Total, tanto en La Calavera como en Els Avellaners el primer plato es de 7a. Para el segundo hay un poco de más juego en La Calavera.

Jaume en Batería de L'Hospitalet

Tanto Jaume como yo ya habíamos estado, pero en tiempos remotos, y como en teoría María no lo conocía no podía faltar la emoción y la aventura de la primera vez. O sea que nos perdimos. NO hace falta ir de aventura a uno de esos lugares sólo reseñados en una página perdida de entre muchas de cualquier guía de escalada. También es factible ir de aventura y acabar super perdido en casa, en Ca la Montse en este caso.
Tras dejar el vehículo en el parking, ni cortos ni perezosos emprendemos el ascenso hasta Els Avellaners, sector visible desde la carretera y con una sensación de proximidad apabullante.
Maria, el acceso es muy corto y cómodo; en nada estamos escalando”.
A poco de empezar el pateo nos encontramos con unos grandes bloques de piedra. Como hace años que no venimos pensamos que debe ser obra de alguna riada que ha arrasado con todo.
Seguimos subiendo y el paisaje es un paisaje irreconocible.
Pues yo lo recuerdo de otra manera. ¡La que ha debido de caer!”.
Íbamos comentando que no teníamos noticias de que hubiera pasado nada de esto y que el acceso al pie de vía se hubiera perdido, pues los insinuados senderos que íbamos encontrando, que suponíamos nos llevarían al pie de vía, se cerraban en pocos pasos. En esto llegamos a una gran roca que dificultaba mucho la ascendente progresión Y dudamos entre recular e ir a la cercana Can Dubtes o no se sabe que otra opción.
Nos pareció ver a nuestra derecha un camino a través del bosque, que nacía en ese punto, y que sorteaba el obstáculo. Y nada nos metimos en él.
Ascendemos zigzageando por el bosque, y sorteando zarzas y arbolitos como podemos, hasta situarnos por encima de este obstáculo... y empezamos a oír voces encima nuestro.
Debe ser el eco”.
Otro nuevo inicio de sendero de llegada al sector resultó otro fiasco. Con el convencimiento de que el acceso o se había perdido y de que estábamos ya muy por encima de él, optamos definitvamente por regresar.
Ya de bajada observamos un pañuelo en una especie de sendero que podría ser el de acceso.
Nos metemos en él y comprobamos que el pañuelo era mío. Se había quedado enganchado en un espino en una de las infructuosas expediciones anteriores.
En estas nos asomamos un poco más y vemos el pino de referencia debajo nuestro, debajo y alejado, y entonces nos acordamos de que hay una canal trampa y de que nos hemos metido de lleno en ella. Y las voces que habíamos oído con anterioridad eran de gente que estaba paseando por el Camí de l’Arrel (con un acceso ubicado entre el tunel de Can Dubtes i el Refugi de Santa Cecilia).
Reculamos toda la canal y, ya en su inicio, tomamos el verdadero sendero de acceso que nace a su izquierda, a nada que empiezas a subir, y ahora si, en un suspiro estamos en el pie de vía que habíamos estado buscando desde hacía un buen, y largo, rato.

Idem

Con el tiempo más justo aún después de la excursión que nos habíamos pegado nos dedicamos a sacarle todo el jugo que pudiéramos; y quedamos contentos.

> Batería de L’Hospitalet, 7a.
Una línea muy buena. La primera vez que estuve aquí me quede con las ganas de encadenarla. No pudo ser y había que esperar a que el destino ofreciera otra oportunidad, pues es, de hecho, la única vía que puedo, y que me motiva, encadenar en este sectorcito.
El otro 7a, con sus seguros mal ubicados, es un marrón.
Es una línea dividida en tres secciones muy diferenciadas que aportan mucha variedad y la hacen muy completa.
María monta y encadena a vista en su versión dura. Yo y Jaume encadenamos en el segundo pegue en la versión más depurada y menos intensa.

Idem

> Troyan Air, 7c.
María decide atacar este problema pues se ve bastante más magnesiado que los dos 7b+, y porque Jaume que ha probado uno de ellos y la Troyan Air, le comenta que es un infierno de bloque y que la Troyan es mejor.
La Troyan Air es una línea que tiene fama de guapa, sólo que la fama tiene matices y si, en mi opinión, el problema es guapo, pero todo lo bueno que tiene se tira por la borda por su final.
Sus dos primeros tercios con dos problemas de bloque (el 2º más intenso que el primero) separados por una pequeña sección de continuidad; un tramo verdaderamente bueno si el nivel te permite disfrutarlo. Su último tercio es un despropósito de aseguramiento con seguros escasos y mal ubicados; y donde el miedo te hace apretar tanto como en la sección a bloque.
María, en dos pegues, monta la vía solucionando todos los problemas, que no poco trabajo le dieron, y con mucha tensión en su tramo final; y Jaume y yo la “degustamos” en top.
La 3ª chapa es un poco tramposa. Hay que chaparla recto desde un buen agarre, para luego desgrimpar un poco y ubicarse en la correcta línea de ejecución.

María en Troyan Air

Desconozco si tendré otra oportunidad de regresar a Els Avellaners pues el grado es muy duro para mi, y puede que inalcanzable; pero al menos me voy contento de haberme metido en el bolsillo la Batería.

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