Ingravito Infierno

Sant Llorenç del Munt es un espacio que transmite serenidad e invita a quedarse.
Todo este parque es un espacio modular concebido como una construcción unitaria. Su estrecha relación entre la objetividad y la arquitectura de la distribución del mundo mineral y el mundo vegetal habilita una experiencia sensible y meditativa, calculada y consciente, telúrica y ancestral, onírica e irracional, que busca desbordar la propia realidad.



Sus formas oscilan entre la exactitud geométrico-matemática y la realidad puramente intuitiva. Entre sus vacíos y sus acentos se descubren texturas y reflejos que, extendiéndose por sus muros de forma indeterminada e infinita, cautivan al espectador, ya sea senderista o escalador, mediante sugerencias muy sutiles y le invitan a reflexionar sobre como mutan nuestros recuerdos a medida que vivimos.
Es un placer transitar por este luminoso espacio natural y contemplar las formas creadas por la esencia artística de la naturaleza. La escalada es el paisaje transformado como construcción humana, una imagen creada, idealizada y cargada de potencial simbólico.
En Sant Llorenç del Munt es posible participar en la búsqueda del tesoro de la ingravidez: la disolución de los términos físicos de la materia, de la naturaleza y de la carga espiritual. Su instalación plástica está condicionada a los inclinados caprichos de la artista principal y, sin llegar a ser multidisciplinaria, es capaz de ofrecer los suficientes matices para que aquellos que los sepan buscar puedan gozar de unas jornadas de escalada variopinta y cambiante.

En Dresden

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En esta época del año, antes del cambio de hora, la Paret Gran está a la sombra a las 14 horas, toda ella.
Buen sol, tanto que a pleno molestaba al escalar pues parece que el tacto estaba como húmedo. Curiosamente se estaba mejor a la sombra; el asegurador abrigadete no pasaba frío y el escalador podía trabajar con un equipaje muy cómodo. No se notó algo de frío hasta final de jornada que se levantó algo el aire.

> Le Dió y Rebotó, 6b (6b+ en reseñas). Clásica vía de 4 seguros, en la Paret Gran izquierda. La fisura del diedro, por su lado interno, y los romos de la reunión estaban húmedos.

Mauro en Le Dió y Rebotó

> Lo Que Yo Te Diga, 6c. Vía ubicada en la zona de Els Diedres. Desde que la abrí no la había probado porque sabía lo que me esperaba: una sección concentrada de 3 chapas con un bloque en el centro. Así fue. En el primer pegue la ví toda extraña. En el segundo escalé como se debe el primer tramo, por el lado izquierdo el diedro y buenos puntos de equilibrio para chapar a la derecha. El paso a bloque me volvió a crujir.
No es el 6c más bonito de Sant Llorenç. Tampoco es que sea fea, simplemente es cara.

> Bauhaus, 7a. Clásica de las clásicas de Sant Llorenç.

En Dresden

> Infierno (En el Infierno Está), 7a/a+ (7a un poco más duro que Bauhaus) (7a+ en reseñas). Necesité dos tientos para volver a encadenarla. Extrañé la salida del último seguro, buscaba un agarre por la izquierda pero no lo encuentré, igual se rompió. Estudié una variante por la derecha y es con la que encadené en el 2º pegue. Es una buena vía, un poco más variada que Bauhaus, también con su alejillo. Esta dedicada a un grupo denominado Los Desechables.
El nombre viene de una canción:
En el Infierno está, (el R'N'R).
Al diablo le gusta el R'N'R.
El diablo te espera...

Marcos y Joaquím se estuvieron peleando con Dresden, 7c; pero la humedad ambiental, que ellos notaban, hacía las miniregletas del final tuvieran un tacto muy patinoso.

En Dresden