La segunda entrada del monográfico de Lesiones Musculares. Se centra en las causas de la lesiones deportivas en general y, ya de forma particular, en la clínica, exploración y complicaciones del tema estrella en cuestión.
FASES DE REPARACION DE LA LESIÓN MUSCULAR.-
Las lesiones que afectan al hueso se curan por un proceso de regeneración, el tejido repuesto es idéntico al hueso ya existente.
Las fibras musculares no tienen una buena capacidad de regeneración y y sus lesiones se resuelven por un proceso de reparación constante, independientemente de la causa que las origina. El daño ocasionado a nivel macroscópico es reparado por tejido fibroconectivo cicatricial. De igual modo, si se interrumpe la inervación o el riego sanguíneo, las fibras se degeneran y se sustituyen por tejido fibroso.
La reparación del tejido muscular tiene tres fases:
- Fase de destrucción, se produce una ruptura del tejido muscular, necrosis a nivel microscópico de las miofibrillas con formación de hematoma entre las fibras rotas y, consecuentemente, una reacción celular inflamatoria.
- Fase de reparación, se produce la reabsorción del tejido necrótico, la regeneración de las miofibrillas, creación de nuevos capilares y producción de tejido conjuntivo cicatricial.
- Fase de remodelación, la cual normalmente se solapa en el tiempo con la fase dos, se produce la maduración de las nuevas miofibrillas y la reorganización del nuevo tejido contráctil de contracción. En este sentido, es fundamental que el nuevo tejido cicatricial adquiera una estructura y posición adecuada para evitar, entre otras cosas, la formación de puentes cruzados entre las fibras.
PRINCIPALES CAUSAS DE LESIONES DEPORTIVAS.-
Dentro del ámbito deportivo las condiciones que pueden favorecer una lesión de tipo intrínseco -extensible también a las lesiones no-musculares- pueden ser:
1. La Condición Física. Esta variable depende fundamentalmente de un trabajo específico que, según la edad y condiciones del deportista, puede abarcar el entrenamiento para el desarrollo de la capacidad física y el acondicionamiento dirigido al rendimiento en la competición. Variables tales como:
3. Material Inadecuado.
4. La Condición Táctico/Estratégica. Este apartado abarca la ejecución de las múltiples decisiones que los deportistas deben adoptar en la competición en función de las circunstancias relevantes propias de cada deporte. El comportamiento táctico determina que los deportistas utilicen sus habilidades técnicas y de ahí, la importancia de perfeccionarlas para la competición.
5. La Condición Psicológica. Es importante favorecer en los deportistas el desarrollo de distintas habilidades que les ayuden a autorregular los estados psicológicos que influyen en su rendimiento. En esta faceta, el psicólogo desempeña un papel fundamental, abarcando por un lado la enseñanza de las técnicas apropiadas y su forma de aplicarlas adecuadamente y por el otro, el control de los posibles riesgos consecuencia del entrenamiento incorrecto y el mal uso de las estrategias psicológicas.
CLÍNICA .-
Independientemente de la localización de la patología hay unos síntomas comunes:
> Que se ha sufrido un dolor brusco tras una determinada maniobra (habitual o no) en su práctica deportiva, laboral o casual.
Es clásico que en la rotura parcial del músculo gemelo el paciente note como si le hubieran pegado “una pedrada” en la zona de la lesión.
Igualmente puede referir una sensación de “onda de choque”, que se transmite a lo largo del músculo afectado.
> El dolor se suele localizar en un área muy específica y aumenta al contraerse o estirarse el músculo afectado.
> Según el grado de impotencia funcional puede ser imposible continuar con la actividad.
> Al cabo de unas horas o puede que días, si existe lesión con desgarro, aparecerá un hematoma en la zona distal a donde se produjo la rotura.
Otros factores a considerar:
- Existencia o no de episodios anteriores.
- Existencia de patología previa.
- Es o no un deportista habitual
- Cuál es su actividad habitual y qué actividad física le exige.
- Si el paciente ha realizado antes de acudir a urgencia algún tratamiento analgésico o antiinflamatorio local o general.
DIAGNÓSTICO.-
Principalmente es clínico, basado en el interrogatorio y en la exploración física.
INTERROGATORIO - ANAMNESIS.-
Antecedentes Locales y Generales. Lesiones similares, susceptibilidad a padecer lesiones similares, antecedentes farmacológicos,...
Descripción del Momento Lesional. Mecanismo, en qué carga de trabajo, en que momento -inicio, mitad o final- de la carga de trabajo.
Evolución Inmediata. Si se pudo continuar con la actividad o se tuvo que parar. Evolución del dolor
EXPLORACIÓN.-
Comparando y tomado como referencia la musculatura contralateral.
- Inspección visual. Equimosis (hemorragia). Observar la postura que adopta la zona lesionada. Buscar deformidades de la masa muscular
A veces es posible observar contractura reflejas de los músculos superficiales vecinos.
Buscar hematomas y equimosis. Suelen presentar entre 6-12 horas tras el trauma.
- Palpación. Buscar la tumefacción, buscar puntos dolorosos, soluciones de continuidad y contracturas/espasmos musculares; hernias musculares,
- Comprobar el rango de movilidad de la zona lesionada
} Contracción activa del músculo afectado; primero activa simple (más sensible en lesiones leves), y después contra resistencia manual. Si hay o no dolor y en qué tipo de contracción: concéntrica, isométrica, excéntrica...
} Valorar la flexibilidad analítica del músculo. Si existe o no dolor al estiramiento pasivo.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS .-
Si el análisis clínico es muy claro en la valoración inicial son poco necesarias.
En cambio si se sospechan lesiones asociadas (fracturas óseas, fractura-arrancamiento de la inserción óseo,...) son útiles.
- RADIOLOGÍA SIMPLE. Muy limitada en la etapa aguda, siendo útil en caso de sospecha de fractura ósea asociada. En lesiones crónicas para valorar detectar calcificaciones cuando se sospecha una miositis osificante.
- TAC. Su uso es limitado, está indicada para los casos en que se han detectado calcificaciones mediante Rx simple y no ha sido posible determinar su exacta localización.
- ECO MUSCULOESQUELÉTICA.-
En una primera valoración clínica si se sospecha una rotura total y la clínica no es concluyente.
Permite la realización de estudios cinéticos, contrayendo el músculo, que complementan la exploración clínica, permite los seguimientos evolutivos, la evacuación guiada de cavidades y se complementa con la ecopalpación dolorosa de un músculo determinado, ya identificado en al ECO; es de gran ayuda en el diagnóstico topográfico.
- RESONANCIA MAGNÉTICA. Su utilidad depende de la evolución del paciente en la consulta especializada. Es muy precisa a la hora de identificar la estrcutura afectada y determina el grado y tipo de afectación muscular y con alta sensibilidad detecta la presencia del edema y la hemorragia.
Cuando no es una rotura importante es difícil el diagnóstico precoz. Hay que esperar unas horas y realizar las pruebas complementarias adecuadas.
La ECO es útil a partir de las 12 h en lesiones de de grado II o superior.
Si la lesión es muy leve o no está claro si es de grado O o I, la determinación de miosina en suero permite diagnosticar un grado I. Es una proteína de peso molecular muy grande y no tiene porque estar presente en la sangre. Parece que el momento más óptimo es entre las 12-24 h
A partir de las 24 h, la RM puede establecer un diagnóstico y un pronóstico muy adecuados, siempre y cuando se tenga una amplia experiencia en este tipo de lesiones.
A las 48 h es el momento óptimo para estableces un diagnóstico y un pronóstico mediante ECO.
TENSIOMIOGRAFÍA.-
Técnica de evaluación del “tono muscular”, de poca evidencia científica en la actualidad. Quizá en el futuro para monitorizar la recuperación funcional del músculo y el control evolutivo de la lesión muscular.
7.3. COMPLICACIONES DE LAS LESIONES DEL TEJIDO MUSCULAR.-
Aparecen como consecuencia de una evolución inadecuada de las lesiones musculares, produciendo por lo general síntomas dolorosos persistentes.
Las fibras musculares que se han lesionado o sobrecargado, con la consiguiente rotura con hemorragia, se vuelven menos contráctiles. El espacio entre fibras se llena de sangre que se coagula y después se substituye por tejido cicatrizal. Este proceso origina áreas de distinta elasticidad, pudiéndose producir lesiones si el músculo se ejercita pronto y en exceso.
7.3.1. FIBROSIS MUSCULAR O GRANULOMA CICATRIZAL .-
Este tipo de lesión crónica es una complicación de la ruptura parcial o completa del músculo, cuando el tratamiento que se aplica es inadecuado o insuficiente. El proceso de reparación muscular, tiene una duración de 3 a 16 semanas, dependiendo de la localización y del tamaño de la lesión. Durante este proceso, la zona de ruptura se va rellenando gradualmente por un tejido de granulación, que ocupa la cavidad provocada por la rotura fibrilar. A veces, este espacio es ocupado progresivamente por un tejido cicatricial denso, que impide el normal desarrollo del tejido muscular y en consecuencia, la función contráctil y la movilidad del músculo quedarán limitadas
Este tipo de complicación cursa con pérdida de elasticidad muscular y una ligera limitación funcional. También puede aparecer dolor con el esfuerzo.
7.3.2. NÓDULO FIBROSO CICATRIZAL.
O Hematoma Enquistado.
Tras una rotura muscular, sobre todo si es de grado II o III, el cuerpo comienza a crear abundante tejido de cicatrización. En este sentido, en función del tipo de tratamiento y rehabilitación que se lleve a cabo, esas nuevas fibras cicatriciales, que sustituyen a las ya lesionadas, pueden tomar una disposición más o menos funcional. En ocasiones se puede producir una disposición demasiado anárquica de las fibras en la zona lesionada favoreciendo la creación de entrecruzamientos patológicos por acumulación excesiva de tejido conjuntivo fibroso. A consecuencia de esta situación aparece un nódulo fibroso en la zona afecta que provoca dolor acentuado a la palpación y al movimiento, así como una reducción de la elasticidad muscular e impotencia funcional.
Tanto en US como en RM puede observarse una imagen estrellada, retráctil, asociada a disminución de volumen y signos de atrofia muscular en las zonas vecinas a la cicatriz
7.3.3. MIOSISTIS OSIFICANTE U OSTEOMA MUSCULAR.-
Se la considera una complicación grave localizada sobre todo en el muslo. Se trata fundamentalmente de una inflamación crónica del tejido muscular, el cual va perdiendo sus propiedades y termina degenerándose hasta convertirse en tejido óseo; o sea una osificación post-traumática.
Es frecuente en atletas que practican deportes de contacto, sin embargo, en aproximadamente un 40% de los casos, no hay un evento traumático evidente. Las localizaciones más frecuentes son el muslo y pelvis
Durante la fase inicial del proceso de calcificación el área afectada se encuentra edematizada y suele estar bastante hipersensible.
Durante las primeras tres semanas se comporta como una masa que desestructura el patrón fibrilar muscular. Luego comienzan a aparecer las calcificaciones desde la periferia hacia el centro, llegando a "madurar" a los 5-6 meses, en que la masa se retrae.
Los signos y síntomas más característicos son dolor persistente e inflamación de la zona lesionada, induración como una contractura “de madera”, espasmos musculares, pérdida de fuerza en la zona afecta.
Si con el tiempo esta sintomatología se mantiene, es posible que nos encontremos ante un problema de miositis osificante. Esta osificación puede persistir en el tiempo originando diversos grados de impotencia funcional junto con posibles compresiones de otras estructuras, sobre todo nerviosas. Puede necesitar de tratamiento quirúrgico.
SÍNDROME COMPARTIMENTAL.-
Es una afección caracterizada por aumento de presión en un espacio confinado anatómicamente que daña en forma irreversible su contenido, es decir músculos y estructuras neurovasculares. Sus causas son múltiples, ya que cualquier situación que aumente o disminuya el volumen del compartimiento puede ocasionar un síndrome compartimental. (traumatismos con hemorragia, fracturas, quemaduras etc). El aumento de presión ocasiona obstrucción venosa e isquemia muscular y nerviosa que llevan a necrosis.
Ultrasonográficamente se observa un importante aumento de volumen del músculo con fascia abombada y pérdida del patrón fibrilar normal.
Los hallazgos en RM incluyen tumefacción de la extremidad afectada y alteración de la señal en los músculos del compartimiento y en etapas más tardías se observan áreas de mionecrosis
HERNIACIÓN MUSCULAR.-
Consiste en la herniación focal de un músculo a través de un defecto ubicado en la fascia que lo envuelve. Ocurre con mayor frecuencia en las extremidades inferiores, especialmente en el compartimiento tibial anterior.
El diagnóstico se hace más fácilmente con ultrasonografía ya que al solicitar al paciente la contracción del músculo afectado, permite demostrar la hernia en forma dinámica. También puede estudiarse con RM.
FASES DE REPARACION DE LA LESIÓN MUSCULAR.-
Las lesiones que afectan al hueso se curan por un proceso de regeneración, el tejido repuesto es idéntico al hueso ya existente.
Las fibras musculares no tienen una buena capacidad de regeneración y y sus lesiones se resuelven por un proceso de reparación constante, independientemente de la causa que las origina. El daño ocasionado a nivel macroscópico es reparado por tejido fibroconectivo cicatricial. De igual modo, si se interrumpe la inervación o el riego sanguíneo, las fibras se degeneran y se sustituyen por tejido fibroso.
La reparación del tejido muscular tiene tres fases:
- Fase de destrucción, se produce una ruptura del tejido muscular, necrosis a nivel microscópico de las miofibrillas con formación de hematoma entre las fibras rotas y, consecuentemente, una reacción celular inflamatoria.
- Fase de reparación, se produce la reabsorción del tejido necrótico, la regeneración de las miofibrillas, creación de nuevos capilares y producción de tejido conjuntivo cicatricial.
- Fase de remodelación, la cual normalmente se solapa en el tiempo con la fase dos, se produce la maduración de las nuevas miofibrillas y la reorganización del nuevo tejido contráctil de contracción. En este sentido, es fundamental que el nuevo tejido cicatricial adquiera una estructura y posición adecuada para evitar, entre otras cosas, la formación de puentes cruzados entre las fibras.
PRINCIPALES CAUSAS DE LESIONES DEPORTIVAS.-
Dentro del ámbito deportivo las condiciones que pueden favorecer una lesión de tipo intrínseco -extensible también a las lesiones no-musculares- pueden ser:
1. La Condición Física. Esta variable depende fundamentalmente de un trabajo específico que, según la edad y condiciones del deportista, puede abarcar el entrenamiento para el desarrollo de la capacidad física y el acondicionamiento dirigido al rendimiento en la competición. Variables tales como:
- Ausencia de reconocimientos médicos que ayuden a detectar estados del organismo de riesgo.
- Historia pasada de lesiones o una rehabilitación inadecuada.
- Edad y el deterioro del cuerpo.
- Fragilidad constitucional.
- Falta de suficiente preparación física para acometer las exigencias del entrenamiento y la competición.
- Cansancio y la falta de suficientes periodos de descanso.
- Una alimentación inadecuada.
- Falta de un adecuado apoyo farmacológico.
- Extensa lesión previa que se ha complicado con la formación de tejido cicatrizal.
- Falta de adherencia a medidas preventivas -un trabajo específico para fortalecer los tobillos, realizar los ejercicios de calentamiento adecuados, etc.
- La obesidad y el sobrepeso someten al músculo a una una sobrecarga excesiva.
- Los individuos con enfermedades debilitantes (cáncer, neurológicas,...), con determinadas medicaciones (corticoides) o con un déficit dietético importante tienen mayor predisposición a las lesiones musculares y a una mala recuperación de las mismas.
3. Material Inadecuado.
4. La Condición Táctico/Estratégica. Este apartado abarca la ejecución de las múltiples decisiones que los deportistas deben adoptar en la competición en función de las circunstancias relevantes propias de cada deporte. El comportamiento táctico determina que los deportistas utilicen sus habilidades técnicas y de ahí, la importancia de perfeccionarlas para la competición.
5. La Condición Psicológica. Es importante favorecer en los deportistas el desarrollo de distintas habilidades que les ayuden a autorregular los estados psicológicos que influyen en su rendimiento. En esta faceta, el psicólogo desempeña un papel fundamental, abarcando por un lado la enseñanza de las técnicas apropiadas y su forma de aplicarlas adecuadamente y por el otro, el control de los posibles riesgos consecuencia del entrenamiento incorrecto y el mal uso de las estrategias psicológicas.
CLÍNICA .-
Independientemente de la localización de la patología hay unos síntomas comunes:
> Que se ha sufrido un dolor brusco tras una determinada maniobra (habitual o no) en su práctica deportiva, laboral o casual.
Es clásico que en la rotura parcial del músculo gemelo el paciente note como si le hubieran pegado “una pedrada” en la zona de la lesión.
Igualmente puede referir una sensación de “onda de choque”, que se transmite a lo largo del músculo afectado.
> El dolor se suele localizar en un área muy específica y aumenta al contraerse o estirarse el músculo afectado.
> Según el grado de impotencia funcional puede ser imposible continuar con la actividad.
> Al cabo de unas horas o puede que días, si existe lesión con desgarro, aparecerá un hematoma en la zona distal a donde se produjo la rotura.
Hemorragia subcutánea tras Rotura Muscular |
Otros factores a considerar:
- Existencia o no de episodios anteriores.
- Existencia de patología previa.
- Es o no un deportista habitual
- Cuál es su actividad habitual y qué actividad física le exige.
- Si el paciente ha realizado antes de acudir a urgencia algún tratamiento analgésico o antiinflamatorio local o general.
DIAGNÓSTICO.-
Principalmente es clínico, basado en el interrogatorio y en la exploración física.
INTERROGATORIO - ANAMNESIS.-
Antecedentes Locales y Generales. Lesiones similares, susceptibilidad a padecer lesiones similares, antecedentes farmacológicos,...
Descripción del Momento Lesional. Mecanismo, en qué carga de trabajo, en que momento -inicio, mitad o final- de la carga de trabajo.
Evolución Inmediata. Si se pudo continuar con la actividad o se tuvo que parar. Evolución del dolor
EXPLORACIÓN.-
Comparando y tomado como referencia la musculatura contralateral.
- Inspección visual. Equimosis (hemorragia). Observar la postura que adopta la zona lesionada. Buscar deformidades de la masa muscular
La rotura muscular del recto femoral da lugar a la formación de una zona prominente (muñón) y una zona |
A veces es posible observar contractura reflejas de los músculos superficiales vecinos.
Buscar hematomas y equimosis. Suelen presentar entre 6-12 horas tras el trauma.
- Palpación. Buscar la tumefacción, buscar puntos dolorosos, soluciones de continuidad y contracturas/espasmos musculares; hernias musculares,
- Comprobar el rango de movilidad de la zona lesionada
} Contracción activa del músculo afectado; primero activa simple (más sensible en lesiones leves), y después contra resistencia manual. Si hay o no dolor y en qué tipo de contracción: concéntrica, isométrica, excéntrica...
} Valorar la flexibilidad analítica del músculo. Si existe o no dolor al estiramiento pasivo.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS .-
Si el análisis clínico es muy claro en la valoración inicial son poco necesarias.
En cambio si se sospechan lesiones asociadas (fracturas óseas, fractura-arrancamiento de la inserción óseo,...) son útiles.
- RADIOLOGÍA SIMPLE. Muy limitada en la etapa aguda, siendo útil en caso de sospecha de fractura ósea asociada. En lesiones crónicas para valorar detectar calcificaciones cuando se sospecha una miositis osificante.
- TAC. Su uso es limitado, está indicada para los casos en que se han detectado calcificaciones mediante Rx simple y no ha sido posible determinar su exacta localización.
- ECO MUSCULOESQUELÉTICA.-
En una primera valoración clínica si se sospecha una rotura total y la clínica no es concluyente.
Permite la realización de estudios cinéticos, contrayendo el músculo, que complementan la exploración clínica, permite los seguimientos evolutivos, la evacuación guiada de cavidades y se complementa con la ecopalpación dolorosa de un músculo determinado, ya identificado en al ECO; es de gran ayuda en el diagnóstico topográfico.
Desgarro parcial gemelo medial con formación de hematoma. a. US: Corte transversal (flecha) b. US: Corte longitudinal (flecha) c. Equímosis en un desgarro gemelar |
- RESONANCIA MAGNÉTICA. Su utilidad depende de la evolución del paciente en la consulta especializada. Es muy precisa a la hora de identificar la estrcutura afectada y determina el grado y tipo de afectación muscular y con alta sensibilidad detecta la presencia del edema y la hemorragia.
Cuando no es una rotura importante es difícil el diagnóstico precoz. Hay que esperar unas horas y realizar las pruebas complementarias adecuadas.
La ECO es útil a partir de las 12 h en lesiones de de grado II o superior.
Si la lesión es muy leve o no está claro si es de grado O o I, la determinación de miosina en suero permite diagnosticar un grado I. Es una proteína de peso molecular muy grande y no tiene porque estar presente en la sangre. Parece que el momento más óptimo es entre las 12-24 h
A partir de las 24 h, la RM puede establecer un diagnóstico y un pronóstico muy adecuados, siempre y cuando se tenga una amplia experiencia en este tipo de lesiones.
A las 48 h es el momento óptimo para estableces un diagnóstico y un pronóstico mediante ECO.
a. US: DOMS Edema y aumento de volumen del Bíceps braquial. Corte transversal. b. US: Ecogenicidad normal del músculo Braquial anterior (flecha). |
TENSIOMIOGRAFÍA.-
Técnica de evaluación del “tono muscular”, de poca evidencia científica en la actualidad. Quizá en el futuro para monitorizar la recuperación funcional del músculo y el control evolutivo de la lesión muscular.
7.3. COMPLICACIONES DE LAS LESIONES DEL TEJIDO MUSCULAR.-
Aparecen como consecuencia de una evolución inadecuada de las lesiones musculares, produciendo por lo general síntomas dolorosos persistentes.
Las fibras musculares que se han lesionado o sobrecargado, con la consiguiente rotura con hemorragia, se vuelven menos contráctiles. El espacio entre fibras se llena de sangre que se coagula y después se substituye por tejido cicatrizal. Este proceso origina áreas de distinta elasticidad, pudiéndose producir lesiones si el músculo se ejercita pronto y en exceso.
7.3.1. FIBROSIS MUSCULAR O GRANULOMA CICATRIZAL .-
Este tipo de lesión crónica es una complicación de la ruptura parcial o completa del músculo, cuando el tratamiento que se aplica es inadecuado o insuficiente. El proceso de reparación muscular, tiene una duración de 3 a 16 semanas, dependiendo de la localización y del tamaño de la lesión. Durante este proceso, la zona de ruptura se va rellenando gradualmente por un tejido de granulación, que ocupa la cavidad provocada por la rotura fibrilar. A veces, este espacio es ocupado progresivamente por un tejido cicatricial denso, que impide el normal desarrollo del tejido muscular y en consecuencia, la función contráctil y la movilidad del músculo quedarán limitadas
Este tipo de complicación cursa con pérdida de elasticidad muscular y una ligera limitación funcional. También puede aparecer dolor con el esfuerzo.
7.3.2. NÓDULO FIBROSO CICATRIZAL.
O Hematoma Enquistado.
Tras una rotura muscular, sobre todo si es de grado II o III, el cuerpo comienza a crear abundante tejido de cicatrización. En este sentido, en función del tipo de tratamiento y rehabilitación que se lleve a cabo, esas nuevas fibras cicatriciales, que sustituyen a las ya lesionadas, pueden tomar una disposición más o menos funcional. En ocasiones se puede producir una disposición demasiado anárquica de las fibras en la zona lesionada favoreciendo la creación de entrecruzamientos patológicos por acumulación excesiva de tejido conjuntivo fibroso. A consecuencia de esta situación aparece un nódulo fibroso en la zona afecta que provoca dolor acentuado a la palpación y al movimiento, así como una reducción de la elasticidad muscular e impotencia funcional.
Tanto en US como en RM puede observarse una imagen estrellada, retráctil, asociada a disminución de volumen y signos de atrofia muscular en las zonas vecinas a la cicatriz
7.3.3. MIOSISTIS OSIFICANTE U OSTEOMA MUSCULAR.-
Se la considera una complicación grave localizada sobre todo en el muslo. Se trata fundamentalmente de una inflamación crónica del tejido muscular, el cual va perdiendo sus propiedades y termina degenerándose hasta convertirse en tejido óseo; o sea una osificación post-traumática.
Es frecuente en atletas que practican deportes de contacto, sin embargo, en aproximadamente un 40% de los casos, no hay un evento traumático evidente. Las localizaciones más frecuentes son el muslo y pelvis
Durante la fase inicial del proceso de calcificación el área afectada se encuentra edematizada y suele estar bastante hipersensible.
Durante las primeras tres semanas se comporta como una masa que desestructura el patrón fibrilar muscular. Luego comienzan a aparecer las calcificaciones desde la periferia hacia el centro, llegando a "madurar" a los 5-6 meses, en que la masa se retrae.
Los signos y síntomas más característicos son dolor persistente e inflamación de la zona lesionada, induración como una contractura “de madera”, espasmos musculares, pérdida de fuerza en la zona afecta.
Si con el tiempo esta sintomatología se mantiene, es posible que nos encontremos ante un problema de miositis osificante. Esta osificación puede persistir en el tiempo originando diversos grados de impotencia funcional junto con posibles compresiones de otras estructuras, sobre todo nerviosas. Puede necesitar de tratamiento quirúrgico.
SÍNDROME COMPARTIMENTAL.-
Es una afección caracterizada por aumento de presión en un espacio confinado anatómicamente que daña en forma irreversible su contenido, es decir músculos y estructuras neurovasculares. Sus causas son múltiples, ya que cualquier situación que aumente o disminuya el volumen del compartimiento puede ocasionar un síndrome compartimental. (traumatismos con hemorragia, fracturas, quemaduras etc). El aumento de presión ocasiona obstrucción venosa e isquemia muscular y nerviosa que llevan a necrosis.
Ultrasonográficamente se observa un importante aumento de volumen del músculo con fascia abombada y pérdida del patrón fibrilar normal.
Los hallazgos en RM incluyen tumefacción de la extremidad afectada y alteración de la señal en los músculos del compartimiento y en etapas más tardías se observan áreas de mionecrosis
HERNIACIÓN MUSCULAR.-
Consiste en la herniación focal de un músculo a través de un defecto ubicado en la fascia que lo envuelve. Ocurre con mayor frecuencia en las extremidades inferiores, especialmente en el compartimiento tibial anterior.
El diagnóstico se hace más fácilmente con ultrasonografía ya que al solicitar al paciente la contracción del músculo afectado, permite demostrar la hernia en forma dinámica. También puede estudiarse con RM.
BIBLIOGRAFÍA.
Textos y algún dibujo/gráfico retocados y obtenidos a partir de:
Traumatología. Como Hacerlo Mejor en Menos Tiempo. Módulo 1. Esguinces y Lesiones Musculares. Antonio J. Pérez-Caballer, Eduardo Ortiz Cruz y Marta Díez de Angulo. Luzan ediciones 2002.
Servicios Médicos del Futbol Club Barcelona. a p u n t s m e d e s p o r t. 2 0 0 9 ; 1 6 4 : 1 7 9 - 2 0 3
Revista Chilena de Radiología. Vol. 8 Nº 3, año 2002
e-balonmano.com: Revista de Ciencias del Deporte, 4 (1), 13 – 19. (2008).
Revista Electrónica Portales médicos, 2009
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS DEL DEPORTE. International Journal of Sport Science. VOLUMEN II. AÑO II .Nº 3 - abril - 2006. Páginas:55-67
Monografía sobre Características Generales de los Músculos.
Lesiones Musculares en Plaza de los Deportes.
Actividad Física y deporte.
Roturas Fibrilares.
Tratamiento Kinetésico de la Lesiones Musculares en la Práctica Deportiva.
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