Mucho Ruido y Algunas Nueces

El primer fin de semana de marzo he tenido la oportunidad de bajar a escalar a Siurana. Ante una posible sequera escaladora durante unos días por cosas del trabajo, esa actividad que se ha inventado para complicarte la vida, para quitarme la espina de mi última visita a esta zona de escalada y porque después de Montserrat, todo escalador catalán que se precie ha de haber escalado en Siurana, ya que sino es como si fuera de otro planeta, decidí aprovechar la ocasión.

El grupo de escaladores con el que voy a Siurana se queda en esa zona los tres días, yo bajo y subo el mismo día. No teníamos muy claro el tiempo que nos íbamos a encontrar pues según parece había nevado bastante por Siurana. Yo sabía que en Berga gran parte de la nieve ya había desaparecido, pero de aquí no tenía ni idea. De llegada, excepto las zonas altas del Montsant, poca nieve se veía.

El día fue muy irregular, muchos factores en contra pero por suerte se enderezó y acabó siendo una jornada muy bien aprovechada y completa.

Siurana desde el Pantà de Siurana

El hombre del tiempo no se equivocó con el tiempo. Ponian nubosidad por el sur y efectivamente la hubo. La única formación nubosa sería que vimos durante el viaje estaba justo donde nos dirigíamos y no se movió en todo el día. Poco sol, que calentaba bien el rato que tocaba y que sabía a poco. Por suerte no hacía viento y la térmica permitía escalar bien, lo único que el tacto de la roca tras la nevada de hacía dos días estaba como algo húmedo. Y lo que tenía que pasar, pasó. Al poco de llegar se puso a llover, no a cantaros pero si con insistencia de tal forma que las salidas de las vías del sector donde estábamos -Esperó Primavera- se mojaron. Recogimos trastos un poco desanimados. Ninguno de nosotros conoce un lugar donde se pueda escalar con lluvia en Siurana y abandonar la jornada escaladora a las 14 h con tanta luz por delante era deprimente. Nos dirigimos a L’Olla donde estaba el resto del grupo. De camino dejó de llover, se arregló el día y entre L’Olla y El Patí pudimos escalar hasta que las fuerzas nos dijeron: ¡basta!. Cuando nos íbamos gran parte de lo que había quedado mojado ya estaba seco.

Aunque Margalef sea la zona más mediática de Prades en Siurana siguen abriendo nuevas vías. En La Capella-L'Aparador, por ejemplo, se veía bastante actividad en este sentido.

Y sí, también hay gente. Todos los parkings, excepto el de Can Aprop y la explanada de antes de la Siuranella Nord, bastante llenos, y el del pueblo a petar.

Y nos toco lidiar con unos escaladores muy ruidosos.

Uno no es consciente del ruido que hace a pie de vía, pues es difícil verse a si mismo; pero puede tener una idea comparando su comportamiento con el de otras cordadas.
Pero hacía años que no oía hablar a alto volumen a pie de vía, o gritarse desde una banda a la otra, o lanzar maldiciones a toda pastilla por que se te resbala un agarre o simplemente tener una radio a pie de vía con el volumen alto, más alto que el rumor de los coches al pasar por la carretera, más alto que las propias conversaciones a pie de vía, vamos que estabas concentrado en el bidedo de media falange que tenías en una mano y en equilibrarte en aquella puncha con el pie para ir a buscar aquel agarre pinzado con la otra mano y sólo oías la radio; concentración nula.

Estábamos en el Esperó Primavera y no habíamos acabado nuestros turnos en la primera vía y ya nos queríamos ir, pues el tipo de radio no bajaba el volumen ni pidiéndoselo por favor (¡Es que somos muy habituales de Siurana y ya se nos conoce!). Por suerte se fueron ellos antes, a L’Olla. Les aconsejamos que apagaran allí la radio, que no pegaba con el ambiente.

La naturaleza, o al menos según que actividades se practiquen en ella, ir de picnic, por ejemplo, es diferente que ir a hacer senderismo o ir a escalar, ha de inspirar otras emociones y vivencias. No es para ir con un equipo de música. Y si se tiene tanta necesidad pues no molestes a los demás, no interfieras su actividad. Se pone a un volumen que solo lo pueda oír el receptor de dicho aparto y listo.

Cuando más tarde nos llegamos hasta L’Olla no había radio, cosa que es de agradecer.

En L'Olla

Otra de las características del día es que parecía que no había nadie sano. Una chica arrastró todo el día una lumbalgia producida por el gesto de cargar la mochila y ya paso el día al ralentí, otra chica tenía una menstruación de las dolorosas, yo al bajar de la primera vía y al hacer el gesto más tonto del universo, apartar una rama, me contracturo el dorsal izquierdo y lo tengo dolorido todo el día,...

Tras un rato de despiste del personal, pues me pare a hacer un par de fotos, yo me encontré camino de Siurana y ellos pararon a desayunar. Me llego hasta Siurana y ni rastro; deshago el camino y ni rastro y los móviles apagados o fuera de cobertura. El instinto me hace mirar en el parking de Cornudella y allí están todos.

Tras unos instantes de reflexión se opta por ir a L’Olla pues en toda esa franja de pared hay vías para todos.

Rodri y Eli marcha hacia L’Olla y Moira, Montse y yo nos quedamos en L’Esperó Primavera.

ESPERÓ PRIMAVERA.-

Las chicas son guerreras, están fuertes y quieren empezar directamente con un 6a+.

Panorámica de Esperó Primavera y El Cargol, con Moira en Marieta...

>> Marieta de L’Ull Viu, 6a+. Es una bonita y atlélica vía de continuidad con un paso concentrado, algo bloquero.
El tacto estaba algo húmedo pero la roca es muy granular, te cojes bien.

Moira Pereira en Marieta de L'Ull Viu, 6a+

Nos sale a los tres y deja buenas sensaciones.

Mons, así, en un gesto torero, en Marieta de L'Ull Viu, 6a+

>> Lamparó Toca El Dos, 6b+. Una vía muy guapa. Son dos momentos concentrados en un itinerario de presa bastante agradecida. Me la tengo que trabajar y la disfruto de principio a fin encadenándola a vista y poniendo cintas.

Por desgracia al bajar empieza a llover y yo digo la frase mágica: ¡Bah!, ¡serán cuatro gotas!. Cuatro gotas más cuatro gotas y todo se empieza a mojar. Mons desmonta la vía y recogemos.

La verdad es que sabía mal dejar el día así, y nos vamos a L’Olla.

L’OLLA.-

Llegando a L’Olla vemos a Rodri escalando Migranya Profunda y subir trabajosamente por ella.

No está teniendo suerte con esta vía. Es el cuarto día que viene y sólo ha tenido un día bueno para trabajarla y fue en pleno invierno. Hoy no hace bueno. Ha quedado mucha humedad acumulada en esa zona de L’Olla y el magnesio de esa vía está húmedo y patinoso.





Tras la incetidumbre de que no, de que sí, nos animamos a probar un 7a que tiene montado Eli.

>> Nunca Me Llama Mi Novia, 7a. Continuidad en bloque. De los cinco seguros que tiene la vía la dificultad está en dos. Como nos vemos venir que un 7a de este estilo debe tener unos pasitos de órdago optamos por probarla en top y luego Dios dirà.

El primer monodedo lo tengo que coger con el menique pues es el único dedo que me entra, no es una tragedia, es un paso tenso pero con cuidado y sin sobresaltos se hace, eso sí no es para probarlo muchas veces. Del 2º monodedo ni me muevo, sólo me entra la falange del 2º dedo y de esa falange tengo que hacer un dinámico/lance con los pies en dos puntitas.

No creo que vuelva y si lo hago procuraré que sea estando más fuerte y pesando menos.

Eli la tiene muy bien y, solo le falta un punto de bloque para salir airosa del 2º mono para poderla encadenar. Mientras tanto va ensayando y matizado movimientos y posturas.

Eli ensayando Nunca Me Llama Mi Novia, 7a

>> Cargol Treu Banya, 6c (7a en reseñas). Es una vía a bloque y a la dificultad natural se le ha añadido la dificultad de asegurate en la 2ª chapa. Con la 2ª cinta puesta, que entonces se pasa bien la cuerda, dudo que pase de 6c contundente comparándola con la anterior, por ejemplo.

EL PATÍ.-

Pesarosos por la dificultad en bloque de estas vías, optamos por quemar nuestros últimos cartuchos en un 7a de El Patí que nos han recomendado.

A pie coincidimos con una pareja de escaladores vascos muy atentos y educados. Nos repartimos los dos 7a, yo el de la derecha.

>> Viagraman, 6c+/7a -7a fácil, asequible- (7a en reseñas). Guapo y recomendado itinerario de continuidad, de movimientos interesantes, que consigo sacar a vista y poniendo cintas no sin grandes esfuerzos. De los de escalar más que de los subir por una escalera. La vía sería 6c+ si no fuera por otro seguro que se convierte en una dificultad adicional a la ya existente en la roca de por sí; poco más que un palmo más abajo y se asegura uno sin estrés y sólo ha de preocuparse de la roca.

El itinerario concentra su dificultad en sus dos tercios superiores pues hay una repisa de gran reposo sentado, y sales como nuevo.

Moira en el reposo de Viagraman

Yo cansado y con la espalda dolorida, y el resto del grupo también cansado y con la mente en los dos días que aún tienen por delante recogemos nuestras cosas y nos bajamos a Cornudella ha celebrar el encadene y sobre todo que el día se arreglara y pudiéramos sacarle una jornada de escalada muy completa.