Continuado con la cuestión climatológica, Tere y yo decidimos visitar algo cercano a casa y, que en caso de que se presente la señora lluvia, tener el hogar a un paso.
Como quien no quiere la cosa me digo que dar una vuelta por el Parc de la Serralada Litoral estaría bien y me planto en Alella. Y de Alella a Vallromanes a traves de una carreterita que serpentea por una zona boscosa.
Desde Vallromanes, con unos indicadores claros, se continua por una pista hasta la entrada natural del parque en esa ubicación: donde esta la font de Can Gurguí.
El Parc de la Serralada Litoral es un EIN. (Espacio de Interés Natural). El parque está situado en la parte central de la Serralada Litoral, entre el río Besòs y el barranco de Argentona, a caballo entre las comarcas de El Maresme y el Vallès Oriental y con una superficie de 4.715 hectáreas.
Esta constituido por tres unidades -la Conreria, Sant Mateu y Céllecs-, el parque juega un papel ecológico fundamental porque pone en contacto el litoral con los valles interiores. El clima mediterráneo y la situación estratégica que presenta han hecho que el hombre se estableciera aquí desde hace mucho tiempo; dólmenes, restos ibéricos, ermitas y castillos conviven con masías aún rodeadas de cultivos.
No teníamos ni mapa ni ningún plan previsto, salvo encontrar caracoles; tras dar muchas vueltas llegamos a una conclusión alarmante: ¡no hay caracoles en la Serralada Litoral.!
Pues lo dicho, la idea era dar vueltas y ver que es lo que nos entrábamos.
De la Font de Can Gurguí nos llegamos al Mirador de la Cornisa. A nuestra izquierda se divisaba una torre de vigilancia forestal y a nuestra derecha una vista del maresme y todo el barcelonés.
Después nos fuimos en busca de la ermita de Sant Mateu pero no la encontramos. Es que ¡es difícil encontrar las cosas si no se sale del coche!. Tendrían que facilitar la tarea.
Tras esta decepción decidimos seguir en buscar de la segunda parte del indicador, la de Can Boquet, que a mi me hacía especial ilusión por esa de la zona de bloque de Can Boquet y tal.
El Centre d’Informació de la Creu de Can Boquet estaba cerrado, así que tendríamos que seguir improvisando.
Nos llamo la atención un cartel de una centro de acojida y de residencia de animales y decidimos acercarnos. No es que sean muy accesibles; no encontramos ni él uno ni el otro, debimos pasar por delante, según nos explicaron, pero no supimos verlos y además, parece ser que es mejor llamar antes pues en el Centro de Acojida sólo suben para darles de comer, limpiar y poco más.
Mientras circulabamos por la pista pasamos por delante de un lugar conocido como Cal Senyor (Vilassar de Dalt, Tfno 937-532-160). Tienen servicios de comida y una hípìca. Ya era hora de comer y decidimos comer aquí, ya que no conocíamos nada del lugar y ante esa situación cualquier opción es buena.
Por el aspecto externo creíamos que seríamos nosotros y el gato; pues no. Es una casa con tres salones de comida y estaban llenos 1-1/2. Un sitio de carácter popular y familiar.
Comimos bien y el precio fue justo.
Pero no pidáis en vino de la casa, es muy peleón.
Tras dar una vuelta por la hípica nos acercamos a la Roca d’en Toni, ya como acto final de la excursión para ver el Dolmen y las tumbas medievales.
El Dolmen es el elemento más emblemático de la zona de Can Boquet. Se encuentra a los pies de la colina de Rumpons. Es una pequeña galería cubierta catalana, fechada entre el 2500-2100 aC. No se conservan restos del Cromlech (círculo de piedras que lo rodeaba) ni del Túmulo (acúmulo de tierra que lo envolvía).
La necrópolis medieval de Can Boquet está situada en la colina de Rumpons. Es una de las mejor conservadas de la época medieval en el Maresme.
Son siete tumbas (6 adultos y un infante) de tipo rectangular en cista, espacio excabado en tierra y recubierto por pequeñas losas de piedra y de orientación levante-poniente.
Como quien no quiere la cosa me digo que dar una vuelta por el Parc de la Serralada Litoral estaría bien y me planto en Alella. Y de Alella a Vallromanes a traves de una carreterita que serpentea por una zona boscosa.
Desde Vallromanes, con unos indicadores claros, se continua por una pista hasta la entrada natural del parque en esa ubicación: donde esta la font de Can Gurguí.
Entrada al Parc desde Vallromanes |
El Parc de la Serralada Litoral es un EIN. (Espacio de Interés Natural). El parque está situado en la parte central de la Serralada Litoral, entre el río Besòs y el barranco de Argentona, a caballo entre las comarcas de El Maresme y el Vallès Oriental y con una superficie de 4.715 hectáreas.
Esta constituido por tres unidades -la Conreria, Sant Mateu y Céllecs-, el parque juega un papel ecológico fundamental porque pone en contacto el litoral con los valles interiores. El clima mediterráneo y la situación estratégica que presenta han hecho que el hombre se estableciera aquí desde hace mucho tiempo; dólmenes, restos ibéricos, ermitas y castillos conviven con masías aún rodeadas de cultivos.
No teníamos ni mapa ni ningún plan previsto, salvo encontrar caracoles; tras dar muchas vueltas llegamos a una conclusión alarmante: ¡no hay caracoles en la Serralada Litoral.!
Pues lo dicho, la idea era dar vueltas y ver que es lo que nos entrábamos.
Font de Can Gurguí |
De la Font de Can Gurguí nos llegamos al Mirador de la Cornisa. A nuestra izquierda se divisaba una torre de vigilancia forestal y a nuestra derecha una vista del maresme y todo el barcelonés.
Desde antes de llegar a El Mirador de la Cornisa |
Después nos fuimos en busca de la ermita de Sant Mateu pero no la encontramos. Es que ¡es difícil encontrar las cosas si no se sale del coche!. Tendrían que facilitar la tarea.
Tras esta decepción decidimos seguir en buscar de la segunda parte del indicador, la de Can Boquet, que a mi me hacía especial ilusión por esa de la zona de bloque de Can Boquet y tal.
El Centre d’Informació de la Creu de Can Boquet estaba cerrado, así que tendríamos que seguir improvisando.
Centre d'Informació de la Creu de Can Boquet |
Nos llamo la atención un cartel de una centro de acojida y de residencia de animales y decidimos acercarnos. No es que sean muy accesibles; no encontramos ni él uno ni el otro, debimos pasar por delante, según nos explicaron, pero no supimos verlos y además, parece ser que es mejor llamar antes pues en el Centro de Acojida sólo suben para darles de comer, limpiar y poco más.
Creu de Can Boquet |
Mientras circulabamos por la pista pasamos por delante de un lugar conocido como Cal Senyor (Vilassar de Dalt, Tfno 937-532-160). Tienen servicios de comida y una hípìca. Ya era hora de comer y decidimos comer aquí, ya que no conocíamos nada del lugar y ante esa situación cualquier opción es buena.
Por el aspecto externo creíamos que seríamos nosotros y el gato; pues no. Es una casa con tres salones de comida y estaban llenos 1-1/2. Un sitio de carácter popular y familiar.
Rte Cal Senyor |
Comimos bien y el precio fue justo.
Pero no pidáis en vino de la casa, es muy peleón.
Reloj de Cal Senyor |
Tras dar una vuelta por la hípica nos acercamos a la Roca d’en Toni, ya como acto final de la excursión para ver el Dolmen y las tumbas medievales.
Dolmen de la Roca d'en Toni |
El Dolmen es el elemento más emblemático de la zona de Can Boquet. Se encuentra a los pies de la colina de Rumpons. Es una pequeña galería cubierta catalana, fechada entre el 2500-2100 aC. No se conservan restos del Cromlech (círculo de piedras que lo rodeaba) ni del Túmulo (acúmulo de tierra que lo envolvía).
Les Tombes de Can Boquet |
La necrópolis medieval de Can Boquet está situada en la colina de Rumpons. Es una de las mejor conservadas de la época medieval en el Maresme.
Son siete tumbas (6 adultos y un infante) de tipo rectangular en cista, espacio excabado en tierra y recubierto por pequeñas losas de piedra y de orientación levante-poniente.
al princpio de vivir por la zona compre un mapa alpina que no me sirvio de nada en los 20 primeros años,de excursiones.osea que hay que felicitarte porque en un dia has visto muchas mas cosas que yo en todo ese tiempo y a vase de perderme y reperderme.un abrazo.sergi.(Alella).
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarLa verdad es que los propios mapas que publica la Diputació ayudan bastante en los detalles importantes, según he observado a posteriori; pero en los finos, según comprobe en un paseo por el Parc del Montnegre-Corredor, no son muy buenos.