martes, 26 de enero de 2010

Newton y La Manzana

Uno de los peores tragos que uno ha de digerir en este mundo es el desmoronamiento de las verdades auténticas e indiscutibles, a las que te aferras en los momentos duros y difíciles; como, por ejemplo, la de que los hijos vienen de Paris (de París de la France) traídos por una cigüeña, Pues ahora se atreven con La Manzana. ¡Cada vez quedan menos cosas sagradas!

Uno de los objetos de culto más célebres de la historia de la ciencia es el de la manzana de Newton: la fruta que cae sobre la cabeza del físico y le inspira súbitamente la Ley de la Gravedad.
La manzana inspiró la Ley de la Gravedad, si, pero nunca tocó la cabeza del físico.

La Royal Society ha sacado a la luz un relato escrito por su amigo William Stukeley en 1752: "Recuerdos de la vida de Newton". Sacando a luz este relato la Society pretende humanizar a Newton, el físico más influyente de todos los tiempos, y de paso celebrar el 350º aniversario de la institución y suscitar interés por quien fue uno de sus presidentes; o tal vez al revés.
"Después de la cena no hacía frío y salimos a beber té en el jardín, bajo la sombra de unos manzanos. Entonces [Newton] me dijo que estaba en la misma situación cuando la noción de la gravedad le vino a la mente. La visión la ocasionó la caída de una manzana mientras estaba sentado en humor contemplativo. ¿Por qué esa manzana cae siempre en dirección perpendicular al suelo?, pensó para si mismo."



Luego, contemporáneos y el propio Newton se dedicaron a embellecer la anécdota para la posteridad.

Ketyh Moore, responsable de los archivos: “Lo que queremos es que el gran público vea el manuscrito. No fue sólo Newton quien adobó la anécdota. Sus biógrafos también la embellecieron. De todos modos la historia humaniza al personaje”.

Lo más suave que se podría de Newton es que era un hombre despistado.

Hay una historia en el libro de Stukeley” dice Iliffe, director editorial del Proyecto Newton, “que cuenta como un día Newton conducía con la mano derecha a su caballo mientras sostenía un libro con la izquierda. Cuando llegó a la cima de la colina, se dio cuenta de que el caballo ya no estaba. Hacía tiempo que se le había desbocado”.
Era un tipo muy difícil de tratar básicamente porque era una persona insegura, depresiva y solitaria, propensa a los berrinches y a los episodios esquizoides.
Newton no era muy popular entre sus cohetáneos. Orquestó una campaña públlica para desprestigiar a Leibnitz; a sus amigos Jhon Locke y Samuel Pepys les acuso de conspirar contra él durante un episodio de locura.
Newton era un hombre religioso tocado por ciertos rasgos de fanatismo y dedicado a la interpretación de las profecías apocalípticas de la Biblia, A los 19 años escribió una misiva a Dios -aún se conserva- confesándole todos los pecados que había cometido hasta la fecha, incluidos deseos de muerte para varias personas.

Newton y la Gravedad del Dilema de ¿Qué hacer con la Manzana?

Adaptado de Eduardo Juárez. El Mundo del 19 de enero de 2,010. Sección Ciencia.

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