miércoles, 16 de diciembre de 2009

James Cap

El motivo de que me haga eco de esta noticia se puede resumir en la siguiente frase del propio protagonista:

"Cuando descubres que puedes volver a hacer algo después de 30 años, no tiene precio. Algunos piensan que no es nada, pero estate paralizado 30 años, y después hablas conmigo".

El caso de James Cap es poco común. Es tetrapléjico, no puede mover ni los brazos ni las piernas. Dispara un rifle adaptado a su silla de ruedas gracias a un sofisticado método: un tubo de respiración, conectado al rifle, a través del cual, con su boca, puede apuntar y disparar.


Aquí un enlace a otra foto.

El 3 de noviembre de 1.979, fue el último día que disparó un arma. "Cuando era más joven, siempre iba de caza, la pesca," dice Cap. "Toda la familia era así."
El día después, el 4 de noviembre, un placaje mientras jugaba al fútbol americano en el instituto le provoca una tetraplejía irreversible. Cayó en una mala postura y la lesión de su cuello era irreversible.
James Cap descubrió por casualidad hace unos 3 años, por internet, de que una compañía de Indiana fabrica sillas de ruedas preparadas para que se les pueda incorporar un rifle. Venden unas 20 al año, cuestan unos 1.200 € y para poder disparar desde ellas las personas tetrapléjicas necesitan de la ayuda de otro.

La policía le había denegado el uso de armas alegando motivos de seguridad pues "no podía controlar, cargar o descargar un arma de fuego por sí mismo".
Bajo la ley de Nueva Jersey, un jefe de policía no puede dar una tarjeta de identificación de armas de fuego a cualquier persona con un defecto físico o enfermedad que hace que sea peligroso para la persona para manejar armas de fuego. El jefe también se podrá denegar una solicitud, si se aprueba que "no sería en interés de la salud pública, la seguridad o el bienestar."
El abogado municipal manifiesto que las cuestiones de seguridad sólo pueden ser resueltas por un juez.

En noviembre del 2.009, a los 46 años, un juez del Tribunal Superior de New Jersey, John Pursel, le ha reconocido su derecho al uso de armas, siempre y cuando las armas que compre se almacenen en un lugar seguro y sea ayudado por personas calificadas en su manejo.

Cap a tenido a su lado, en la batalla legal que ha durado 2 años y medio, a la NRA (Asociación Nacional del Rifle).
Según Darren LaSorte, director de la política de caza de grupo de presión de la ANR: "Creo que es una victoria del sentido común, por lo menos" tras agregar que todavía está ofendido por que a Cap se le negara su derecho a un arma.
Vanessa Warner, directora del departamento de la NRA dedicado a las personas con discapacidades asegura recibir cada semana preguntas de personas con alguna minusvalía respecto a sus derechos a portar y utilizar armas. Muchas personas con minusvalías físicas no practican caza otiro al blanco porque desconocen la existencia de avances tecnológicos que les permitirían hacerlo.

Y ahora su pasión por la caza está regresando lentamente: "Yo no creía que tuviera ningún sentimiento hacia ella, pero mi corazón empieza a bombear de nuevo. Incluso si no se consigue nada, es muy divertido "

Si bien es conocido que cazadores con mejores prestaciones que las de Cap han tenido accidentes o disgustos, ya hay quien está pensado en que pasará cuando estornude.

Adaptado de R. Gonzalez para El Mundo 11/12/2.009. El Zoo del Siglo XXI y de el siguiente enlace.

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