De Vallforners a Casa Quintana (Montseny)

Este domingo (02/08/2.009) Tere y yo nos encaminamos a conocer el Pantà de Vallforners (El Montseny) y lugares de interés que lo circundan. En esta ocasión en lugar de pretender llegar a través de caminos 4x4 desde el Pla de la Calma vamos a lo seguro: La Garriga, Samalús, Cànoves y de ahí al embalse.



Hasta el embalse el único problema fue encontrar el camino a Samalús en el pueblo de La Garriga, unas veces bien indicado y otras "mising" que nos hizó perder algo de tiempo. El camino al embalse desde Cànoves es también algo intuitivo; tras un buen indicador después te queda el instinto de seguir por el supuesto camino principal.
Tras circular un rato por al pista forestal está queda cerrada por una cadena y tenemos un buen parking a mano izquierda.



La idea era caminar hasta el Castanyer Gros de la Baga d'en Cuc (incluido por la Direcció General del Medi Natural en su catàlogo de árboles monumentales) y si se terciaba el día, continuar caminando y comer en la Casa del Bosch. La guardabosques de la diputación no nos dió unos datos horarios muy halagüeños: sobre 1-1:30 horas de caminata, ir. Con el peroné medio colgando no me apetecía una caminata tan larga, aunque el camino fuera bueno. No creía que lo acabara entero y mucho menos lo regresara. Nos decidimos por visitar el embalse y luego llegarnos a la Ermita de Sant Salvador y comer en Casa Quintana, ambos muy accesibles en vehículo y sitos uno al lado del otro.



El Embalse de Vallforners es de inspiración italiana. Se construye utilizando las vertientes de dos montañas entre las que discurre un río o riera. El caudal de las aguas que se juntan en esta estructura es contenido por un muro de roca y tierra impermeable, que es el núcelo de una pequeña renclusa que simula un terraplen. Sobre este promontorio se plantan árboles y arbustos para darle un aire natural. En caso de rebosamiento, tiene un pasillo o canal de escape por el cual el agua, si es el caso, forma un pequeña cascada.
Es el primer embalse de este tipo construido en Cataluña, y a parte de su interés turístico y recreativo, su misión es abastecer de agua a los agricultores de la zona.

La pista hasta el embalse salvo la subida inicial no tiene mayores problemas, una vez alcanzas el embalse llanea toda ella.



En nuestra visita tiene un aspecto desangelado, a medio llenar, pues hace tiempo que no llueve. Según nos informan, la última vez que salío y saltó el agua, por rebosamiento de agua del embalse, fue hace seis años.
Está permitida la pesca de la trucha, la temporada es de marzo a agosto. Puedes gestionar la licencia y los permisos a travces de web del cat365.

Cogemos el coche y nos dirigimos a nuestro otro destino. 2 kilómetros según nuestra informante. Dos kilómetros de pagés pues parece ser que hay como 45' de pateo desde Casa Quintana al parking que acabamos de dejar. La pista en buen estado sube caracoleando y dando curvas por toda la montaña. Cuando ya llevamos un buen rato subiendo, a la altura de Can Puig, nos encontramos a una pareja de ancianos que iba camino de bajada. Venían de una misa en la Ermita de Sant Salvador y que sí, que íbamos por buen camino. Tras otro rato de conducir llegamos a destino.

La Ermita de Sant Salvador de Terrades y Casa Quintana.

Ese día tuvimos suerte.
1- Es el único día al año que se abre la Ermita al público. Hay un "encuentro" (Aplec de Sant Salvador de Terrades: primer diumenge d'agost) y además de la misa luego hacen una comida fuera y tal.
2- Era el día antes de que Casa Quintana cerrara por vacaciones.

La Ermita de Sant Salvador de Terrades, goza un muy aspecto como se puede ver. Esta en plena montaña, en el municipio de Cànoves a una altitud de unos 740 m. Está documentada desde el s. XIII, fue posiblemente fundada por los señores del Castillo de Cànoves. Se reconstruyó en 1.930 según el proyecto de Josep M. Pericas, en un estilo neogótico, en el mismo lugar donde se alzaba la antigua capilla.





Casa Quintana es la Masía que daba nombre al Maso de Can Quintana. Tiene el aspecto antiguo que cal. Cuenta con huertos propios, corrales, depósitos de agua, algún caballito,...
El amo de Casa Quintana se enrrolla bien con nosotros. Normalmente él trabaja con gente que reserva mesa para comer y normalmente, también, sube más comida para gente que como nosotros se presenta por allí sin avisar y para comer. A pesar de que al comenzar las vacaciones no había hecho el acopio de suministros habitual nos prepara una comida con lo que hay.



No hay teléfono en la masia, así que supongo que las reservas deben hacerse en el punto de información de Cànoves, en la Masia can Casademunt s/n con Tel: 938 710 018. El hecho de que no tenga teléfono hace que no se pueda pagar con tarjeta, hay que hacerlo al contado. Por suerte nuestro caudal fue el justo y necesario, 15€ por persona. La comida muy normal, de braseria acompañada de ensalada o embutidos, postre, café y chupito, puede ser todo lo abundante que quieras.

Controlando el buen hacer y la calidad del braseado.

De regreso, intentamos atravesar el Montseny hacia El Brull por medio de pista forestal, pero nos perdimos. El mapa de la DIVA es muy inexacto, hay muchas pistas que se van ramificando y acabas por no saber donde estás. Tras mucha vuelta, cuando encontramos una pista buena y con señal de tránsito nos metimos en ella y para casa.



En otra ocasión.