jueves, 12 de febrero de 2009

Vicks Vaporub

Me pareció curiosa esta información sobre el Vicks. Yo recuerdo que en mi infancia me ponían Vicks cuando me iba a dormir; no sólo era la sensación de que si no era así no dormiría bien, sino que además dormía contento porque haciéndolo mis padres se preocupaban y me querían.

No hay nada como los avances de la ciencia para perturbar los recuerdos de la infancia; ahora resulta que es perjudicial en niños menores de 2 años. Este dato lo desconocía y eso no quiere decir que haya dejado de pensar que mis padres no me quisieran y estoy seguro de que hacían lo que creían mejor.

El bálsamo azul para desatascar la nariz fue desarrollado por Lunsford Richardson y John Farris en el año 1.891; aunque fue la epidemia de gripe de 1.918 la que permitió a sus fabricantes multiplicar sus ventas. Se ha utilizado ampliamente desde esas fechas para aliviar los síntomas de resfriados y congestiones, con pocos datos clínicos que avalen su uso. Algunos de sus ingredientes, sobre todo el mentol, engañan al cerebro creando una sensación de frío que provoca un aumento del aire respirado. El resto de elementos que completan su composición son el alcanfor y el aceite de eucaliptus.


El Vicks Vaporub es un producto típico de autocuidados familiares en España desde los años sesenta o setenta, se vende sin receta y los pediatras no lo prescriben y desaconsejan su auto-administración.
Los padres suelen aplicar este ungüento en sus hijos ,ya sea en las fosas nasales, en el pecho, en el cuero cabelludo o incluso en el pie de sus hijos, para facilitar su respiración durante un proceso catarral, especialmente en las horas nocturnas.

Se ha hecho público -en un revista al uso, Chest- un trabajo que confirma lo que ya advierte el fabricante en el prospecto: no debe aplicarse a niños menores de 2 años ya que, al contrario de lo que se pretende, este remedio puede obstruir las vías respiratorias y empeorar el estado del enfermo.
Este trabajo ha comprobado en hurones (unos animales cuyo sistema y estructuras respiratorias son muy similares a las de los humanos) que el producto repercute en un aumento de la producción de moco lo que estrecha aún más la vía respiratoria.
Sus conclusiones, tanto 'in vitro' como 'in vivo', mostraron que el descongestionante a base de mentol provoca inflamación de las vías respiratorias y estimula la producción de mocos, que se acumulan en la tráquea, impidiendo el paso normal del aire. No sólo aumenta la producción de moco sino que el movimiento de los cilios limpiadores se vio disminuido. (Los cilios con “unos pelos” sitos en la membrana de las células superficiales de las vías respiratorias, que mueven el moco natural y lo que queda atrapado en él hacía el exterior).

Hace tiempo que el fabricante ya advierte del problema en el prospecto pues son muchos los años de circulación del producto.
Un portavoz de la compañía ha declarado a Europa Press que: "en España el medicamento está indicado para adultos y niños mayores de tres años", al tiempo que ha recordado que "lleva el suficiente tiempo en el mercado con lo que tiene una seguridad probada".

Los pediatras aconsejan lavar las fosas nasales con suero salino, retirar la mucosidad con una pera de plástico y ofrecer al niño líquidos calientes y sopas para aliviar los catarros.

Y habida cuenta de los años que lleva en circulación este producto, de que el fabricante ya advierte del problema en el prospecto, de que el mentol y el resto de substancias empleadas en su fabricación no son modernas moléculas resultado de ingenieria genética, y de que... ¿Hacía realmente falta un estudio clínico con hurones para demostrar algo que ya se sabía?

Info obtenida a partir de artículos escritos por María Valerio y Luis parejo. El Mundo, suplemento de Salud, 15/01/09 y versión electrónica.

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